Entrevistamos a Gastón Grisoni, presidente de Crysol (Asociación de Expres@s Polític@s del Uruguay), quien opinó acerca de los lamentables dichos de Manini Ríos ayer en el Senado.
Miércoles 15 de abril de 2020
LID: ¿Qué opinión te merecen los dichos del senador Manini Ríos de ayer en referencia a la prisión de octogenarios por hechos ocurridos hace más de 40 años?
GG: Con su intervención en la Cámara de Senadores, en la tarde de ayer, el general retirado Guido Manini Ríos nuevamente tomó posición en defensa de los criminales del proceso cívico militar.
Aunque durante el proceso no tuvo un rol destacado debido a su edad, es una persona absolutamente consustanciada con el mismo. El ocultamiento de las declaraciones de Gavazzo y de Pajarito Silveira durante el tribunal de honor que los juzgó, son una clara muestra de ese compromiso no solamente declarativo. Ocultó la información para asegurar la impunidad en dos causas importantes.
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LID: Según Manini, estas acciones están movidas por un claro ánimo de "venganza" impulsado por unos pocos "setentistas". ¿Cuál es tu visión?
GG: A diferencia de lo ocurrido en los demás países de la región, en Uruguay solo un pequeño grupo de criminales ha sido juzgado y condenado. Muy pocos de ellos, además, cumplen prisión efectiva. Tanto en Chile como en Argentina, han habido centenares de procesados y condenados.
El proceso judicial contra Lawrie Rodríguez, involucrado además en los asesinatos de Leonardo de los Santos en 1973 y de Cristina Saldaña en 1976 se demoró excesivamente debido a las maniobras dilatorias interpuestas por la defensa. Los crímenes de Lesa Humanidad son imprescriptibles y los delincuentes deben ser tratados como tales.
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LID: También mencionó sobre una "tergiversación" de lo que verdaderamente ocurrió en aquella época. ¿Qué opinás al respecto?
GG: Las declaraciones de Manini Ríos deben ser interpretadas no solamente como un exabrupto discursivo para llamar la atención. Es parte de la estrategia desarrollada durante estos años. Hay un fuerte cuestionamiento, reiterado, al Poder Judicial y una amenaza velada a los operadores del sistema, para evitar que se sigan procesando las investigaciones.
Hay pedidos de condena para algunos de los principales oficiales represivos que operaron en el Batallón Florida, epicentro de la represión contra las organizaciones de izquierda durante 1972, y también hay un pedido de desafuero que involucra al propio general Manini Ríos, para juzgarlo y condenarlo por ocultar información, por no informar a la justicia de las declaraciones de Gavazzo. Tres generales retirados han declarado durante las investigaciones judiciales, en un hecho insólito, contra Manini Ríos. Hay pruebas contundentes para que sea procesado, es un delincuente y está demostrado.
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LID: Manini reivindica que en otros momentos de la historia se han tomado las "medidas prontas de seguridad" en gobiernos constitucionales. Pareciera que ahora estaría planteando lo mismo para este momento actual. ¿Cuál es tu opinión?
GG: El Terrorismo de Estado fue parte de una estrategia continental de readecuación de las economías regionales. Las medidas prontas de seguridad fueron una herramienta represiva que instaló en 1968 Jorge Pacheco Areco para reprimir, pero también para gobernar eludiendo la actuación del Poder Legislativo. Fueron instaladas para disolver los Consejos de Salarios y recortar el poder adquisitivo de los trabajadores y de los sectores populares. Cuando las mismas se aplicaron, las organizaciones armadas eran pequeñas y con poca influencia real en los sectores populares. Fue el programa socio económico de las clases dominantes y su política represiva la que generó el enorme descontento popular en una América Latina en rebelión.
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