Hondureños se movilizaron esta semana en la base aérea Soto Cano, mejor conocida como Palmerola, al norte de Tegucigalpa, en protesta contra la ocupación estadounidense y la injerencia que han tenido en asuntos internos del país centroamericana.
Viernes 19 de enero de 2018 15:06

En medio de las protestas contra el fraude electoral, la población hondureña protestó contra el reconocimiento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la reelección de Juan Orlando Hernández.
La crisis política implicó para el régimen hondureño fuertes cuestionamientos, a raíz de las controversiales elecciones celebradas el 26 de noviembre de 2017, en medio de masivas protestas que realizó el pueblo hondureño durante casi un mes, y que incluso implicó el desacato del toque de queda que instaló el gobierno en todo el país.
La base aérea Soto Cano, ubicada en el valle de Comayagua, se encuentra desde la década de los años 80 ocupada por militares extranjeros y portaaviones de los Estados Unidos, y que desde entonces ha jugado un papel contrainsurgente en los procesos sociales más álgidos de América Latina.
Actualmente, la base alberga unos 500 soldados estadounidenses integrantes de la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo y la Academia de Aviación Enrique Soto Cano de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH). Además, se tiene previsto que Palmerola reemplace al aeropuerto Toncontín de Tegucigalpa, catalogado como unos de los más peligrosos del mundo, por estar rodeado de montañas y lo corto de la pista que se extiende en medio de la densa población.
Actualmente la injerencia estadounidense en Honduras no solo se reduce a la intromisión para “cerrar” la crisis política que dejó más de 30 muertos.
Estados Unidos ha estado detrás de los últimos procesos en el país, de eso de cuanta el propio proceso de golpe de Estado en 2009 para favorecer sus intereses económicos en toda la región.
Ejemplo de esto último es la instalación de empresas transnacionales, megaproyectos o –junto con el gobierno derechista de Hernández– la implementación de las llamadas Zonas Especiales de Desarrollo y Empleo (ZEDE), y cuyo costo se descarga en los hombros de la población con la reciente aprobación para que las Fuerzas Armadas desalojen a más de 15 familias en la isla Exposición.
El gobierno vienen avanzando en realizar estas medidas, a pesar de que estas familias tienen décadas viviendo en la zona. Cabe señalar que la isla Exposición forma parte de varias porciones de tierra que integran el Parque Nacional Marino del Golfo de Fonseca, donde se anuncia la construcción de una “ciudad modelo”.
La represión vía el aumento de la militarización en todo el país es una de las políticas que se espera den continuidad al gobierno de Hérnandez, toda vez que ya cuenta con el respaldo de Estados Unidos y los organismos internacionales que se ubicaron como “mediadores” de la crisis política.
En este sentido, la encargada de negocios de Estados Unidos, Chargé Heide Fulton, considera que “Honduras se está acercando a un diálogo para resolver la crisis política que atraviesa”.
La funcionaria estadounidense se refirió en su cuenta de Twitter sobre la importancia de un diálogo nacional en Honduras. “A medida que Honduras se acerca a un diálogo nacional, el notable líder estadounidense Dr. Martin Luther King Jr. sirve como un modelo digno para el tipo de compromiso que se requiere para que verdaderos avances y la reconciliación se lleven a cabo”, cita el tuit.
Para frenar esta medida que amenaza la vida y los derechos de miles de hondureños, es necesario levantar un plan de lucha antiimperialista y fortalecer la movilización de manera independiente contra la reelección de la derecha.