Como el sábado 17 de noviembre, los chalecos amarillos (prenda que obligatoriamente deben llevar los automovilistas) salieron a las calles, concentrándose en París esta vez, para exigir, no sólo una baja en los combustibles, sino directamente la renuncia de Macron, cuya popularidad cayó al 25%, la más baja desde que asumió.
Axomalli Villanueva @1quiahuitl
Sábado 24 de noviembre de 2018
Este sábado Francia se tiñó de amarillo fluorescente con la protesta de miles y miles de personas que reclaman la baja de los impuestos a los combustibles que lleva adelante el gobierno de Emmanuel Macron, y que se espera que en enero vuelvan a subir, bajo un discurso "ecológico" afectando enormemente el poder adquisitivo de la clase trabajadora que ya sufre los ataques de la reforma laboral antiobrera aprobada por el gobierno el año pasado, y que no tiene mínimas intenciones de tocar la ganancia de las petroleras como Total, que gana al año casi 9 mil millones de euros.
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