El panorama de la industria gráfica es desalentador y directamente sombrío para miles de gráficos y sus familias.
Jueves 10 de marzo de 2016 00:06
La implementación de la factura electrónica, significará la pérdida de miles de puestos de trabajo pero hoy ya hay despidos en decenas de gráficas, como en Ciccone donde esta semana hubo 27 compañeros despedidos.
Ante esta situación, la Verde sólo manifiesta “preocupación” y no mueve un dedo. Siguiendo su costumbre de adaptarse a los gobiernos de turno, piden apenas un 28% en las paritarias con la intención de firmar por un 25 según se rumorea. Desde la Bordó planteamos que es necesario que se convoquen asambleas en todos los talleres y plenario de delegados para votar un plan de lucha y empezar a dar una respuesta de todos los gráficos ante el ajuste patronal en curso, en defensa de los puestos de trabajo, por paritarias sin techo, por la expropiación de la ex Donnelley (Madygraf) y todas las demandas de los gráficos.
La oposición en las elecciones de abril
Lamentablemente en estas elecciones la oposición se presenta en dos listas separadas, la Naranja y la Bordó. Esto es así en primer lugar, por la negativa de los compañeros a reeditar el frente Naranja – Bordó, que hace cuatro años conquistó más del 30% de los votos.
La Naranja desconoce la descomunal pelea de la Bordó gráfica ayudando a sostener la gestión obrera en Madygraf y en WorldColor (WC) o enfrentando los despidos y persecuciones en otros talleres como R. Chozas o AGM, desconocen las decenas de movilizaciones y cortes de calles que protagonizamos. Para la Naranja, tener “política” en el gremio consistiría en movilizarse de manera folklórica cada cuatro años según el calendario de la burocracia.
Pero lo más grave es que los compañeros de la Naranja se negaron a apoyar nuestro reclamo contra la proscripción que intentó imponer la Verde no sólo a la Bordó sino al conjunto de los trabajadores de Madygraf y WC. Aún hoy, siguen repitiendo los mismos argumentos estatutarios con los que la Verde intentó dejar fuera de los padrones a estos compañeros, sin la posibilidad de presentarse como candidatos para la próxima elección y sin derecho a votar.
Desde la Bordó, apoyada en su historia de enfrentar los despidos y cierres en la industria gráfica como en Donnelley -hoy bajo gestión de sus trabajadores; así como las persecuciones y despidos de activistas, nos proponemos ser alternativa a la burocracia ongarista que lleva décadas al frente del sindicato, para ponerlo al servicio de todos los gráficos, en primer lugar aquellos que enfrentan despidos y cierres, pero también de quienes pelean porque se respete el convenio o por mejorar sus salarios y condiciones de trabajo.
Decenas de trabajadoras y trabajadores gráficos de Madygraf, Printpack, de Ramón Chozas, de AGM, de Quality y de Cedinsa, seguimos recorriendo los talleres del gremio, con nuestras propuestas para fortalecer una verdadera oposición clasista y combativa en las próximas elecciones del 15 de abril.