En la mañana de este miércoles, Sebastián Piñera anunció que suspende la organización de las cumbres de Cooperación Asia-Pacífico (APEC) y sobre cambio climático (COP25). Un muestra del desgaste que sufre el Gobierno de Chile tras doce días de protestas que no cesan.
Miércoles 30 de octubre de 2019 11:59
El presidente Sebastián Piñera anunció este miércoles que Chile no organizará la cumbre de líderes del APEC ni la COP25 debido a las protestas y manifestaciones que se registran en el país desde hace trece días. La cancelación de estas dos cumbres a pocas semanas de su inicio es una muestra palpable de la debilidad en la que se encuentra el Gobierno de Piñera.
Más allá de las mínimas concesiones que ofreció, del cambio de gabinete, y de las negociaciones con la oposición de la exConcertación y la izquierda parlamentaria del Partido Comunista y el Frente Amplio, Piñera no logra que Chile se encuentra en la "normalidad" que pregonan tanto el Gobierno como los medios. Lejos de este escenario las movilizaciones siguen y no son pocos los que piden su renuncia. En este marco, y presionado por los países que iban a participar, Piñera decidió cancelar las cumbres.
El Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) estaba previsto para realizarse en Santiago entre el 11 y el 17 de noviembre próximos; mientras que la conferencia contra el cambio climático COP25 se realizaría a comienzos de diciembre.
“Esta ha sido una decisión muy difícil, que nos causa mucho dolor (…) pero hemos basado la decisión en un sabio principio de sentido común. Cuando un padre tiene problemas debe privilegiar a su familia por sobre otras opciones, siempre un presidente debe poner a sus compatriotas por sobre de otras”, declaró Piñera.
La celebración de estas cumbres ya tenían problemas previos. En el caso de la COP25, varias organizaciones habían señalado la hipocresía de Piñera al ser anfitrión de una reunión sobre la crisis climática, mientras que mantiene presos y persigue a luchadores ambientalistas.
Está el caso de Alberto Curamil, quien fue condecorado con el premio Goldman 2019, también conocido como el Nobel verde, el mayor galardón en materia de medioambiente, sin embargo, no pudo recibir este reconocimiento producto de que se encontraba preso tras un montaje en donde se le inculpó de un robo armado tras una llamada anónima que se encuentra con información “en reserva”.
El reconocimiento se debe a su lucha desde el 2013 con la oposición a la construcción de los proyectos hidroeléctricos Alto Cautín y Doña Alicia que agravaría la sequía en la región de la Araucanía.
Además, según un catastro del Ministerio de Obras Públicas, para el año 2025, Chile se instalará entre los 30 países con mayor riesgo hídrico.
En cuanto a la cumbre de la APEC, parte de su agenda estaba destinada al acuerdo TPP11, al acuerdo de libre comercio transpacífico que es rechazado por la población chilena.
A contramano de las demandas de las manifestaciones actuales, que piden acabar con 30 años de herencia neoliberal del pinochetismo, el TPP11 restringe el campo de acción de las empresas del Estado, donde además intervendrá en la asignación de las juntas directivas públicas. Afectará los bonos y valores emitidos por el Banco Central e intervendrá sobre los servicios sociales de interés público; como bienestar, las AFP´s, la educación pública, salud infantil, entre otros. En materia de derechos indígenas, perturbará en la preferencia y/o discriminación sobre algunos pueblos indígenas y tribales.
Ante este escenario y con las protestas de fondo, la decisión de Piñera es una muestra de un Gobierno en crisis que, si no cae por el acuerdo que tiene con la oposición parlamentaria, quedará completamente debilitado durante los dos largos años que le quedan de mandato.