El 9 de Octubre de 1974 el régimen del Navarrazo en la provincia realizó uno de sus golpes más osados.
Guillermo Torrent Asesor legislativo FIT - Córdoba @Guillotadas
Viernes 9 de octubre de 2015 13:54
El ataque conjunto de la derecha a la vanguardia cordobesa de 1974
El operativo fue comandado por el propio jefe de la policía local, García Rey y sostenido por comandos civiles reclutados entre el Comando Libertadores de América (la versión local de la triple A) y la inestimable ayuda de matones de la burocracia sindical. Conto con la supervisión directa del interventor surgido del golpe policial de febrero y nombrado por el propio Perón, Brigadier Lacabanne.
Como resultado del mismo fueron detenidas alrededor de 300 personas y, víctima de las golpizas y torturas varias, falleció la militante del PC Tita Clelia Hidalgo.
Fue una verdadera noche negra, un golpe para el movimiento obrero que vio como sus principales dirigentes tenían que pasar a la clandestinidad por las ordenes de captura y los principales sindicatos combativos que quedaban, como el Smata y Luz y Fuerza eran intervenidos, aunque las bases nunca reconocieron a los “intrusos”.
Los trabajadores cordobeses que habían sido vanguardia unos años antes a partir del Cordobazo, si bien no estaban derrotados, llegaron a ese momento bastante debilitados. El propio Navarrazo se había logrado con la casi nula resistencia del movimiento obrero. La constante subordinación de las nuevas direcciones al peronismo escondía, quizás, un temor a que la ruptura no fuera acompañada por las bases, así se perdieron muchas oportunidades para frenar los ataques.
Las orientaciones de los partidos atacados no ayudaba en mucho, el PC con su lógica stalinista seguía defendiendo al gobierno, incluso se negándose a denunciarlo. En cambio el PST, a la par que llamaba a acciones directas contra el matonaje, las mismas quedaban en la propaganda ya que estaba empeñado en dialogar con el gobierno y los partidos patronales, como señalan Facundo Aguirre y Ruth Werner en Ideas de Izquierda 24, “confundía la unidad de acción contra el fascismo con el frente democrático con el reformismo y la oposición burguesa que se proponía rescatar a instituciones impotentes. Fue una renuncia al método de la lucha de clases para luchar contra las bandas fascistas”.
Recordemos que el radicalismo, como principal referente de la oposición burguesa ya estaba metido de lleno en la lucha contra la “guerrilla fabril”.
El proletariado y la izquierda cordobesa dio grandes peleas convirtiéndose en vanguardia, también fue el ensayo, dos años antes, de la contrarevolución abierta. Aun hoy se mantienen impunes los crímenes del comando Libertadores de América, es necesario que la pelea por el juicio y castigo abarque también a estos grupos financiados por las patronales para intentar acallar a los luchadores.