#FueraMonsanto. Gran concentración contra los agrotóxicos en La Plata

El 20 de mayo en La Plata diversas organizaciones socioambientales de la zona y alrededores se movilizaron y luego hicieron radio abierta frente a gobernación, denunciando al gobierno provincial de Axel Kicillof, a su ministra de ambiente Daniela Vilar, y al gobierno nacional de Alberto Fernández.

Entre las distintas organizaciones que se reunieron en la radio abierta, estuvo la Asamblea en defensa del Parque Pereyra conformada por trabajadores del parque y vecinos, que viene defendiendo una reserva de biósfera de gran importancia por su gran biodiversidad, una de las más grandes del país contra los planes de tala y desmonte que llevan adelante el gobierno de Kicillof con ayuda de los directivos de la Universidad de La Plata.

La misma avanzada destructiva intenta el intendente Mario Secco con la reserva natural de Punta Lara, junto a la provincia, ya que ese territorio es su jurisdicción. La destrucción de la ribera viene de hace daño y se profundizó este último tiempo.

No por nada el intendente de Ensenada abrió la sesión de este año atacando ambientalistas, y sigue con total impunidad desforestando el arbolado público, en una ciudad que es la quinta peor rankeada dentro de más de 500 municipios, y el tercer polo petroquímico más grande del país, con lo que esto significa.

También estuvieron presentes en la concentración Preservando Hudson, Asamblea vecinal Inundados de Villa Elvira, VACHUG y Asamblea contra la contaminación de Copetro, Alerta Roja (PTS), Acción Ecológica Anticapitalista (NMas), El Frente Popular Dario Santillán, Tribuna Ambiental (PO), y Red Ecosocialista (MST).

Además de la radio abierta se realizó una performance artística representando las denuncias contra las empresas que envenenan con agrotóxicos y los gobiernos que los favorecen como el nacional, provincial y hasta al municipal de Julio Garro (Juntos), que no solo favorece el agronegocio y la especulación inmobiliaria en la ciudad, sino que además envió a sus agentes de transito para entorpecer el transito en medio de la radio abierta y provocar a los manifestantes.

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Pasan los gobierno y cada vez hay mas veneno en los alimentos

Desde aquel 25 de mayo de 1996, de la mano del entonces secretario de agricultura Felipe Solá que se aprobó el ingreso al país de la soja transgénica, no cesaron los casos de cáncer y diversas enfermedades asociadas al glifosato, un agroquímico altamente contaminante y tóxico, que fue prohibido en varios países.

Hoy en Argentina se utilizan 525 millones de litros de agrotóxicos por año.

Y este panorama se agrava con la reciente aprobación del trigo HB4 por parte del gobierno nacional del Frente de Todos.

Se trata de una semilla transgénica que patentó la empresa Bioceres, que tiene entre sus accionistas principales a Hugo Sigman y los Grobocopatel.

Dicha semilla, que supuestamente resiste a las sequías, es resistente también al glufosinato de amonio, un herbicida que es 15 veces mas tóxico que el glifosato que es uno de los agrotóxicos más usados para mejorar el rendimiento de las cosechas del agropower.

Una nueva avanzada extractivista por parte del gobiernos que busca recaudar dólares para pagarle al FMI a costa del ambiente y la salud de millones que consumimos estos productos en los alimentos. Ahora también en productos de consumo básico cómo el pan.

Localmente, la región del Gran La Plata posee el cinturón verde mas grande del país, que alimenta a 15 millones de personas. Según estudios de la Universidad de La Plata se comprobó que hay agrotóxicos en los alimentos, el suelo, nuestro cuerpo, el agua, y hasta en la lluvia.

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Los agrotóxicos no solo nos llegan a través de la fumigación en los campos, sino que llegan a través de los alimentos que llegan a nuestra casa.

Un estudio sobre los controles de frutas y verduras del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) reveló que en casi 8000 pruebas detectaron 80 agrotóxicos distintos en 46 vegetales de uso diario.

Las verduras que utilizamos para nuestras comidas pueden llegar a contener una cantidad excesiva de agrotóxicos. Por ejemplo, el tomate que consumimos puede tener hasta 30.

Ha corrido agua bajo el puente, pasaron los gobiernos, tanto peronistas como radicales y del PRO. Todos siguieron profundizando este modelo extractivista que envenena a poblaciones, que fumiga escuelas, que llena los hospitales de niños y niñas con problemas en la piel, respiratorios, de intoxicación, a causa de consumir este veneno todos los días.

Esto ultimo también fue denunciado en las intervenciones de la radio abierta.

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Necesitamos otra manera de producir alimentos urgentemente, que parta de las necesidades de la población y no de los grandes empresarios y los gobiernos cómplices.

Para esto es necesario seguir en las calles organizados y coordinar la lucha del movimiento ambiental con los trabajadores de la alimentación y el sector agrario, movimientos sociales y precarizados, las familias fumigadas, los estudiantes, y las universidades que aporten el conocimiento para lograr una producción de alimentos sustentables y saludables, extendiendo a todo el territorio la agroecología, expropiando a los pocos grandes productores que concentran la mayoría del territorio y envenenan nuestra vida.