Smata, UOM y otros sindicatos elaboraron un informe sobre la situación de la economía en la región. Sin embargo, en vez de romper la tregua que tienen con los gobiernos salen en defensa de los empresarios.
Jueves 29 de diciembre de 2016
El informe elaborado por varios gremios industriales alerta sobre la situación económica crítica que estamos viviendo muchos trabajadores. Pero el ajuste macrista sigue su marcha porque estas mismas burocracias sindicales mantienen la tregua con el gobierno y los empresarios. Un ajuste que aplica Macri pero que cuenta con el apoyo de Massa, el kirchnerismo y el gobierno provincial, ya que son estos quienes vienen votándole a Cambiemos todas las leyes de ajuste.
Como se muestra en el escrito presentado los gremios reconocen lo que está sucediendo con los despidos, el recortes de horas extras y la mayor productividad, pero nada hacen para dar una respuesta a los obreros que somos los que pagamos los platos rotos de una crisis que no generamos.
El mismo comunicado se refiere a las consecuencias del plan económico del gobierno macrista durante su primer año de gestión: más de 160 mil trabajadores en la calle, cierres de fábricas como el caso de Ar Zinc en Fray Luis Beltrán o centenares de despidos de contratados. Pero a pesar de estas menciones para estos burócratas sindicales el número de despedidos es sólo una cifra, para nosotros en cambio es la incertidumbre de no saber cómo sostener nuestros hogares.
Estos dirigentes sindicales además de la tregua con el gobierno mantienen una alianza con los empresarios justificándolos en los despidos que vienen aplicando con el argumento de la apertura de las importaciones. Estos mismos empresarios que ganaron millones durante los últimos años a costa de nuestro sacrificio, pretenden que ante la menor caída de sus ganancias hacer que la paguemos nosotros con el hambre de nuestras familias.
Hay cientos de despidos a cuentagotas en la industria del calzado o las automotrices como Mefro Whells que amenazó con cerrar el próximo año. También genera indignación el caso de Acindar Rosario que ante la amenaza de cierre la UOM Rosario no llevó adelante ninguna medida de fuerza para pararle la mano a estas multinacionales que se la llevaron en pala y hoy quieren descargar la crisis dejando a sus trabajadores en la calle.
Para nosotros en cambio cada despido, cada ataque a nuestras condiciones de trabajo es un grito de guerra para salir en defensa de nuestros compañeros, de sus familias y de las nuestras también. Allí estuvimos en Bambi, en Electrolux, en Acindar luchando contra los ataques que implementan las empresas con el aval de los gobiernos y el sindicato.
Cuando a principios de año las centrales obreras se vieron presionadas hicieron una gran movilización en Capital Federal que, sin embargo, por no romper la tregua con el gobierno terminó siendo solo un "saludo a la bandera" y una utilización de la fuerza de los trabajadores para la rosca de la interna del peronismo.
Antonio Caló afirmó que durante el 2016 hubo 8 mil despidos y más de 14 mil suspensiones. No solo esto sino que anunció que aún quedan más despidos por delante ya que "las empresas decidieron despedir a fin de año", y concluyó con que no van a hacer nada contra el gobierno porque fue el pueblo el que lo votó. Frente a la gran sangría anunciada estos burócratas sindicales piensan no hacer nada, mucho menos preparar la resistencia al ajuste del gobierno.
Estos mismos dirigentes, como Donello de la OUM Rosario, que son los que nos negaron el derecho a mí y a mis compañeros a organizarnos sindicalmente por mejores condiciones laborales y nos pagaron con despidos. Más aún, frente al fallo judicial que ordena mi reinstalación en Liliana SRL estos dirigentes me niegan como un trabajador, mostrando la alianza que tienen con la empresa.
Desde la Agrupación Metalúrgicos de Base peleamos por la defensa de todos los puestos de trabajo tanto de efectivos como de contratados y exigimos a los sindicatos que rompan ya la tregua que tienen con el gobierno nacional y provincial. Basta de amagar con “medidas” en un papel y para la tribuna. Necesitamos un plan de lucha de todos los trabajadores de la región empezando por asambleas en todas las fábricas y lugares de trabajo. Podemos frenar el ajuste, tenemos la fuerza.