Lunes 29 de septiembre de 2014 16:36
El Partido Socialista gobernante en Francia sufrió hoy la tercera derrota electoral del año, en unos comicios indirectos para renovar la mitad del Senado. Perdió la mayoría en favor de la derecha, que podrá retrasar algunas leyes e impedir reformas institucionales.
La mitad de los 348 asientos en el Senado se sometieron a votación el domingo. Las elecciones al senado son indirectas, por lo que sólo unas 158.000 personas, la amplia mayoría concejales locales, estaban habilitadas para votar.
Los conservadores de la Unión por una Mayoría Popular (UMP) del anterior presidente francés, Nicolas Sarkozy, junto a la UDI (Unión de Demócratas e Independientes) consiguieron 116 de los 179 escaños en juego, mientras que los partidos afines a Hollande se quedaron con 59.
La otra noticia de la jornada fue el ingreso por primera vez en la Cámara alta del ultraderechista Frente Nacional (FN) con dos senadores, Stéphane Ravier, en el departamento de Marsella, y David Rachline, en Tolón.
Marine Le Pen, aseguró que servirán para llevar a esta tribuna el debate sobre los temas que le interesan: "el control de las fronteras y la inmigración, la inseguridad o la Unión Europea".
Estos comicios han transferido al Senado el mapa electoral que salió de las municipales del pasado mes de marzo, en las que el partido de Hollande recibió un severo castigo de los franceses.
Este escenario volvió a repetirse, con mayor crudeza todavía para los socialistas, en las europeas de mayo, que elevaron al FN por primera vez en unas elecciones nacionales a la primera posición con el 25 %.
La oposición podrá ahora entorpecer y retrasar algunas propuestas legislativas de Hollande. Y sobre todo, hará casi imposibles una serie de reformas institucionales programadas por el gobierno que requieren una mayoría de tres quintos en el Congreso, que reúne excepcionalmente a senadores y diputados.
La popularidad de Hollande cayó a un mínimo récord este mes, con apenas un 13 por ciento de los encuestados diciendo que estaban conformes con el desempeño del presidente, que ha tenido dificultades para reactivar a la estancada economía francesa.
Izquierda Diario / Agencias
