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Red Internacional
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Fondos Buitre. Griesa y la Corte de Apelaciones siguen jugando con los bonos argentinos

El juez Thomas Griesa autorizó al Citibank el pago de los intereses de deuda que vencen en marzo y junio. La condición es que el banco abandone la custodia de los títulos argentinos, tal cual lo manifestaron sus representantes. Mientras tanto, la Corte de Apelaciones de Nueva York postergó hasta el 31 de marzo una decisión sobre el desacato de Argentina.

Miércoles 25 de marzo de 2015

El lunes 23 se conoció que el juez de Nueva York autorizó formalmente al Citibank a realizar el pago de intereses de bonos bajo legislación argentina en su poder en sus dos próximos vencimientos, a fines del mes de marzo y de junio.

A su vez, el fondo buitre NML informó sobre su participación en la negociación que días atrás llevó adelante el Citibank y el juez neoyorquino, dando su aval para que el magistrado autorizara a la entidad financiera a llevar adelante esas acciones.
“El juez Griesa aprobó este acuerdo que aplica solo al Citibank y fue diseñado específicamente para abordar las circunstancias únicas que enfrenta Citi Argentina”, después de que la entidad “anunciara que estaba dejando el negocio de la custodia (de bonos) en Argentina”, señaló el comunicado difundido por NML.

En su escrito con fecha 20 de marzo, el juez del distrito sur de Nueva York aseguró que si el Gobierno nacional realiza el pago de intereses con vencimiento del 31 de marzo, el Citibank Argentina “puede procesar el pago en el curso ordinario”.
Griesa hace viable así los depósitos para cancelación de vencimientos del 30 de junio, aunque con ciertas condiciones sujetas al cumplimiento de pasos establecidos en la orden y que hacen a la salida del Citibank Argentina del negocio de custodia de los bonos bajo legislación argentina en su poder.

El documento, de ocho páginas, estableció también que con el acuerdo alcanzado entre las partes, el Citibank “renuncia a todos los derechos de apelar” las decisiones previas del tribunal distrital sur y de buscar futuras medidas cautelares ("stay", en su original en inglés), sin el “consentimiento” de los demandantes a quienes deberá, además, ir informando sobre los planes que hacen a su estrategia de salida como custodio de los bonos.

La Corte de Apelaciones se toma más tiempo

El martes 24 también hubo novedades en el litigio entre Argentina y los fondos buitre. La Corte de Apelaciones de Nueva York decidió postergar hasta el 31 de marzo su resolución sobre una moción para desestimar la apelación de la Argentina contra el "desacato" declarado por el juez Thomas Griesa y, por lo tanto, pospuso una definición del caso.

Estaba previsto originalmente que la resolución de dicha moción se realizara el día de ayer, pero finalmente los tribunales norteamericanos postergaron la misma hasta el 31 sin dar ningún argumento, explicaron fuentes allegadas al caso.

En septiembre del año pasado, el juez Griesa había declarado en "desacato" al país por rechazar el pago a los fondos buitre por 1.350 millones de dólares más los intereses.

Luego, el Gobierno apeló la medida ante la Cámara Superior, y a fines de febrero último presentó ante dicha Corte su posición de que la figura de desacato impuesta por Griesa resulta "violatoria de la inmunidad soberana del país y es contraria a la legislación establecida en los Estados Unidos".

Además, en dicha presentación, a través de los abogados que representan al país ante los tribunales estadounidenses, del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, Argentina rechazó la "moción de desestimación" realizada en febrero por los fondos buitre.

Mientras el Gobierno sigue hablando de un supuesto desendeudamiento que habría solucionado la histórica dependencia que genera la deuda con las potencias imperialistas, en Nueva York abogados, jueces y especuladores siguen jugando con los títulos de deuda argentinos. En esa situación se cayó por la concesión de soberanía que tiene la mayoría de las emisiones de deuda, como la realizada en los canjes de los gobiernos kirchneristas. La deuda sigue subiendo en términos absolutos y se lleva miles de millones de dólares cada año. Significa un enorme peso para el pueblo trabajador.