El viernes se cumplen 41 años del golpe de estado genocida, que intentó derrotar a una generación de luchadores, despareciendo a 30.000 compañeros. Nos movilizamos para decirle al gobierno que fue un genocidio y no habrá reconciliación
Jueves 23 de marzo de 2017 09:44
Este 24 de marzo, habrá dos marchas. Nos pone frente a la necesidad de marchar nuevamente bajo las banderas de la lucha contra la impunidad y cárcel a todos los genocidas, reafirmar que fue un genocidio de la clase capitalista hacia la clase trabajadora y los estudiantes y que nuestros compañeros desaparecidos, fueron 30.000.
Frente al discurso macrista que pretende reflotar la "teoría de los dos demonios", intentando mostrar que hubo una pelea entre dos bandos iguales, decimos que fue terrorismo de estado para imponer un proyecto de país a los pies del gran capital internacional y acorralar a la clase obrera a los dictados de los patrones.
Hoy gobierna la familia de civiles que se enriqueció con el genocidio y sigue condonando las deudas en el nombre del padre, ampliando aún más la brecha entre empresarios más ricos y trabajadores pobres. Quienes se oponen a este gobierno, como los docentes que conquistaron masivamente las calles, se los persigue, se los amenaza e intentan poner a la sociedad en su contra, sin lograrlo. Si no utilizan la represión abiertamente es por el amplio apoyo que conquistaron, expresión del malestar más amplio con el gobierno.
La marcha que convoca el kirchnerismo
Hemos pasado bajo el gobierno anterior por un proceso de juicios de lesa humanidad, donde se juzgó a un puñado de represores de los 200.000 que fueron parte, incluyendo a los civiles. De los 600 centros de detención, 539 causas por crímenes de lesa humanidad y sólo 163 tuvieron sentencia.
Pero el mismo proyecto que en su discurso mantenía la reivindicación de los Derechos Humanos, terminó llevando al genocida Milani al cargo más alto del Ejército. Algunos sectores que apoyan al FPV han intentado mostrar que fue un "error" que entra en contradicción con las conquistas de los juicios a los genocidas. Esto es asi?
Jorge Julio López,fue desaparecido el día que sería condenado Etchecolatz (mano derecha del ex jefe de policía bonaerense en la dictadura, Camps) a quien Julio denunció, porque como ningún gobierno abrió los archivos de la dictadura, las víctimas del terrorismo de estado, dependen del testimonio de las víctimas.
Aníbal Fernández, salió a plantear que debía estar "en la casa de la tía" mientras una Hebe de Bonafini terminaría diciendo que "no es un típico desaparecido" y más tarde saldría en los fotos junto a Milani. Se había consumado la cooptación de un sector de organismos de Derechos Humanos, en pos del apoyo a Néstor y luego a Cristina.
Más tarde, Martín Sabbatella de Nuevo Encuentro, echaba a la delegada del AFSCA de La Rioja, María Elisa Reynoso, quien pedía que Milani fuera investigado. Sabbatella recientemente planteó que "Si Milani es responsable de crímenes de lesa humanidad debe terminar sus días en la cárcel”. El mismo personal político del gobierno que no abrió los archivos de la dictadura, se permite descreer de los testimonios de las víctimas. Más que un error, doble discurso que abona el terreno para mayor impunidad.
La marcha del EMVJ, independiente del macrismo y el kirchnerismo
Mientras tanto desde el EMVJ (Encuentro Memoria Verdad y Justicia) se saludaban los juicios a los genocidas como parte de una lucha histórica y en las calles de los organismos de derechos humanos, para su conquista. Rápidamente se puso en marcha por la Aparición con vida de Julio López y Myriam Bregman del PTS-FIT a la cabeza como una de sus abogadas querellantes.
También frente a la designación de Milani, no han habido medias tintas: Myriam ha pedido cárcel y denunciar a quienes lo sostuvieron hasta el final. Así como la denuncia del proyecto X de la Gendarmería, que bajo el gobierno de Cristina se usaba contra los luchadores, llegando a figurar en él madres de Plaza de Mayo.
Las fuerzas represivas inauguraron en nuestro hospital un centro de detención clandestino, conocido como "El Chalet". Intentaron terminar con esa generación de luchadores incansables, que buscaba una salud pública al servicio de la comunidad, la coordinación con otros trabajadores y una transformación de la sociedad. En su honor marchamos, contra la impunidad de ayer y hoy, porque la sangre obrera, es lucha y es bandera!
