A pesar de la baja en el valor internacional del petróleo, el gobierno de Martelly se niega a reducir los precios internos de la gasolina a la mitad, como se exige en las movilizaciones. Una rebaja menor de 25 centavos de dólar la semana pasada no fue suficiente para calmar los reclamos: aún cuesta 4,25 dólares el galón en el país con los peores índices de pobreza del continente.
Miércoles 11 de febrero de 2015
El 9 y 10, dos días de paro y protestas convocados por sindicatos de minibuses (la más popular forma de transporte), partidos de oposición y otras organizaciones, paralizaron el centro de Puerto Príncipe y otras ciudades. El grado de paralización fue muy importante y muchas oficinas estatales estaban prácticamente desiertas pese al llamado del gobierno a ir a trabajar a despecho del paro. En Cité Soleil y otras barriadas, se erigieron barricadas y se quemaron neumáticos viejos para impedir la circulación de vehículos y hubo choques con la policía que reprimió en varios puntos intentando reabrir las calles al tránsito. Grupos de estudiantes universitarios participaron de las acciones junto a sectores populares. Ya una semana atrás los estudiantes se habían movilizado contra Martelly.
Desde hace tres meses se vive un clima de movilizaciones contra el gobierno de Martelly, en medio de una aguda crisis económica y política. Sigue sin haber acuerdo para convocar a elecciones legislativas y municipales, el Parlamento ha caducado, y Martelly se sostiene con el apoyo del Departamento de Estado y las fuerzas de la MINUSTAH, que es la misión de la ONU que ocupa Haití desde hace una década, integrada por varios gobiernos “progresistas” de América latina, como Brasil, Uruguay, Argentina y otros, que así sirven a los intereses imperialistas en esta empobrecida nación caribeña.