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Red Internacional
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Las Vidas Trabajadoras Importan. Hospital El Dique de Ensenada: entre el Covid-19 y la precarización laboral

Fueron confirmados diez casos positivos, entre pacientes y trabajadores de la salud. Hasta el momento aislaron a otras 32 personas. Urgen las licencias para el personal de riesgo en el sistema de salud.

Valeria Jasper

Valeria Jasper @ValeriaMachluk

Miércoles 8 de julio de 2020 18:59

Hospital El Dique| Info Blanco sobre Negro

El avance de los contagios de coronavirus en el Amba crece exponencialmente, afectando de manera directa a los trabajadores de la salud quienes están en la primera línea enfrentando esta avanzada. Y como el virus se esparce, se esparce también la pregunta, la incógnita respecto a quién cuida a los que cuidan.

Las direcciones burocráticas de los hospitales, lejos de cuidar a los trabajadores que se desempeñan dentro las instituciones sanitarias, obran con sobrada obsecuencia al ahorro de recursos que impone el gobierno nacional y que reproduce ciegamente el gobierno provincial de Axel Kicilof.

“De los siete pacientes que dieron positivo, uno fue derivado al hospital Rossi y el resto permanece internado en el Dique, asintomáticos y aislados en el sector de Covid-19”, informaron desde el Ministerio de Salud provincial en el día de hoy. Y sostuvieron que “las dos salas de clínica médica siguen funcionando, aunque no podrán recibir nuevos pacientes”.

Cabe señalar que parte del personal de salud que se encuentra aislado, son trabajadores y trabajadoras que vienen reclamando el pago de sus salarios desde su ingreso a partir de la epidemia, en los meses de marzo y abril. Es una denuncia constante desde el sector, la situación a la que se encuentran expuesto 1900 trabajadores que ingresaron al sistema entre esos meses con la promesa de una planta temporaria, y que al día de la fecha no han cobrado un solo peso de sus salarios, situación que los obliga a exponerse a otros empleos en iguales o peores condiciones de precariedad, cumpliendo así extenuantes e interminables jornadas laborales en pos de llevar un plato de comida a sus hogares.

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La precarización laboral a la que este sistema somete a los trabajadores, hoy los deja desprovistos de todo, cumpliendo el aislamiento obligatorio tanto aquellos a los que sus tes dieron positivos, como así también a quienes el testeo dio negativo, ya que pese a esto no están exentos de ser portadores asintomáticos por lo que de todas formas deben cumplir los quince días de aislamiento. No pudiendo así continuar desarrollando aquellas actividades que ante la desidia del estado eran la única fuente de ingresos.

El gobierno nacional se cansó de anunciar que junto al mes de julio llegaría el pico de la epidemia, pero nada hizo para amortiguar el impacto de este para el conjunto de la población. La prolongación de la cuarentena por tiempo indefinido no es ni puede ser la única respuesta en el contexto en el que vivimos, en el que un enorme sector de la población nunca pudo acceder al empleo formal, teniendo que ingeniárselas durante la cuarentena para poder seguir percibiendo algún tipo de
ingreso.

Los protocolos que rigen en muchos hospitales son los que les conviene llevar adelante a las direcciones, la bajada de línea se expresa con claridad… ahorrar en insumos y exprimir a los trabajadores hasta la última gota.
Semana tras semana crece el número de compañeros aislados por considerarse casos sospechosos, principalmente por haber tenido contacto con otros compañeros o pacientes, pero fundamentalmente porque es más fácil dar por sentado que a veces la fiebre que repentinamente levantó algún paciente se debe a cualquier otro cuadro menos a Covid, que proporcionar los equipos de protección, desechar los mismos y utilizar uno nuevo cada vez que la situación así lo amerite. Está claro que las vidas de los trabajadores para ellos no importan.

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Es inadmisible que a cuatro meses de iniciada la cuarentena, con una epidemia que azota y hace tambalear al sistema en su conjunto, haya trabajadores de salud sin cobrar, sin contar con obra social, ART ni aportes jubilatorios. Es inadmisible que las direcciones los obliguen a trabajar sin paga alguna, que se los aísle sin ningún tipo de asistencia, encerrados en sus casas a las espera del resultado de un estudio que le quitaría el sueño a cualquiera, resultado que para quienes estamos en la primera línea debería llegar primero, pero no es así porque nuestras vidas, nuestro padecer, nuestras familias, nuestros miedos, para quienes nos gobiernan no valen nada… pero funcionarios obtienen sus resultados de manera inmediata, o pueden gozar del privilegio de auto aislarse, porque sus dietas de onerosos sueldos así lo permiten.

Ante el avance de contagios en la primera línea, urge tomar medidas y cuidar a quienes nos cuidan. Son parte de los sectores más expuestos al contagio y nuestro país cuenta con uno de los porcentajes más altos de contagios de los trabajadores de la salud, producto del histórico vaciamiento del sistema de salud

Bajo el mandato del gobernador Kicillof se suspendieron las licencias al personal de salud y se dictó la resolución N°90/2020 que pone límites al otorgamiento de las mismas para las y los trabajadores que se encuentran dentro de la población de riesgo. Como consecuencia de etsa medida, hoy lamentamos pérdidas d quienes se contagiaron trabajando como Silvio Cufré y María Elena Ledesma
Por eso es urgente el que se apruebeel proyecto de ley para que se otorguen licencias para el personal de riesgo en el sistema de salud, propuesto por el diputado Dellecarbonara