Deuda. Guzmán, el G20 y el FMI: continúan las negociaciones para pagar la deuda

Martín Guzmán, partirá el miércoles con destino a Italia para asistir a la Cumbre de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales del G20, que tendrá lugar en Venecia el viernes y sábado próximos. Además se verá con Kristalina Georgieva, directora general del FMI, y es probable una conversación con la jefa del Tesoro de EE.UU. Janet Yellen.

Mientras el Frente de Todos realiza promesas electorales ligadas a aumentar los bajos ingresos de la mayoría de la población, los funcionarios de la secretaría de finanzas buscarán avanzar en las negociaciones por el pago de la deuda externa. El Estado tiene compromisos importantes en los próximos meses, con el FMI son por unos US$ 3.800 millones y vencen entre septiembre y diciembre. El Gobierno, al haber decidido seguir reconociendo una deuda que ellos mismos denuncian como fraudulenta, si no llega a un acuerdo con el Fondo antes de esa fecha deberá pagar o caer en default.

La negociación parece estar centrada en la sobretasa que el FMI cobra a los préstamos que superan la cuota de los países en el organismo, como es el caso del acuerdo realizado por el macrismo en 2018. Hasta ahora el Fondo nunca ha aceptado un planteo de este tipo, pero incluso si lo hace la reducción de la deuda sería de un porcentaje acotado, sin cambiar la necesidad de realizar un ajuste profundo del presupuesto nacional para poder pagarla.

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La crisis social es cada vez más grave, con más del 45 % de la población por debajo de la línea de pobreza, y el Gobierno continúa buscando instancias de negociación con Georgieva y Yellen. La prioridad es cumplir con los lineamientos del FMI y Estados Unidos, por eso vienen atacando a los jubilados, a los empleados públicos y recortando las prestaciones sociales.

Asimismo, el encuentro del G20 será el marco elegido para continuar debatiendo el alcance de la asignación de 650.000 millones de dólares del FMI a los países miembros, de los cuales a la Argentina le corresponderá al menos unos 4.350 millones de dólares. Guzmán planteará que aquellos países que no vayan a utilizar los recursos, se los otorguen a aquellos que sí.

Más allá de cuánto sea el monto otorgado a la Argentina en agosto, el mismo hará crecer aún más la deuda con el Fondo. Ya hay una interna abierta en el Frente de Todos sobre el destino de esos recursos que podrían ser usados para la deuda externa.

“Nosotros queremos pagar la deuda, pero tiene que ser un programa sostenible. Y lo estamos negociando”, repite Guzmán cada vez que le preguntan qué pasará cuando llegue el vencimiento de septiembre. La “sostenibilidad” no viene incluyendo a los jubilados que no pueden cubrir sus necesidades básicas, brindar asistencia a las 9 millones de personas que se quedaron sin IFE o a las familias que cobran el salario mínimo y están por debajo de la línea de pobreza. Para garantizar los ingresos mínimos a las familias trabajadoras determinar un desconocimiento soberano de la deuda externa y destinar esos recursos a medidas de emergencia como un IFE de $ 50.000 para todos aquellos que lo necesiten.

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