El día de ayer, miércoles 13 de octubre se realizó a una masiva movilización convocada por el Colegio de Profesores, a la que asistieron más de 50 mil personas a nivel nacional. Esta fue en rechazo al veto presidencial al Proyecto de Ley de Estatuto Docente y a la política criminal de Piñera, responsable de las violaciones a los derechos humanos y del asesinato de Denisse Cortés en el marco de la represión policial en la movilización del día lunes contra la militarización del wallmapu.
Jueves 14 de octubre de 2021
El regreso a las calles
En el marco del gran Paro Nacional convocado por el Colegio de Profesoras y Profesores, salieron a la calle y se movilizaron alrededor de 50 mil trabajadoras y trabajadores de la educación a lo largo de todo el país, marchando en contra del veto que hizo Piñera al proyecto de Ley del Estatuto Docente que contenía demandas sentidas del profesorado como lo es la modificación a la titularidad incluyendo las horas de extensión, la derogación de los despidos por evaluación docente, y no permitir a colegas que estén próximos a jubilar la posibilidad de no realizarla, afectándoles su bono de incentivo al retiro. También la pérdida de las vacaciones de invierno y la certificación del CPEIP de las actividades en verano.
En los ánimos de la movilización convergió la rabia por los golpes dados al profesorado, con la exigencia de justicia a Denisse Cortés, abogada de Derechos Humanos asesinada por la represión de la movilización del día lunes. Todo esto a partir de una crisis del gobierno con la militarización en wallmapu y la revelación de Pandora Papers que lo involucran en escándalos de corrupción y que hizo volver a las calles el grito de ¡Fuera Piñera!
A esta movilización nacional adhirió el Confech, y recibieron también el apoyo de trabajadores de la salud y trabajadores mineros de Mantos de la Luna en Tocopilla, lo que deja entrever la posibilidad de unidad de todos los sectores en lucha contra la política criminal del gobierno. Asimismo, Carlos Díaz Marchant, presidente del CdP denunció a Piñera como responsable de la violación a los Derechos Humanos en lo últimos años en Chile, teniendo que ser juzgado e ir a la carcel. También se expresaron palabras por la libertad de todas y todos los presos políticos y por la unidad con otros sectores en lucha.
Una masividad que abre perspectivas.
La masividad lograda hoy en el país es una muestra de que a pesar de que las direcciones del Colegio de Profesores no se pusieron a la cabeza de organizar un paro efectivo, el descontento de las bases docentes es tal que una parte importante adhirió y salió a la calle a pesar de los recientes hechos de represión del gobierno de Piñera en el marco de la conmemoración del día de la resistencia de los pueblos originarios.
Y no es para menos, luego de 2 años de labor en plena crisis sanitaria, no sólo haciendo funcionar el sistema educativo con una conectividad que dejó mucho que desear, sino que además financiando el sistema junto a las familias de nuestros estudiantes, pues el grueso de esta educación fue sostenido por los planes de internet de los profesores y las familias, sino que además soportando los permanentes ataques del gobierno y en especial del odiado ministro Figueroa que insistió en una vuelta a clases presenciales sin garantías a punta de denostar la labor docente. Hoy la gota que rebalsa el vaso es el veto del mismo gobierno a una serie de modificaciones mínimas que mejoraban las condiciones laborales docentes, el pago de Chile después de las exigencias de la emergencia sanitaria.
Está claro que existe una tremenda fuerza en la movilización docente, y que puede ser mucho mayor si se la organizara seriamente. El Colegio de Profesores se tuvo que hacer eco de esta fuerza planteando recurrir a un paro total y prolongado de no anularse el veto a la Ley de Estatuto Docente, lo que abre la puerta a una perspectiva mucho mayor de movilización, para cual se hace necesario discutir en asambleas de base en los comunales y en una próxima Asamblea Nacional, un plan de lucha que permita discutir qué demandas exigir, considerando problemas como la vuelta a clases y los Servicios Locales de Educación, cómo movilizarnos y con quiénes pues lucha tras lucha ha quedado demostrado que en realidad nuestros mejores aliados no son los parlamentarios, quienes votaron a espaldas de una gran movilización una Carrera Docente rechazada ampliamente por el profesorado, sino que las comunidades educativas, nuestros colegas del sector subvencionado, y sectores que hoy también se ven afectados y se enfrentan al mismo gobierno de Piñera, como lo son los trabajadores de la salud, el pueblo mapuche y las organizaciones de Derechos Humanos.
Hoy el gobierno de Piñera es el enemigo público número uno, que vende una minera que amenaza directamente a la naturaleza en un paraíso fiscal, destruyendo no sólo el medio ambiente, sino que además la salud y educación pública a través de la reducción de sus presupuestos y la precarización de sus condiciones laborales. En ese sentido, las organizaciones políticas que declaran representar al pueblo como lo son los ex integrantes de la Lista del Pueblo, y quienes hoy levantan la candidatura de Boric desde Apruebo Dignidad donde se encuentra el Frente Amplio y el Partido Comunista, se deben poner a la cabeza también con las grandes organizaciones que dirigen, como el Confech, la CUT y las diversas federaciones de la Salud, pues a la derecha no se le enfrenta solamente en las urnas, sino que principalmente, en las calles, retomando el camino que abrió la Huelga General del 12 de noviembre del 2019, en plena rebelión popular.
Desde la agrupación de Trabajadores de la Educación Nuestra Clase te invitamos a discutir esta perspectiva con tus colegas y a ponerte en contacto con nosotros en nuestras redes si quieres conocernos y profundizar en estas ideas.