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Red Internacional
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Entrevista. Gustavo Lahoud: “El corazón del negocio energético está vinculado a la especulación financiera”

Dentro de los ejes que están circulando respecto al tan hablado acuerdo con el FMI, aparece la demanda o exigencia de que en Argentina se adecue el sistema de tarifas, subsidios, lo que hace a una problemática general que es la posibilidad de acceso a ese consumo por parte de distintos sectores de la sociedad. De esto y más charlamos con Gustavo Lahoud, Lic. en relaciones internacionales y especialista en geopolítica de la energía y recursos naturales.

Lunes 6 de diciembre de 2021 14:44

⚡ Entrevista a Gustavo Lahoud #AS | especialista en geopolítica de la energía y recursos naturales - YouTube

Compartimos las principales definiciones de Gustavo Lahoud en #AlertaSpoiler. Mirá la entrevista completa en nuestro canal de YouTube.

  •  Sobre adecuación de tarifas Creo que impactaría de una manera profundamente negativa. El planteo del Presupuesto para el año 2022, el gobierno nacional pretendía reducir los subsidios del 2.1 por ciento del PBI y al 1.5 esto es, lo decíamos en un trabajo que hemos publicado hace un tiempo, una reducción de 0.6 por ciento y esto a número de hoy significaría más de 300 mil millones de pesos. Ahora el tema es que esta cuestión puede estar incluida en estas negociaciones que como bien decías se están llevando en los EE.UU. bajo un gran secretismo en la etapa final del posible acuerdo con el FMI. Y allí nuevamente lo que nosotros decimos es que lo que falta es una visión integral de la problemática energética en general y dentro de ella discutir seriamente de la dinámica de crecimiento de los subsidios en las últimas décadas, que en buena medida están asociadas a un capítulo que generalmente no se discute en la Argentina y que son los subsidios a la oferta concentrada de producción de hidrocarburos que tenemos en nuestro país. A tal punto que este año que está concluyendo con el llamado nuevo Plan Gas 4, este nuevo plan de incentivos a la producción incremental de gas no convencional, desde YPF hasta el resto de las empresas están embolsando alrededor de 1500 millones de dólares. Una cuestión que no aparece visibilizada cuando uno discute la problemática de los subsidios.
  •  De privatizaciones y servicios Hace ya 30 años, desde la reforma de los ‘90, que la vieja unidad del sistema energético fue fragmentada en distintos eslabones: productivos, de transporte y de distribución, que es lo que impacta finalmente en esta búsqueda de rentabilidades incrementales por parte de las distintas operadoras. Por otro lado lo que falta es una discusión seria respecto de los subsidios ligados a los costos reales de producción del conjunto de las empresas, que están los distintos eslabones. Nosotros hemos tenido siempre una discusión histórica aquí en el Gran Buenos Aires y en la Ciudad de Buenos Aires con Edenor y Edesur respecto de la opacidad que hay en relación a cuál es su costo propio de distribución, cuáles son los costos reales de la extracción, por ejemplo del gas natural que es un bien preciado para la producción más eficiente de energía eléctrica y junto con ello el otro eslabón que ha faltado, como bien vos decías, es una discusión integral sobre la calidad de la prestación del servicio que las empresa brindan. Sabemos que desde hace ya por lo menos dos décadas, sobre todo más en el caso de Edesur que de Edenor, la continuidad de cortes, la problemática vinculada a las inestabilidades de las frecuencias del servicio eléctrico, y además también por otro lado la cantidad de horas de duración de los cortes, es algo sobre lo cual se ha trabajado siempre tal vez con distintos niveles de cumplimiento en más de dos décadas pero en la generalidad de los casos nunca hemos llegado a niveles óptimos. Por ejemplo que pueden vincularse con la prestación que empresas como la italiana Enel, que es en última instancia la controlante de la empresa de Edesur, puede brindar en Europa o en el propio país del que viene que es Italia digamos, en donde cuando uno compara las frecuencias de corte y la cantidad de horas de cortes eléctricos no tienen en absoluto nada que ver con la ausencia de calidad y el deterioro permanente que nosotros vemos en países como la Argentina, entonces todo esto está faltando en el debate. Lo mismo que lo que lo que ha corroborado el ENRE, que muy interesante, desde el año pasado ha corroborado la comisión de distintos tipos de abusos en las facturaciones desde estimaciones de consumo en el contexto de la pandemia ustedes recordarán cuando no se podía ir a corroborar los consumos domiciliarios por ejemplo hasta situaciones de falta de auditorías concretas en medidores que no funcionaban y que la empresa tiene la obligación por el contrato de concesión cuando existe esta auditoría corroborada por el ENRE a proveer el reemplazo de esos medidores, sin embargo esto no se hacía. Hay cientos de denuncias acumuladas del año pasado y este año respecto de esta dinámica invisibilizada de una mala calidad del servicio que sigue siendo parte de la realidad de Edesur y de Edenor.
  •  Sobre la política del Gobierno en este área La definiría en sí misma como permisiva y opaca, errática, porque lo que hay es una falta de planificación integral y como estaba comentando antes donde la cuestión de los costos es algo fundamental pero además también ha llegado el momento después de casi tres décadas de un esquema de concesiones que generalmente no ha funcionado en buena parte del mundo, y esto es así porque en realidad nosotros estamos entrampados en una disyuntiva de difícil resolución si no hay una decisión comunitaria y vinculada también a una decisión soberana de cada Estado. La provisión del servicio eléctrico entraña en sí mismo un derecho humano fundamental cuya accesibilidad tiene que ser garantizada y es una situación de orden público y de interés nacional. Y esto choca permanentemente con la expectativa de rentabilización que en un esquema segmentado las empresas tratan de buscar permanente. Entonces creo que sí, si encaramos una discusión integral, podríamos ir a una dinámica interesante de debate en torno a la segmentación tarifaria, pero la segmentación puede ser instalada en el contexto en el que previamente se pongan en serio debate cuáles son las estructuras de costos y el funcionamiento de las concesiones en términos de calidad del servicio prestado que hemos tenido en los últimos años y es esta voluntad la que yo no veo que se esté instalando. Pensa que entre el 2023 y el 2024 puede llegar a haber una discusión muy interesante en parte en el sector energético porque se viene el fin de algunas de las concesiones de empresas hidroeléctricas muy importantes, y allí el Estado, la comunidad en general y el mundo del trabajo de la energía tienen que asumir una responsabilidad insustituible que es inescapable en este momento y más en el contexto mundial en el que estamos, donde creo que lo que estamos viendo es que el negocio energético cada vez más está ligado por parte de las empresas a un sistema de financiarización como estamos viendo en muchos sectores de la economía. Hablamos de un esquema de financiarización vinculado a la obtención de rentabilidades en el menor corto plazo y rentabilidades que generalmente escapan del control o de la auditoría adecuada del Estado y que en buena medida como hemos visto en la última etapa macrista con un nuevo proceso de fuga de capitales han servido para lubricar un esquema de salida de capitales del cual las empresas energéticas, algunas de ellas, han sido parte fundamental en los cuatro años de macrismo. Es ahí que decimos que hay un corazón del negocio que está vinculado a esta especulación financiera permanente, por ahí es que lo vemos como un aspecto de enorme preocupación.
  •  ¿Hay salida a la trampa de las privatizaciones? Veo el camino con una alianza concreta entre el mundo del trabajo y la ciudadanía que sea cada vez más consciente de esta situación de defectuoso funcionamiento del esquema segmentado heredado de la década del ‘90 y que jamás ha sido afrontado en construcción integral. En tal sentido, yo depósito esperanza. Hay organizaciones políticas, como las que integran el Frente de Izquierda, que sabemos pueden ser siempre aliados estratégicos naturales en una pelea de estas características, Y creo que en el contexto del Frente de Todos hay que tratar de sumar aquellos actores que están más ligados a una reflexión sistémica sobre esto, que los hay, y como decía junto a la ciudadanía y al mundo del trabajo instalar una presión permanente. Además hay que ligar la problemática energética necesariamente con la cuestión ambiental y la problemática del cambio climático y el debate sobre qué tipo de empresas queremos constituir y cómo vamos hacia un modelo más diversificado de producción y consumo de energía que no sea este modelo de derroche, de mal consumo, al que nos han acostumbrado las empresas concentradas el sector.
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