Dueños de grandes cadenas hoteleras despiden a miles de trabajadores, y cierran los hoteles para evitar que sean utilizados durante esta crisis por covid-19.
Viernes 3 de abril de 2020
Las grandes cadenas hoteleras han cerrado y despedido a miles de trabajadores por la crisis causada por el coronavirus, con la promesa de que al término de la cuarentena se les regresaría a sus trabajos con normalidad. Mientras tanto, todos estos grandes hoteles, cerrarán dejando miles de habitaciones vacías. Habitaciones que podrían ayudar como clínicas para enfermos por COVID-19.
Al empezar la emergencia por el COVID-19, las ocupaciones de habitaciones dentro de los hoteles fueron disminuyendo y con esto se empezó a justificar la anulación de contratos para muchos de los trabajadores. Los más afectados de esto serían los que ejercen puestos como camaristas, lavalozas, bellboys (los chicos que llevan las maletas a las habitaciones), meseros y en general todos aquellos puestos que dan mantenimiento y ejercen las tareas más pesadas del hotel.
Todos ellos laboran día a día en una jornada de ocho horas con sueldos precarios de hasta $3,600 pesos, dependiendo de las propinas que deja el huésped para obtener mayores ingresos y así poder sobrevivir e incluso mantener a toda una familia. A pesar de saber esto, los patrones, anularon sus contratos y los enviaron a casa sin goce alguno de sueldo. Privándolos incluso de las prestaciones que les brindaban, entre ellas el seguro social que en tiempos como estos, se vuelve vital tener garantizada esta ayuda.
El sistema de contratación dentro de los hoteles funciona a través de 3 contratos que cada uno se irá firmando cada 28 días. Al terminar estos 3 contratos pasan a ser trabajadores de planta. A éstos últimos se les ha obligado a dar 9 días de “descanso solidario” al mes, sin goce de sueldo ni prestaciones de ley.
Una vez más los trabajadores son los que tienen que pagar por estas crisis ya que mientras ellos son enviados a casa sin un quinto en la bolsa, los patrones siguen gozando de las ganancias millonarias, a pesar de que los hoteles se encuentren completamente cerrados.
El cese de actividades dentro de los hoteles, se ha entendido sí por una “pérdida de ganancias” al no haber flujo de turistas. Aunque no es el único motivo por el cual se han apresurado a detener totalmente las actividades dentro de los hoteles: las grandes cadenas no quieren recibir a los enfermos por COVID-19.
A trabajadores administrativos y a Recursos Humanos, se les ha dado la orden de hacer inventarios lo más pronto posible para cerrar completamente los hoteles y no dar respuesta ante la crisis que causa la falta de instalaciones para recibir enfermos dentro del sector de salud. Cuando bien, ellos podrían prestar instalaciones para que se les hagan las adecuaciones necesarias y dar recibimiento a todos los afectados por el coronavirus. O incluso que puedan ser destinados a refugios transitorios para mujeres víctimas de violencia o recibir a las personas que no tienen vivienda.
Hoy ante la enorme crisis queda completamente en claro que es necesaria la organización del pueblo trabajador para plantarse contra el patrón para exigir el cese de despidos y el goce total de sueldo durante esta cuarentena. También para exigir que todos los grandes hoteles que cierren o despidan, sean gestionados por las y los trabajadores, junto con especialistas y trabajadores de la salud, para abrir sus puertas para adecuar sus habitaciones y así poder recibir a los enfermos por COVID-19.
Te puede interesar: Los grandes hoteles deben servir para enfermos del COVID19
Te puede interesar: Los grandes hoteles deben servir para enfermos del COVID19