La lucha del hospital Garrahan, así como el ataque de conjunto a los hospitales nacionales Posadas y Bonaparte, se convirtieron en símbolos de resistencia al intento de avance privatista del gobierno de Milei sobre la salud pública. Los paros y movilizaciones demostraron que la fuerza está en la unidad del equipo de salud. Necesitamos abrir el intercambio en las salas y asambleas sobre la necesidad de profundizar la organización y derrotar de conjunto el plan de ajuste.
Viernes 20 de diciembre de 2024 09:56
Trabajadores del hospital Garrahan venimos de 10 jornadas de paro, abrazos al hospital, marchamos al Congreso, la Legislatura y los ministerios de Salud y Economía, y al Obelisco. Hicimos movilizaciones comunes con los hospitales Bonaparte y Posadas, con residentes de la CABA, Nación y votamos uno de nuestros paros para confluir con la marcha universitaria, en una muestra de unidad entre salud y educación contra el ajuste. También hicimos abrazos, los ya emblemáticos RCP, una vuelta olímpica en la cancha de River y un importante festival donde se solidarizaron con nosotros decenas de artistas, familias que atendemos en el hospital, trabajadores de distintos nosocomios y sectores en lucha, con delegaciones destacadas del movimiento estudiantil. También recibimos el apoyo de diputados y dirigentes del Frente de Izquierda Unidad.
Logramos instalar la lucha del hospital Garrahan en la escena nacional, hicimos visible que está en riesgo la alta complejidad y la salud de calidad para niñeces y adolescencias. Mientras el gobierno viene diciendo que “no hay plata” logramos arrancarle un bono de $500.000, no resuelve nuestros reclamos de un salario inicial acorde a la canasta familiar, 100% de aumento, el régimen de insalubridad, ni presupuesto para el hospital, pero demostramos que con unidad y lucha se puede ganar. Por eso el gobierno echó al Consejo de Administración al que le arrancamos la conquista.
Por su parte, el nuevo Consejo de Administración se reunió con el Ministerio de Salud para avanzar en el hospital Garrahan con el plan privatista del gobierno de Milei para los hospitales nacionales. Priorizan aumentar la facturación vendiendo al mercado privado prácticas de alta complejidad, afectando el acceso público y gratuito a la salud como un derecho. Anticipan que quieren instalar un sistema de retribución por productividad, atando los salarios a las metas, mientras buscan avanzar sobre las condiciones laborales ya precarias de los sectores tercerizados.
Esto es parte del plan nacional de privatización de la salud para el que tiene colaboradores, como muestra Jujuy, donde diputados de la UCR y el PJ le ponen fin a la gratuidad del sistema público de salud.
En la Asamblea General del 18D dijimos: "La lucha continúa"
Intercambiamos sobre cómo la dirección intenta avanzar en los sectores. Las salas y terapias están colapsadas y eso recarga al equipo de salud, aumentando las licencias por enfermedad, especialmente a enfermería donde no están completos los planteles. Las maestras del jardín a quienes no les respetan ni la hora de comida, cuentan que ya renunciaron 7 maestras y están negando vacantes en el jardín maternal, en un claro intento de cierre. Las trabajadoras sociales expresan cómo cada vez tienen más dificultades para conseguir redes y recursos frente al aumento de la demanda por las condiciones sociales. Ya renunciaron al menos 13 profesionales por esta situación y la dirección anunció que no va a cubrir los puestos vacantes.
El Consejo de Administración tiene el objetivo de atacarnos por sector para que tengamos que responder una cosa por vez. En sus páginas anuncian que el plan privatista tiene el “objetivo de mejorar los ingresos del personal médico asistencial”. Mientras UPCN, que viene siendo vocero de la dirección se dispone a ser parte de esta verdadera mesa de vaciamiento, que también acompañan desde SUTECBA sin hacer pronunciamiento o llamar a ninguna medida. Tampoco ATE Nacional o Capital se hicieron presentes en nuestra lucha.
Tenemos que rechazar el intento de dividir al equipo de salud, que logramos unir en las calles. Necesitamos enfrentar de conjunto el plan de la dirección y el gobierno. Ya lo votamos en asamblea general. Lamentablemente, autoconvocados, que no participan de las asambleas generales más que con representantes, no han hecho público el rechazo al plan.
Por una enorme campaña unitaria en rechazo al plan privatista en el hospital Garrahan
Junto con sostener las acciones en la asamblea votamos sostener la difusión. Es necesario darle un nuevo impulso con una importante campaña contra el plan de mercantilizar y vaciar el hospital Garrahan.
Desde la Agrupación Marrón Clasista y La Posta de Salud y Cuidado, como parte de la JI ATE venimos poniendo nuestros esfuerzos en recorrer los sectores con iniciativas para que se sumen compañeras y compañeros, que se sientan protagonistas y parte de llevar adelante las resoluciones votadas en asamblea, como la difusión o para visibilizar el peso de enfermería. Dimos el puntapié inicial del fondo de lucha, que impulsamos con decenas de compañeras y compañeros, juntando $ 554.000 con una rifa, impulsando los aportes de $ 200.000 de la Agrupación Violeta de Telecomunicaciones y $ 123.000 en una actividad en la Casa Socialista Almagro. También impulsamos iniciativas comunes como JI y convocamos a apoyar otras luchas como la del hospital Bonaparte que demuestra que la unidad desde abajo, en asambleas unitarias de afiliados y no afiliados a cualquier gremio, sin distinción de categoría o sector, es donde está la fuerza para resistir los ataques. Pudieron sostener la toma del hospital gracias a ampliar la organización de los sectores, en comisiones de prensa, fondo de lucha, de guardia, etc.
Apostamos a seguir impulsando en cada sector este tipo de iniciativas que consideramos que son fundamentales para fortalecer la asamblea y la organización de los sectores. Reivindicamos nuestro ejemplo de lucha del 2005 en el hospital, en la que se votaron 70 delegados por sector para fortalecer la lucha que ganó salario, ingreso de personal, pase a planta permanente de contratados, la instalación del resonador y otras demandas estructurales. Este es un importante ejemplo para llevar a cada sala, retomar nuestra tradición contra los intentos de división de las direcciones, votar delegados que se sumen como dirigentes del conflicto, que se puedan profundizar los debates, contradicciones e incluso, la creatividad de los sectores.
Esto lo venimos planteando en las asambleas y también es un debate que llevamos a la JI ATE, de la que somos parte y en la que venimos polemizando centralmente con la Agrupación Naranja del PO, que ven suficiente que para la conducción del conflicto entre asamblea y asamblea se realicen “mesas de enlace” o “mesas chicas” en las que participan representantes sindicales de la JI ATE, la Asociación de Profesionales, autoconvocados y las corrientes políticas que ya existían previamente a la lucha. Esta diferencia la tuvimos ya en la lucha del 2022. Saludamos la discusión democrática de estas diferencias sobre la mejor estrategia para organizarnos las y los trabajadores entre corrientes que compartimos la construcción e impulso de la lucha y el programa clasista de la JI ATE.
Creemos que en estos 5 meses el desarrollo de nuestra lucha nos dio importantes puntos de apoyo para pelear por esta perspectiva y es la unidad y coordinación con sectores en lucha por la salud, pero también docentes, telefónicos, del subte, de Aerolíneas GPS, jubilades, asambleas barriales. También fuimos parte activa de movilizaciones unitarias contra la Ley Bases y ahora por su anulación, por haber sido parida entre coimas y corrupción. Fuimos miles el 8 de marzo, el 24M y en las multitudinarias manifestaciones en defensa de la universidad y la educación públicas.
Desde la Agrupación Marrón Clasista y la Posta de Salud y Cuidado que venimos desde el inicio el gobierno, bancando la resistencia, creemos que ese es el camino para organizar la resistencia y multiplicar nuestra fuerza para derrotar el plan de ajuste de Milei, sus cómplices y quienes transan con él.