Hasta la sede de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) llegaron por primera vez este martes los presidentes de las seis ramas de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), liderados por el timonel del gremio, Alfonso Swett. Se confirma la estrategia de diálogos y cooperación con la derecha.
Jueves 12 de abril de 2018
Que los principales dirigentes empresariales de la producción asistan a una reunión en la propia sede de la CUT es un hecho histórico. Pero lo que no es nuevo es claramente la actitud de los dirigentes de la CUT. La propia presidenta Figueroa (PC) sostuvo que no hubo avances en nada, pues ni siquiera se pudo desarrollar el debate sobre el salario mínimo. Tema que estaba en carpeta de la central de trabajadores. Esta reunión será la primera de un ciclo de encuentros.
Si bien la jugada fue planeada desde la propia CPC la conducción actual de la CUT viene desarrollando una política de diálogos con las autoridades del Estado insistiendo en una postura de colaboración con el nuevo gobierno de Piñera. Ya se reunieron con el Ministro de Hacienda Felipe Larraín. Figueroa declaró a la prensa luego de recibir a los empresarios que "en toda democracia moderna hay diálogos entre trabajadores y empresarios".
Sin lugar a dudas lo único que no ha cambiado es la estrategia del PC y la Nueva Mayoría, enquistados en la CUT, de utilizar la central como mecanismo para confiar en los gobiernos de turno, incluso ahora, cuando se trata de un gobierno que abiertamente votó junto a Bachelet una reforma antisindical. ¿Puede esta línea seguir rompiendo la unidad de todos los sindicatos?
