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Red Internacional
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Plebiscito. Grandes empresarios aportan millones a campaña del Rechazo

Amigos de Piñera, leones de Sanhattan, empresarios agrícolas, madereros, dueños de fundos, este es el perfil de los aportantes millonarios a la campaña del Rechazo.

Miércoles 27 de julio de 2022

El Servicio Electoral dispone la publicación de los distintos aportes que reciben las campañas políticas de cara al plebiscito del 4 de agosto. En su sitio web se puede descargar la nómina de todos lo aportantes a las opciones plebiscitarias, según puede verificarse en este link.

Según la información publicada la opción del Rechazo al 26 de julio del 2022 reporta aportes por $160.588.400 de pesos, esto es un 98,6% de los aportes totales. Mientras el apruebo concentra apenas un 1,3% de los aportes con $2.23.863 pesos.

Entre los aportantes al rechazo que más destacan serían Juan Andrés Camus, empresario cercano a Piñera (a cuya campaña presidencial aportó más de $13 millones de pesos) y fundador de Ceflin Capital, director de la Bolsa de Santiago desde el año 2010 y su presidente desde el año 2014, además de ser director del Centro de Estudios Públicos, quien suma $9 millones de pesos en aportes.

Cabe destacar que en una carta emitida por Camus a los accionistas de la Bolsa de Comercio de Santiago dejó en claro su opción para estas votaciones señalando que “mientras menores sean los cambios a las reglas del juego y se despeje la incertidumbre, mejor será para la inversión”.

Otro importante financista del rechazo es Italo Zunino Besnier, vicepresidente nacional de Evópoli y empresario forestal, quien realizó una donación de $10 millones de pesos, la mayor cifra donada hasta el momento por una persona individual.

Destaca también el aporte de Sergio Silva Fraser, empresario inmobiliario, quien donó $3.335.000 de pesos al comando Por una Constitución bien hecha, colectivo que además sumó $2.950.000 de pesos del ex ministro UDI Félix de Vicente, quien previamente habría aportado a este mismo comando $2.8 millones de pesos.

A estos se suma Juan Francisco Mackenna, abogado del estudio Carey, miembro de la mesa de energía de la Confederación de la Producción y el Comercio, director del diario derechista El Líbero y ex director del Instituto Libertad, ligado a Renovación Nacional, el cual presente un aporte de $4.400.000 millones de pesos.

Adicionalmente llama la atención los aportes realizados por el empresario Luis Frohlich Mohr, empresario agrícola acusado de contaminar el agua del río Rahue en Osorno, además de ser conocido en los círculos de rodeo, y Marcelo Hofmann Niklitschek, empresario agrícola, quienes por Lecheros del Sur aportaron $2 millones de pesos cada uno respectivamente.

Así mismo, aparecen en el reporte del SERVEL los aportes de Juan León Babarovic, fundador de la empresa Sonda, por $1,5 millones de pesos, quien ya en la elección senatorial desembolsó $16 millones de pesos en apoyo a los candidatos de derecha Luciano Cruz-Coke y Ramón Barros.

Otro aporte destacado vendría de Eduardo Muñoz Vivaldi, presidente y fundador de la corredora de bolsa Nevasa, quien hizo un aporte de $10 millones de pesos.

Como se puede ver el rechazo cuenta con un fuerte aporte del mundo empresarial y financiero. Amigos de Piñera, corredores de bolsa, empresarios agrícolas, madereros, dueños de fundos, este es el perfil de quienes financian la campaña del rechazo en defensa de sus privilegios y negocios millonarios, que, agrupados bajo el rechazo, buscan desechar cualquier modificación a la Constitución de Pinochet.

Con un gobierno moderado y debilitado el rechazo gana espacio y desde la otra vereda ya empiezan a ensayar una nueva cocina que modere aún más las expectativas de cambio constitucional, para ello desde uno y otro bando hablan ya sea de rechazar o de aprobar para reformar, es decir que sea como sea el debate constitucional volverá a las manos del parlamento y los políticos tradicionales de la derecha y la ex concertación, con figuras como los ex presidentes Ricardo Lagos o Michelle Bachelet.

Millones de personas abrigan la esperanza de que un cambio constitucional podría abrir las posibilidad de modificar la herencia de la dictadura, sin embargo esto no puede quedar en manos de los políticos que por 30 años utilizaron el régimen para proteger los negocios empresariales, es decir, un Chile basado en privilegios para los grandes millonarios.

Las demandas que el estallido social puso a la orden del día no se satisfacen con la nueva carta magna y aún así ya se ensayan proyectos de reforma para moderarla aún más, los trabajadores y sectores populares que honestamente se inclinan por aprobar no pueden depositar su confianza en quienes instalaron el Acuerdo por la Paz.

Por otro lado, la “izquierda” de la Convención, léase el Partido Comunista, la ex Lista del Pueblo y los Movimientos Sociales Constituyentes, que plantearon “rodear” la Convención pero nunca organizaron nada ni a nadie, hoy nos plantean aprobar críticamente para mañana profundizar, sin hablar, siquiera, de cómo organizar las fuerzas sociales para luchar por cambios estructurales.

Si queremos ir por más, no basta con el voto este 4 de septiembre, es necesaria la organización independiente de los trabajadores y sectores populares no sólo para conquistar el reconocimiento de algunos derechos democráticos básicos, sino que para cambiar de raíz este sistema de explotación por uno que ponga al centro las demandas y necesidades populares.