Un mensaje, que era prácticamente un meme contra Gonzalo de la Carrera, significó el despido de un nutricionista en la clínica Santa María. De la Carrera, quién ha agredido a diputados al menos en dos ocasiones y que se caracteriza por su misoginia y vulgaridad, dice que incluso podría tomar acciones legales. Evidentemente sabe de qué lado está la justicia y que él puede zafarse de ella. Es un administrador del Estado totalmente alejado de la realidad del pueblo trabajador. Ahora, con la hipocresía que caracteriza a la derecha, posa de víctima y aprovecha de lavar su imagen.
Martes 11 de julio de 2023
Un nutricionista de la clínica Santa María fue despedido luego de publicar por Twitter un mensaje de broma contra el diputado de la Carrera, que se encontraba en la clínica. El trabajador subcontratado fue despedido luego de que el congresista expresó que era un “peligro para los pacientes”.
Los medios de los empresarios corrieron a contar una noticia que no solo buscaba poner a las personas en contra del trabajador despedido, sino que cumplían también con la labor de blanqueo del diputado de extrema derecha, Gonzalo De la Carrera, por medio de su victimización, luego de que este se viera envuelto, en reiteradas ocasiones, por polémicas gravísimas saliendo impune.
Y es que el derechista ex- Partido Republicano las tiene todas. De la Carrera, en mayo de 2022, agredió al diputado Daniel Manouchehri en la comisión de economía. Los hechos quedaron grabados. Luego, en agosto del mismo año, le dió un puñetazo en la cara al vicepresidente de la Cámara de Diputados. Luego fue sancionado con una rebaja de 15% de su dieta parlamentaria. ¡Pobrecito! ¡Pasó de ganar 7 millones a ganar 6 millones!
El diputado de extrema derecha también ha protagonizado una serie de actos misóginos y dichos transfóbicos, los más visibles contra diputadas, además de verse envuelto en polémicas por deuda de pensión alimenticia.
Y no solo esto. En 2018 asumió como vicepresidente de ENAP y tuvo que renunciar por un grave episodio de contaminación que provocó una crisis sanitaria en la zona de Quintero y Puchuncaví. Según de la Carrera, el informe de la Superintendencia de Medio Ambiente que constaba las peligrosas emanaciones era “contradictorio”.
Las sanciones que ha recibido (por ejemplo censura y disminución del 15% de su dieta parlamentaria) han sido decididas por un puñado antidemocrático de congresistas que el día de mañana no dudarán de usar esas mismas herramientas aún con más fuerza sobre otros sectores. Los diputados, aún siendo elegidos por medio de sistemas antidemocráticos como el D’Hont, son votados, y deben ser revocables por los mismos electores. Esto no ocurre, ya que el Estado usa estas herramientas para proteger a los políticos de los empresarios y políticos serviles al régimen.
Es así como llegamos a un momento en el que Gonzalo de la Carrera posa de víctima ante todo el mundo a costa del despido de un trabajador subcontratado por una publicación en Twitter. Pero ¿Qué ocurre cuando un diputado de la república desata su misoginia y transfobia amplificándola a todo el país? ¿Qué ocurre cuando ese mismo personaje es responsable de crisis sanitarias contaminantes sobre poblaciones enteras?. Aparentemente en lo significativo no ocurre nada.
Pero, ¿Y si pudiéramos votar la revocación de su cargo? Tenemos muchas más razones que un tweet para hacerlo. No más diputados como Gonzalo de la Carrera, totalmente alejados de la realidad del pueblo trabajador. Que todo parlamentario gane lo que gana una profesora.