Desde este lunes hasta el miércoles se realizarán claustros triestamentales en la Universidad de Tarapacá. En estos claustros se discutirá principalmente sobre la necesidad de un protocolo de acción contra el acoso laboral, sexual y la discriminación arbitraria. Sin embargo estos claustros no son de carácter resolutivo, aunque se trata de una experiencia histórica para la universidad.
Miércoles 20 de junio de 2018
Las demandas de las movilizaciones a nivel nacional no son un hecho nuevo para el movimiento estudiantil, que desde el 2013 estableció en sus petitorios ejes contra la violencia de género, el acoso y el autoritarismo en las universidades. Esta movilización ha tomado fuerza a raíz de la ola de violencia que se ha dado en el último tiempo, y que, por supuesto, también se expresa en los espacios universitarios.
Hoy en día existe la necesidad de generar instancias de discusión más profundas, donde no sólo sean los estudiantes quienes discutan las problemáticas de la universidad, sino que el conjunto de los estamentos que confluyen en los espacios. Es a raíz de esto que se plantea la demanda de claustros triestamentales dentro de la universidad, para que académicos/as, trabajadores/as y estudiantes establezcan debates respecto a la actual movilización feminista.
¿De qué se tratan exactamente estos claustros triestamentales?
Se trata de espacios de discusión donde participan los tres estamentos que conforman la comunidad universidad; estudiantes, funcionarios/as y académicos/as. Estas instancias son un avance histórico dentro de la universidad, puesto que en los últimos 10 años, donde ha habido diversas movilizaciones, nunca antes se había abierto un espacio similar. Estos claustros podrían ser de carácter vinculante, esto quiere decir que las resoluciones que surgieran deberían ser acatadas por las autoridades universitarias y el conjunto de los estamentos. Sin embargo este no es el caso, ya que los claustros actuales no son vinculantes.
Este lunes 18 comenzaron estas jornadas con la participación de aproximadamente 500 personas. En la primera jornada se discutió sobre acoso laboral y sexual. En la segunda jornada del martes 19 se abordó la discusión desde los protocolos contra el acoso propuestos por rectoría y por la comisión de género de la carrera de historia y geografía. Habrá una tercera jornada el día miércoles 20 con la discusión de qué tipo de organismo necesitamos en la universidad, donde el estamento estudiantil busca conquistar una oficina de género independiente de las autoridades.
Álvaro Calderón, estudiante de inglés y militante de la agrupación estudiantil Vencer, nos comenta respecto a los claustros que se están realizando:
“Si bien son demandas mínimas que venimos exigiendo hace años, es un tremendo paso sentarse con docentes y trabajadoras/es a discutir sobre la violencia machista que hay en la UTA. Aún así sabemos que un protocolo no será suficiente, y que la violencia se seguirá perpetuando mientras exista el autoritarismo que hoy se ve en nuestras Ues, donde las autoridades son quienes toman todas las decisiones de forma arbitraria. Es por eso que este es sólo un pequeño escalón. Debemos apostar a la democratización de la Universidad, con elección universal y democrática de las autoridades universitarias. Nuestro horizonte debe ser un co-gobierno universitario triestamental donde estudiantes, docentes y trabajadorxs decidamos. Es la importancia de esta instancia, que se comiencen a forjar lazos entre los tres estamentos, para que las futuras luchas las demos de conjunto contra quienes nos han perseguido durante años por organizarnos”.
Como agrupación estudiantil Vencer apostamos a que estos claustros sean espacios de discusión válidos, donde los sectores mas precarizados de la universidad, como son las y los trabajadores honorarios, puedan también establecer discusiones y dar a conocer las deplorables condiciones laborales a las que son sometidos por las autoridades universitarias. Hoy es una necesidad fortalecer la unidad con estos sectores, es por eso que estas instancias son el inicio de un proceso más decisivo, ya que no sólo basta con generar claustros participativos, sino que también deben ser resolutivos.
Por eso apostamos a una universidad democrática, donde estudiantes, trabajadores y académicos no sólo tengan derecho a voz, sino también a voto. Una universidad donde seamos nosotros mismos quienes escojamos a las autoridades universitarias, y donde todas las decisiones no recaigan de manera unilateral en el rector. Creemos que debemos organizarnos por conquistar un co-gobierno triestamental que garantice la participación de los estamentos en discusiones fundamentales; como el derecho a escoger a las autoridades unipersonales y asimismo el curso de lo que suceda dentro de la institución, protocolos para investigar casos de acoso sexual o abuso de poder, etc.
