Un 47,6 % de los escoceses votaría en contra de la independencia en el referéndum del próximo 18 de septiembre, mientras que un 42,4 % que lo haría a favor, según una encuesta divulgada este miércoles por el diario escocés "Daily Record".

Alejandra Ríos Londres | @ally_jericho

Diego Lotito @diegolotito
Jueves 11 de septiembre de 2014
Si se elimina el 10 % de indecisos que muestra el sondeo, elaborado por la firma "Survation" sobre una muestra de 1.000 personas, el resultado sería de 53 % de partidarios del "no" por un 47 % de favorables al "sí".
En un estudio de la misma compañía publicado hace dos meses, los partidarios de la unión eran el 46 %, los independentistas un 42 % y los indecisos un 13 %.
La encuesta se ha publicado el mismo día en el que los dirigentes de los tres principales políticos británicos -conservadores, laboristas y liberaldemócratas-, contrarios a la escisión, se trasladaron a Escocia para intensificar su campaña ante el avance de la opción independentista en los sondeos.
Una encuesta de YouGov difundida este fin de semana arrojó por primera vez una ventaja para los partidarios de la independencia, que se impondrían en el referéndum por un estrecho margen del 51% contra el 49%.
Otro estudio, difundido el martes por TNS, ofrecía también una pequeña ventaja a los partidarios de la independencia del Reino Unido, confirmando una tendencia creciente en los últimos meses.
El primer ministro británico Cameron, el líder de la oposición Ed Miliband y el líder liberaldemócrata Nick Clegg visitaron Escocia este miércoles y pidieron a los escoceses que no rompan su unión de 307 años con Inglaterra, visita que fue alificada por el primer ministro escocés y líder nacionalista Alex Salmond como una señal de pánico.
Si bien Salmond aseguró que no hace "ninguna conjetura" sobre el resultado que arrojará la consulta de la próxima semana, "la evidencia indica que cada vez más ciudadanos escoceses están convencidos por el argumento de la campaña por el sí".
A los partidarios de la unión les queda tan sólo una semana para que sus promesas de último momento ganen credibilidad entre los escoceses.
De fracasar en esta empresa, el pánico político y financiero de los últimos días puede quedar como una anécdota secundaria frente a las consecuencias económicas y geopolíticas del fracaso de un matrimonio que duró tres siglos.
El impacto que tendría la Independencia de Escocia, además, podría traspasar las fronteras del Reino Unido y azuzar otros procesos soberanistas como el que tiene lugar en Cataluña, o aún más cerca para el imperialismo británico… en Irlanda del Norte.
Redacción Izquierda Diario / fuente EFE