Publicamos a continuación un artículo aparecido en el tradicional diario francés Libération sobre la situación de la llamada extrema izquierda en medio de la lucha contra la reforma de las pensiones, en la que destaca el rol de Révolution Permanente, organización que forma parte de la Red Internacional La Izquierda Diario en Francia.
La Izquierda Diario @izquierdadiario
Lunes 3 de abril de 2023 20:44
A continuación publicamos una traducción de un artículo de Marceau Taburet aparecido el 3 de abril de 2023 en el medio francés Libération donde repasa la situación de la extrema izquierda francesa en las protestas contra la reforma jubilatoria impuesta por el presidente Emmanuel Macron.
El Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) y Lutte Ouvriere (LO), en dificultades tanto electorales como de fuerza militantes, pretenden capitalizar la movilización contra la reforma jubilatoria, donde el joven movimiento Révolution Permanente ya se ha hecho un nombre en la extrema izquierda.
El 21 de enero, en París, el cielo azul y los rayos de sol disfrazan las gélidas temperaturas. En el trayecto entre la Plaza de la Bastilla y la de la Nación, miles de jóvenes marchan contra la reforma de las pensiones, presentada unos días antes. Un camión abierto a los cuatro vientos se abre paso entre la multitud. A bordo, personalidades de izquierdas se turnan en el micrófono para hablar durante unos minutos. El sonido es malo y los manifestantes sólo escuchan a medias. Llega el turno de Olivier Besancenot, referente del NPA (Nuevo Partido Anticapitalista). Se emociona: "La movilización de las generaciones de ayer está hoy con nosotros. Vamos a parar la sociedad, vamos a parar el país". El tono es seguro, las frases perfectamente cinceladas. A continuación se corea su nombre "¡Olivier, Olivier!". "Un renacido", ríe una mujer acurrucada en un abrigo negro. Le bastaron cinco minutos para despertar a la multitud. "Algo pasó cuando Besancenot habló. Casi habíamos olvidado lo bueno que es", admite un diputado de La Francia Insumisa (LFI).
El antiguo cartero pone todas sus fuerzas en la batalla. Sabe que se juega mucho. No es por él, a quien siempre le ha molestado la "personalización del poder", sino por la organización a la que representa, el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA). El partido, heredero de la Ligue Communiste Révolutionnaire (LCR), está sumido en una crisis interna y estalló en diciembre. Los partidarios de una línea autónoma y revolucionaria fueron invitados a irse a otra parte, y el NPA adopta ahora oficialmente una línea unitaria, junto con las demás fuerzas de izquierda, incluida LFI de Jean-Luc Mélenchon. Reducido a proporciones muy modestas, el partido cuenta con la pelea contra la reforma de las pensiones para recuperar la salud. ¿Es una apuesta ganadora? En cualquier caso, la amplitud de la movilización contra el proyecto gubernamental da un nuevo impulso a la izquierda anticapitalista. "El movimiento social ha levantado la cabeza, y nosotros también", confirma Christine Poupin, miembro de la dirección del NPA. "Es un periodo en el que todo va muy rápido, todo es más denso e intenso".
"Parte de la generación más joven es claramente anticapitalista"
Para los activistas que todos los días preparan el terreno para la revolución, ver al pueblo francés en huelga y en la calle es un alivio. La extrema izquierda se siente animada por una actualidad que no cesa de movilizar a sus sujetos favoritos. Y se ha fijado un objetivo prioritario: los jóvenes. Los mismos que, para algunos, participan en sus primeras manifestaciones. "Para ellos, se trata de una formación política acelerada desde el comienzo de la movilización", señala Christine Poupin. "El papel del Estado, de sus instituciones, de la policía... es un curso intensivo". Un proceso tanto más fácil de emprender cuanto que "una parte de la generación más joven es ahora claramente anticapitalista", afirma la historiadora Ludivine Bantigny, especialista en revoluciones y profesora en la Universidad de Rouen. "Hay, en la sociedad, mucha reflexión y cuestionamiento sobre el capitalismo. Hemos vuelto a eso. En los años 90 había desaparecido por completo. Se consideraba un sistema obvio, el menos malo de todos". Queda por ver si este impulso se traduce en adhesiones, ya que en este momento no hay ninguna garantía de que los opositores a la reforma jubilatoria decidan en gran número ampliar la movilización mediante un compromiso partidista.
En la batalla que se está librando, una organización muy joven lo está haciendo bien. Revolución Permanente (RP) -cuyo nombre hace referencia a una fórmula de Karl Marx retomada por León Trotsky- quiere ser la herramienta de referencia en las luchas sociales. A medio camino entre un partido político y un medio de comunicación, RP despliega sus fuerzas en los piquetes, en las asambleas generales, en las manifestaciones... El resultado: el movimiento se ha hecho un nombre en las redes sociales y se beneficia de una exposición mediática sin precedentes. "Es el resultado de un trabajo lanzado a varios niveles", explica Elsa Marcel, abogada y miembro de Révolution Permanente. "En primer lugar, seguimos las luchas intensamente y lo más cerca posible del terreno. En segundo lugar, nos apoyamos en lugares estratégicos, sobre todo en las universidades, pero también en el sector agroalimentario, en la SNCF (ferroviarios), en las refinerías, etc.".
Recientemente invitada a los estudios de televisión, sobre todo en los canales France 5 y BFM TV, Elsa Marcel es una figura de moda que maneja con brío el arte de la oratoria. Lo mismo ocurre con Ariane Anemoyannis, estudiante en la universidad París-I y rostro del movimiento. Frente a la supuesta "pasividad" de otros partidos como Lutte Ouvrière (LO), y el "estancamiento" del NPA en sus peleas internas, RP pretende encarnar una tercera vía y sacar "nuevos perfiles". "En las redes sociales, la gente dice que es bueno ver a mujeres jóvenes que se reafirman y se defienden", afirma la abogada.
Infligir su "primer revés" a Macron
Una proeza cuando se piensa que la organización, nacida de una escisión del NPA, se creó oficialmente en diciembre, en un congreso fundacional en París. "Sabíamos que la batalla de las pensiones sería nuestro bautismo de fuego", afirma Elsa Marcel. "Queremos aprovechar la prueba de la lucha de clases" agregó. Un puñado de personalidades vinieron a apoyar las iniciativas de RP, entre ellas la actriz Adèle Haenel, el filósofo Frédéric Lordon y el rapero Médine. Este último estuvo presente en la refinería de Normandía el 24 de marzo para impugnar las requisiciones contra los trabajadores.
Te puede interesar: En la refinería de Le Havre continúa la huelga, con el apoyo de Adèle Haenel y Frédéric Lordon
Te puede interesar: En la refinería de Le Havre continúa la huelga, con el apoyo de Adèle Haenel y Frédéric Lordon
El reto ahora es saber si estas organizaciones podrán influir en el curso de esta batalla. Christine Poupin está convencida de que la pela con el gobierno "no será en los mismos términos según ganemos o perdamos". LO, que rehúye las reuniones conjuntas de la izquierda a diferencia del NPA, que comparte escenario regularmente con otras fuerzas, espera infligir su "primer revés" a Emmanuel Macron: "Sería un punto de apoyo para nuevas batallas sobre nuestros salarios y condiciones de trabajo", afirma la organización trotskista. En el caso de Révolution Permanente, quieren capitalizar "las aspiraciones a una transformación profunda de la sociedad", que expresan en particular los jóvenes, fustigando a un "régimen que se ha quedado sin aliento". "Hay una gran receptividad a nuestras ideas", insiste Elsa Marcel. Recibimos muchas solicitudes para unirse a nosotros. Todavía no es la "Gran Noche" pero, como nos recuerda Ludivine Bantigny, "la revolución es una preparación lenta que pasa por movimientos de lucha social".