Miles de trabajadores golondrinas empiezan a migrar al sur del país para la cosecha de manzana, pera, uva y aceituna. Y como todos los años, se multiplican las denuncias de trabajadores que viajan engañados, quedan varados sin dinero y viviendo en la calle. Colectivos en pésimo estado que quedan al costado de la ruta y pedidos de ayuda vía redes sociales.
Lunes 22 de enero de 2024 11:20
Miles de trabajadores golondrina de Tucumán que viajan todos los años a Mendoza, Neuquén, Rio Negro a trabajar en la cosecha se encuentran a la espera de que las patronales del agro y la UATRE les garanticen los colectivos para poder viajar. Y en los pueblos del sur, entre los trabajadores que ya han podido viajar, son cada vez más los que se encuentran sin poder conseguir un alquiler debido a los precios desmedidos, llegando a dormir en plazas y debajo de puentes. También sucede que muchas personas que viajaron con falsas promesas de trabajo quedaron totalmente varados.
Por estos días ya empiezan a circular las denuncias y pedidos de ayuda de los trabajadores que están varados en el sur, como el caso de Omar Abraham, que viajó a Mendoza engañado para la cosecha de durazno, prometiéndole trabajo y comida. Pero hacía tiempo que no le pagaban, estaba sin dinero, sin comida y viviendo en una estación de servicio. El posteo de una vecina del lugar se viralizó y gracias a la solidaridad de los vecinos y trabajadores de la estación de ómnibus, pudo regresar con su familia.
Con el fin de las cosechas en Tucumán, miles de trabajadores golondrinas de toda la provincia, se ven obligados a emigrar al sur del país para la cosecha de manzana, pera, uva y aceituna. El gobierno provincial y los gremios son los encargados de organizar los colectivos para que los trabajadores puedan realizar el viaje de Tucumán al sur del país. Los viajes comienzan a salir los primeros días de enero, pero el grueso de los colectivos todavía no ha emprendido el viaje. En los grupos de WhatsApp de cosecheros todos se preguntan lo mismo: "¿Alguien sabe cuándo sale el colectivo?" los colectivos no salen en tiempo y forma y tampoco está garantizado el viaje para todos los y las obreras.
Estos extensos viajes suelen durar más de 24hs, y los responsables de gestionarlos ponen colectivos viejos, sin aire acondicionado, con los baños rotos, colectivos que por su precariedad no resisten el viaje y muchas veces quedan varados en rutas nacionales a la deriva, exponiendo a los trabajadores a accidentes de tránsito.
El sector de las y los trabajadores de la cosecha es uno de los más golpeados por la crisis y la vinculación laboral es en la mayoría de los casos extremadamente precaria. Esta situación pegó un nuevo salto con el ajuste que viene descargando sobre los trabajadores el gobierno de Milei, con una devaluación del 120% y una inflación que solo para el mes de diciembre cerro en un 25%. Un viaje al sur costeado por un trabajador es en estas circunstancia imposible de pagar.
En comunicación con La Izquierda Diario, trabajadores cuentan que tienen que tener los bolsos listos a mano y permanecen a la espera en sus casas o en los diferentes puntos desde donde supuestamente saldrían ya que de un día para el otro les cambian el horario de salida del viaje, así como la fecha. La incertidumbre que viven es constante, los días avanzan haciendo la temporada más corta lo que afecta el ingreso de los trabajadores.
Esta forma de actuar por parte de las patronales y la UATRE responde a la misma lógica de trabajo durante la temporada de limón, en la cual los trabajadores tienen que padecer la desidia, el maltrato y la explotación extrema, donde muchas veces se quedan esperando durante horas a los colectivos que los llevan a las fincas para darse cuenta que no los buscarán. Hay que poner un punto final a semejante maltrato, la UATRE y FOTIA deben garantizar el cumplimiento de los derechos laborales, así como también el traslado ida y vuelta y estadía de los miles de cosecheros que viajan todos los años.