En el transcurso de la mañana del viernes el personal del hospital Misericordia de Córdoba se anotició con el desmantelamiento total de áreas completas del hospital bajo el argumento de transformarlas en aéreas para Covid-19. Corren fuertes rumores de que traerían personal del Ferreyra y del Privado para atender el área bajo amenaza de traslados al personal.
Sábado 19 de septiembre de 2020 12:41
Desde que comenzó la pandemia, el hospital Misericordia viene denunciando el agravamiento de las críticas condiciones en las que se trabaja. Este nosocomio, no había sido designado para tratamiento de pacientes positivos de COVID- 19 por lo que recibía toda la demanda proveniente de la zona sur de la ciudad para patologías no relacionadas con COVID, siendo una referencia para todo lo que incluye patologías pediátricas.
A partir de una nueva decisión del COE de transformar áreas del hospital para tratamiento de pacientes COVID, en el transcurso de la mañana se le ordenó al personal desarmar áreas completas del hospital, a la vez que se trasladaron ese mismo día a todos los pacientes pediátricos de la UTIP y la UCIP a otros nosocomios. Entre los servicios afectados se encuentran áreas claves para la atención pediátrica como cuidados intensivos con un equipo formado ya hace más de diez años o la unidad de cuidados intermedios pediátricos que ahora serían derivados a otros nosocomios de la ciudad.
Por si fuera poco, al personal le “dieron a elegir” entre ser trasladados al Hospital de Niños o quedarse a atender en otros servicios del hospital con total incertidumbre de las tareas que podrían llegar a desempeñar y las condiciones en que tendrían que trabajar.
El aumento de la curva de contagios ha disparado la demanda de camas, y es de público conocimiento la situación crítica del sistema público que podría llegar a colapsar como ya se ve en otras provincias. El problema es que el PJ junto al COE intenta parchar con curitas un sistema sanitario que lleva décadas en terapia intensiva. Entonces arman salas COVID desmantelando otras áreas, en lugar de refaccionar zonas del hospital que como bien denuncia el personal, se encuentran casi en desuso.
Así, se pone en riesgo la vida de niñas y niños que pierden un lugar de referencia para la atención pediátrica. Niños y niñas que provienen de los sectores más vulnerables de la zona sur de la ciudad y que vienen sufriendo la degradación constante de la calidad de vida producto de la crisis aguda que se está viviendo.
Desde el hospital denuncian que la situación es grave: “Quedaría solo la guardia de pediatría, y les plantearon a los residentes terminar la residencia en otro lado. Al no haber terapia, si llegara por guardia un niño en estado crítico no tendríamos donde internarlo, y la vida del niño pasaría a depender de un traslado, y conseguir cama en cualquiera de los otros hospitales que también están al límite”. Cada año, la llamada contingencia de invierno, (las enfermedades respiratorias propias de la estación) varía. A veces puede haber mayor demanda, y estar completamente saturados, y otras menos, pero desmantelar el servicio es jugar a la ruleta rusa con la vida de los niños. Sabemos lo difícil que es llegar a un hospital en estos tiempos, donde producto de la cuarentena muchas enfermedades prevalentes han dejado de recibir tratamiento por las dificultades que tiene la gente para llegar al hospital, pero eso no quiere decir que se tenga que desmantelar un servicio que costó años armar y formar”. Menciona otra trabajadora del hospital.
¿Avanzada privatista en curso?
Pero por si fuera poco, desde el hospital denuncian que desde ayer a la mañana corre un fuerte rumor en relación a que traerían personal del sector privado para atender estas nuevas camas para Covid. No sería para nada sorprendente que el PJ junto al COE busquen aprovechar la situación para avanzar en más planes privatistas en la salud pública.
La voluntad de liquidar lo público no es nueva, ya se había avanzado en la privatización de laboratorios, y la tercerización de servicios esenciales como limpieza, lavaderos y cocina. En el propio hospital misericordia intentaron privatizar hasta la farmacia. Desde el hospital advierten que: “para las nuevas áreas van a llevar personal del Hospital Privado y del Ferreyra al hospital para cubrir tareas para las que estamos absolutamente formados”. Denuncian también la complicidad de la dirección del hospital y de las conducciones sindicales en permitir esta avanzada privatista que profundiza el desmantelamiento de la salud pública.