El pasado 24 se realizó un emotivo festival, organizado por los y las trabajadoras de Pepsico, contra la reforma laboral, la violencia machista y por justicia para Santiago Maldonado.
Lunes 27 de noviembre de 2017
El viernes pasado, desde muy temprana hora de la tarde, los trabajadores y trabajadoras de PepsiCo en lucha y los músicos de la Red de Bandas comenzaron los preparativos para lo que fue un gran festival en Plaza Congreso.
Desde las 18:30 horas, bandas solidarias se hicieron presentes con su música para aportar a un nuevo festival en el que tocaron Eco Ilógico, Karamelo Santo, La Fonda del Tano y cerró Proletarios, banda compuesta por trabajadores despedidos de la fábrica.
Las 3000 personas que se acercaron al evento a lo largo de la tarde-noche pudieron disfrutar de muy buena música, con una excelente calidad de sonido provisto solidariamente al igual que la totalidad de los aportes que se recibieron para la realización de los cinco festivales que se organizaron en apoyo a los trabajadores. Destacable es la solidaridad de clase de parte de los artistas, técnicos y sonidistas que se sumaron a la organización de estos hechos artístico-políticos, así como el aporte militante de la Red de bandas, La Caja Roja, Enfoque Rojo y demás agrupaciones del PTS e independientes que pusieron todo su esfuerzo para que las decenas de miles de jóvenes y, no tan jóvenes, que se acercaron a estos festivales pudieran disfrutar gratuitamente de eventos artísticos de calidad.
En estos también se pudo escuchar una perspectiva política y cultural distinta a la que transmiten los medios de comunicación masiva en boca de los trabajadores y trabajadoras de distintos gremios que están padeciendo esta arremetida anti-obrera del gobierno de Macri, los gobernadores, senadores y diputados del FPV-PJ quienes; lejos de su discurso de “resistencia con aguante”, han aprobado ya un centenar de leyes contra los trabajadores, la educación, los jóvenes y jubilados sin que les tiemble el pulso ni ponerse colorados y con la complicidad de la burocracia sindical.
Cerca de las 22 horas se proyectó un video documental de Contraimagen, muy emotivo en el que se pudo apreciar gran parte de la lucha heroica de Pepsico, desde el momento en que la multinacional anunciara con un cartel pegado en la puerta el despido de los 600 operarios, pasando por la toma de la planta, el desalojo con brutal represión de la fuerzas filmado desde la primera línea por militantes de la agrupación, los masivos festivales y marchas multitudinarias, los cortes de ruta y demás medidas de acción que las leonas y obreros de PepsiCo encabezaron durante todos estos meses.
Al finalizar el evento, que contó con la presencia de los diputados Nicolás Del Caño, Myriam Bregman y Natalia Seligra del PTS en el Frente de Izquierda; todos los trabajadores y trabajadoras subieron al escenario para saludar, agradecer y reivindicar la lucha, no solo propia sino de toda la clase trabajadora contra las medidas del actual gobierno y las patronales, diferenciándose de falsos opositores y dirigentes burócratas que lejos de representarlos actuaron a favor y en complicidad con los empresarios y el gobierno.
Terminado el festival, ya cerca de la medianoche recibimos la visita de Sergio Maldonado. Luego de un día largo, tremendo para la familia del militante asesinado y tras firmar los papeles en la morgue de las pericias que se dieron a conocer ese mismo día sobre el crimen perpetrado por la gendarmería, Sergio, aún así quiso acercarse a saludar y agradecer a los trabajadores y trabajadoras, a quienes estuvimos organizando los festivales y actos reclamando justicia por Santiago, fundiéndose en un largo abrazo con todos nosotros.
Al día siguiente, los trabajadores de Pepsico en lucha asistieron al velorio y Sergio colocó en el brazo de Santiago el brazalete con su imagen que los organizadores utilizáramos durante el festival y le obsequiamos; todo esto sucedía mientras nos enterábamos de que las fuerzas de seguridad reprimían nuevamente a la comunidad mapuche en Rio Negro, esta vez con balas de plomo, dejando un muerto y varios heridos de bala.
Sin dudas fue un gran cierre en esa carpa donde la dignidad vivió tantos meses, y sin importar la opinión de quienes por sus propios intereses o por sectarismo apuestan a la derrota; esta batalla ha sido emblemática desde el mismo momento en que su comisión interna y estos trabajadores combativos decidieron dar pelea por sus derechos, haciéndolo extensivo a los de toda la clase trabajadora, plantándose firmes ante la violencia del poder y generando alrededor de su trinchera acontecimientos de suma importancia para la unificación de las diversas luchas que se dieron en los últimos cinco meses.
Fueron los primeros en vencer la intentona de reforma laboral que se iba a tratar en el parlamento a mediados de año al enfrentar a las fuerzas represivas y hacer visible en todos los medios la injusticia que se estaba cometiendo contra ellos, con un indice de popularidad y apoyo del 65% de la población, logrando que el gobierno cajoneara hasta hace pocas semanas el proyecto de contrarreforma laboral.
Fue en esa carpa donde se reunieron obreros, estudiantes, jubilados y organismos de DDHH para organizarse y enfrentar al gobierno de los CEO con sus medidas salvajes. También ocuparon un lugar central para las movilizaciones contra el ajuste, los despidos, la represión, el femicidio, y para mantener en las calles y agenda el crimen contra Santiago Maldonado.
Fueron estos trabajadores quienes impulsaron y protagonizaron el lanzamiento del Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC) y la convocatoria abierta a todas las organizaciones que quisieran sumarse y aportar a la construcción de un polo opositor independiente con métodos democráticos ejemplares y clasistas en plenarios abiertos. Derrotado está quien no da pelea y en este caso, claramente, los trabajadores y las trabajadoras de PepsiCo salen victoriosos de esta lucha, más allá de no haber logrado aún el objetivo principal de la reincorporación. Han defendido sus derechos pese al atropello de los capitalistas, no se dejaron comprar por quienes ofrecían jugosos sobornos a cambio de sumisión, han sido artífices y promotores de la unidad a la que muchos se resisten; han sido el despertador de una clase adormecida tras doce años de discurso conciliador por las migas, con una propuesta combativa y clasista que toma protagonismo y comienza a influir masivamente entre los oprimidos por este sistema, marcando un camino.
Seguramente este haya sido el último festival en esa plaza, pero el crecimiento en la lucha ya no se puede detener ni retroceder, los artistas seguiremos estando y aportando donde haga falta y seguramente allí nos seguiremos encontrando con los y las trabajadoras de PepsiCo; y con todos los que a partir de esta lucha han tomado conciencia de la necesidad de transformar la sociedad y a este sistema injusto y criminal de raíz. Como bien dicen: "¡Seguimos en la lucha! ¡Nunca derrotados!"