No nos resignamos a enfermar o morir trabajando. Trabajadoras y trabajadores de Neonatología nos organizamos para que se garanticen los equipos de protección, los testeos y la reducción de las jornadas. A organizar todo el hospital.
Miércoles 22 de abril de 2020 09:55
En neonatología del hospital Garrahan se puso en pie la Comisión de Seguridad e Higiene - YouTube
A un mes de anunciada la emergencia sanitaria por el presidente Alberto Fernández, en los hospitales siguen faltando los equipos de protección personal (EPP) o son insuficientes o de mala calidad. Tampoco se testea al personal de salud y los protocolos son poco claros o no se cumplen. Lo propio ocurre con la capacitación, la infraestructura y los insumos biomédicos como respiradores.
La Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) denunció que Argentina es el país con el promedio más alto de infecciones entre trabajadores de la salud. El sábado 18 el Ministerio de Salud denunció que el 14% de los infectados en nuestro país son trabajadores del sector, entre los que lamentamos cinco enfermeros muertos en lo que va de la pandemia. Lo que implica la pérdida de un enfermero es que quedan sin atención, en el mejor de los casos, dos pacientes de terapia intensiva cada 8hs; 6 pacientes en el día; 180 pacientes en el mes.
No queremos más mártires. Por eso en el Servicio de Neonatología reclamamos, en primer lugar, los equipos de protección necesario. Nos entregaron a nosotros y a otras salas que venían exigiendo. Luego empezaron a entregar en el resto del hospital. Es increíble tener que pelear por lo básico, pero si no exigimos sólo nos queda enfermar.
También rechazamos la extensión de la jornada laboral propuesta por la jefatura, que aumentaría nuestra exposición en el hospital, poniendo en riesgo a nuestras familias y a quienes viajan en el transporte público. Seguimos exigiendo reducción horaria porque para nuestras familias somos esenciales. Esta semana empezaron las guardias pasivas, es decir, ausentarnos sin descuento algunos días de la semana con la condición de asistir si asi se requiere.
Este plan sólo se puede lograr reduciendo la cantidad de internaciones al mínimo posible, lo que se está haciendo aún de forma rudimentaria y sin garantizar la reducción de la exposición a todo el plantel.
Es necesario que ingrese más personal y que se revalúe la capacidad operativa para poder cuidar a los trabajadores. Aún no llegamos al pico de la pandemia y la situación ya es precaria.
Ante la desidia del Estado y sus gobiernos, los trabajadores de la salud tenemos que organizarnos, porque somos esenciales para nuestras familias y nuestros pacientes. Somos nosotros los que sostenemos todos los días los hospitales y sabemos cómo deberían funcionar en forma segura.
Los sindicatos sólo están negociando rebajas salariales y suspensiones cuando tendrían que estar a la cabeza de la pelea por nuestros derechos. En el Garrahan sin ir más lejos UPCN y SUTECBA salen por las redes y en los medios diciendo que están todas las medidas de protección, cuando las denuncias desde las salas muestran lo contrario.
Por eso empezamos a conformar una comisión de higiene y seguridad de que siga día a día las condiciones en las que trabajamos y garantice no exponernos ni exponer a nuestras familias y pacientes. Nos plantamos contra el miedo y la resignación. Necesitamos una fuerte unidad en defensa de la salud pública.
Dada la situación de pandemia es insostenible en el tiempo atender la cantidad de pacientes que atendemos habitualmente además de estar preparándonos diariamente para atender a los pacientes de COVID que aún no han llegado a su pico máximo.