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Red Internacional
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MUNDO OBRERO. Gran seguimiento de la huelga de médicos en Vigo

Los días 21 y 22 de mayo se realizó una huelga de médicos de Atención primaria en la ciudad de Vigo. Protestan por la sobrecarga de trabajo y los recortes en el sector. Los pacientes apoyan su causa, conscientes de la situación.

Jacobo A. García

Jacobo A. García @Jacobscarface

Miércoles 22 de mayo de 2019

Desde que asumió Alberto Núñez Feijóo se ha sucedido una década de ajustes en la sanidad. Hay grandes restricciones a la cobertura de bajas de los médicos, y la precariedad laboral en otros sectores como la enfermería o servicios auxiliares cada vez es mayor, con contratos de una semana o menos.

En esta ocasión, los convocantes del paro, al que fueron llamados unos 500 médicos, reclaman un mínimo de 10 minutos por paciente y facilidades para derivar a los mismos a un especialista, así como la recuperación de los complementos salariales desde 2010.

Los organizadores cifraron en un 90% el seguimiento del martes, rebajándose al 35% según fuentes del SERGAS (Servizo Galego de Saúde).

La decisión de convocar la huelga fue tomada por los trabajadores el 6 de Mayo, sin el apoyo de los sindicatos. Los trabajadores lo votaron en asamblea: 147 votos de los 161 emitidos fueron a favor de hacer huelga. Expresaron así su malestar con la burocracia sindical, que suspendió la huelga del 9 de abril, haciendo caso de las promesas vacías del gobierno.

“Cuando se suspendió la otra huelga nos sentimos engañados; no solo nosotros sino los médicos de atención primaria de toda Galicia, lo que pasa es que aquí en Vigo el movimiento es más potente, estamos aún peor”, explica el doctor Manuel Domínguez Sardiña, del centro de salud de Sárdoma, en el municipio de Vigo.

Los médicos se quejan de que las condiciones de trabajo son insostenibles, pasando consulta a hasta 60 pacientes al día. En comparación, en países como Inglaterra se atienden a 15 pacientes por día, lo que hace que muchos médicos (sobre todo jóvenes) se planteen la posibilidad de emigrar.

El paro en Vigo ha tenido muestras de solidaridad en el resto de ciudades gallegas. De igual forma que el pasado diciembre la dimisión de una veintena de jefes de servicio de la comarca de Vigo generó más movilizaciones. Se realizaron movilizaciones en Pontevedra, A Coruña, Santiago y otros lugares, bajo el lema “Vigo somos todos”. En Ferrol los médicos de atención primaria también realizaron parones parciales.

En las últimas semanas los médicos de distintas ciudades (A Coruña, Santiago, Ferrol, Pontevedra, Vigo y Ourense) se han estado organizando, en la recientemente formada “Asamblea de Áreas Sanitarias de Galicia”, y preparan otra huelga en toda la comunidad para el 19 de junio.

Por su parte, el personal de los puntos de atención continuada (PAC) se ve privado de su derecho a la realización de la huelga desde el pasado enero. Han realizado multitud de concentraciones, pero debido al imperativo legal del gobierno, la huelga indefinida que desea realizar este sector no se puede hacer efectiva al considerarse el suyo un servicio esencial para la sociedad, con lo cual establecen el 100% de los servicios mínimos. Es decir, en la práctica, la negación de su derecho a huelga.

Trabajadores de estos servicios celebraron este lunes 20 una vigilia a la noche en distintos rincones de la comunidad para conmemorar sus 18 meses de lucha alrededor de la plataforma PACs en Pé de Guerra. Las movilizaciones comenzaron a resurgirdebido a la muerte de un hombre el verano de 2017 en los pasillos del PAC de A Estrada (Pontevedra). Ese centro es uno de los más de 50 que en Galicia se quedan por momentos sin facultativos porque el único que tienen debe salir también a cubrir las emergencias del exterior.

Aplaudimos la determinación de los médicos de Atención Primaria, que están llevando a cabo un proceso de autoorganización, luchando contra los recortes del gobierno del PP gallego, así como contra las traiciones y titubeos de las direcciones sindicales burocráticas y pactistas.

Pensamos, asimismo, que es necesaria una mayor coordinación con otros sectores de la sanidad, como enfermería, o los servicios auxiliares en una gran huelga sanitaria en la comunidad, y también a nivel estatal, para denunciar la situación de recortes, y pelear para parar todos los procesos de privatización y pérdida de derechos en el camino de la pelea por una sanidad pública, gratuita, de calidad y universal.