Graue se mantiene en la rectoría tras un proceso de designación completamente antidemocratico, ¿Cuáles son los retos para el movimiento estudiantil?
Agrupación Juvenil Anticapitalista @AgJuvAnticapMx
Viernes 8 de noviembre de 2019
En la página web de la Universidad Nacional Autónoma de México, la mañana de este viernes 8 de noviembre, apareció un mensaje junto a un reloj en cuenta regresiva anunciando que la Junta de gobierno daría un mensaje importante a las 14:00 horas de este día.
Entre la comunidad universitaria y en distintos medios de comunicación comenzó a especularse sobre la designación del nuevo rector para el periodo 2019-2023.
Justo cuando el reloj marcaba las 2 de la tarde en un mensaje que se transmitió por YouTube se anunció la reelección de Luis Enrique Graue Wiechers cuya rectoría ha quedó marcada por la incapacidad para resolver los graves problemas de inseguridad y de violencia contra las mujeres al interior de la máxima casa de estudios.
Graue: un rector muy cuestionado
No podemos olvidar que durante su primera gestión, la universidad conoció episodios de violencia como hace mucho tiempo no se veían. El ataque porril del 3 de septiembre de 2018 en la explanada de rectoría, en coordinación con las autoridades de Auxilio UNAM, levantó durante ese mes de septiembre un amplio movimiento estudiantil como no se veía en muchos años.
Entre las demandas de aquel movimiento resalta un profundo malestar por el régimen vertical y antidemocrático de toma de decisiones que caracteriza la estructura de gobierno de la UNAM. En ese tenor, destaca el proceso antidemocrático y de simulación por el que se reeligió a Graue para un segundo período en el que, una vez más, la Junta de Gobierno conformada por un reducido grupo de “notables”, decidió a espaldas de la comunidad universitaria.
Durante los primeros cuatro años de su mandato, se han dado al menos 45 casos de desaparición, feminicidios y asesinatos, aún sin resolver, mismos en los que Graue obstaculizó los procesos de investigación. Así como los altos índices de violencia contra las mujeres, de los cuales la rectoría intentó lavarse la cara con el deficiente Protocolo de violencia de género y la campaña He for She.
A esto se suma el clima de violencia al interior de la universidad, que devino de las “medidas de seguridad” impuestas desde arriba, como el enrejamiento de áreas verdes, aumento de cámaras y cuerpos motorizados, que han servido solo para criminalizar a la juventud. De la mano de campañas que responsabilizan a los consumidores con frases como “no es tu amigo, es un narco”.
También se mantuvieron las pésimas condiciones laborales para trabajadores administrativos y sobre todo a los académicos por asignatura que mantienen sueldos muy bajos, mientras la alta cúpula de la UNAM tiene sueldos exorbitantes.
Como cereza del pastel, su rectorado se destacó por la represión y persecución a los sectores de la comunidad universitaria disidentes, con el avance en contra de cubículos estudiantiles y organizaciones políticas.
Los grupos de poder en la UNAM
Por otro lado, la reelección de Graue, significa que el grupo de los médicos se mantendrá por cuatro años más al frente de la UNAM, convirtiéndose en el grupo de poder con más tiempo al frente de la rectoría -por lo menos en la historia reciente-. No olvidemos que desde que este mismo grupo rompió con ayuda de la extinta PFP la huelga del 99-00, los siguientes rectores han pertenecido todos a este grupo ligado de manera histórica con el PRI. Uno de ellos, José Narro incluso fue parte del gabinete presidencial de Enrique Peña Nieto e intento recientemente competir por la presidencia de ese partido.
La debacle que sufrió el PRI en el tablero electoral durante las elecciones del año pasado ha ocasionado que la universidad y algunos de los gobiernos estatales sean la ratonera donde se esconden los representantes más rancios del viejo PRI y desde luego no está en sus planes perder este coto de poder.
No obstante, en el camino por la rectoría quedó Angélica Cuellar, la candidata de Morena que nunca llegó a convertirse en una alternativa real para los grupos de poder dentro y fuera de la universidad. Sin embargo es muy probable que, en el reacomodo político entre los distintos grupos, un sector cercano al partido en el gobierno consiga más posiciones para intervenir en el mediano plazo.
Continuemos en la lucha por la democratización de la UNAM
Lo anterior deja de manifiesto que pese al cambio de rector todo cambia para no cambiar. Para barrer con el régimen autoritario de la universidad necesitamos que miles de estudiantes de la mano con los trabajadores docentes y no docentes levantemos un potente movimiento que imponga a través de la movilización una agenda política al servicio del grueso de la comunidad.
Desde la Agrupación Juvenil Anticapitalista, hacemos un llamado al conjunto de la comunidad para organizarnos de manera independiente a las autoridades universitarias y del Estado para hacer frente a este nuevo periodo en donde la batalla por la democratización de la UNAM seguirá en la orden del día. Es necesario continuar con la exigencia de voto universal para elegir al rector y a los puestos directos, así como impulsando la organización estudiantil independiente y en unidad con trabajadores y académicos en perspectiva de imponer con la movilización un gobierno tripartito con mayoría estudiantil que responda realmente a los intereses de la mayoría de la comunidad universitaria.
Te invitamos al festival contra la antidemocracia en la UNAM, en el que presentaremos los resultados de la Consulta por la democratización, el 12 de Noviembre a las 12 hrs en las islas de CU.