Vale la pena, por su tradición de combatividad, recordar la inmensa experiencia de lucha del hospital.
Myriam Bregman @myriambregman
Alejandrina Barry @Barry__Ale - Dirigente del CeProDH e hija de desaparecidos
Domingo 4 de febrero de 2018 00:00
Hoy 122 trabajadores del Hospital Posadas se encuentran luchando por recuperar sus puestos de trabajo de los que fueron despedidos tras años de precarización laboral, su lucha implica también a la salud pública que se ve fuertemente afectada por el ajuste.
Este Hospital fue un símbolo de la salud pública al servicio de la comunidad y de sus propios trabajadores. Vale la pena, por su tradición de combatividad, recordar la inmensa experiencia de lucha del hospital. No por nada el Posadas fue uno de los escenarios donde actuó ferozmente la última dictadura militar. Allí secuestraron y desaparecieron trabajadores, y hasta funcionó un Centro Clandestino de Detención.
El particular ensañamiento con el Hospital Posadas y toda la comunidad tiene origen en lo que allí se estaba gestando, en la forma en que funcionaba y se gestionaba aquel centro de salud.
En 1973 los trabajadores conformaron una asamblea y tomaron el Hospital desplazando a las autoridades que provenían de los gobiernos de facto anteriores. De esa manera decidieron e impusieron la toma de decisiones de forma democrática y la apertura del Hospital a la comunidad.
La asamblea eligió a sus autoridades y luego de una exigencia al Ministerio de Bienestar Social, movilización de por medio, lograron que las mismas tomen vigencia. Así comenzó una nueva forma de gestionar la salud pública, con los trabajadores y la comunidad a la cabeza.
Este nuevo funcionamiento implicó asambleas de trabajadores y representantes de la comunidad para la toma de decisiones. El planeamiento de políticas de salud y sociales adecuadas a la comunidad, manteniendo un vínculo constante con ella para entender las necesidades y problemáticas y así plantear soluciones necesarias, por ejemplo el trabajo constante con las escuelas del barrio y el dictado de cursos para los vecinos. La garantía del derecho elemental a la salud como principal objetivo. El nivel de organización implicaba la intervención de todas las aéreas y servicios del Hospital de igual manera.
Esto generó un fuerte compromiso entre los casi 1200 trabajadores y el sentido de pertenencia a un proyecto común que implicaba a sus condiciones de trabajo, la salud pública y a la comunidad entera.
Los trabajadores del Posadas fueron parte también de las experiencias de unidad con el resto de los trabajadores y democracia directa más avanzadas en la década del 70. Las coordinadoras interfabriles que surgieron en el año 1975 y que en la zona Oeste tuvo la particularidad de participación de trabajadores estatales.
En la zona Oeste había dos coordinadoras la de la Matanza y la de Oeste propiamente dicha.
Ángel Pérez del hospital Posadas reconoce: “Los que habían tomado la iniciativa de la zona oeste eran en realidad la gente de la fábrica metalúrgica Martín Amato. Sin embargo, aunque el peso de los trabajadores industriales era un hecho objetivo, esto no impidió la unidad entre los mamelucos y los estatales” Así lo relata Héctor de la metalúrgica Terma “Hubo un momento que se hicieron reuniones allá por Ituzaingó con compañeros de.... estaba Deutz, la de enfrente que estaba la Cantábrica, Scholnick, del INTA, Unión de Educadores de Morón, del Policlínico Ciudadela y estaban allí la gente del Posadas”.
Fue éste nivel de organización y la salud pública al servicio de sus trabajadores y la comunidad que implicaba este “Hospital Nuevo”, lo que generó la intervención de López Rega mediante el Ministerio de Bienestar Social, desplazando al director médico mediante la intervención del Hospital y con la Triple A como fuerza paraestatal garantizándolo.
A los pocos días de instaurado el golpe militar, el 28 de marzo de 1976 el Hospital fue ocupado por las fuerzas que desplegaron un operativo enorme y fuertemente armado. Desde ese momento se ejecutaron distintas medidas como la suspensión de la actividad gremial, la investigación del personal para determinar su participación gremial o activista, y la detención del personal indicado por las nuevas autoridades, con el Coronel Medico Agatino Di Benedetto al mando. En casi 5 días 50 trabajadores y activistas fueron detenidos ilegalmente y trasladados a distintos centros clandestinos.
La intervención y avance represivo del gobierno de facto sobre el Hospital implicó argumentos como que era un Hospital para la atención clandestina de heridos, depósito de armas y hasta centro de adoctrinamiento ideológico, además de la supuesta existencia de un túnel y de la desaparición de ropas y equipos. Todos argumentos que luego fueron descartados, demostrando realmente las intenciones de desarticular lo que allí se estaba gestando, la organización de los trabajadores junto con la comunidad avocada a la salud pública al servicio de todos.
La represión dentro del Hospital continuó con la creación de un grupo de tareas coordinado con la Policía Federal que se encargó de continuar lo que el Ejército había comenzado y mantener el terror dentro del centro de salud. Dentro del predio del Hospital funcionó un Centro Clandestino de Detención conocido como “El Chalet” desde donde funcionada el grupo de tareas.
“El Chalet” fue originalmente la casa donde vivía el Director del Hospital junto con su familia, que fueron desalojados con la ocupación militar del Hospital. Ahí mismo mantuvieron detenidos ilegalmente a muchos de los trabajadores y les fueron aplicados todo tipo de tormentos, a metros de sus lugares y compañeros de trabajo.
Por lo ocurrido el Hospital Posadas fueron condenados Bignone quien estaba a cargo del Ministerio de Bienestar Social y comandó la ocupación, el Brigadier Mariani y Luis Muiña, éste ultimo beneficiado por la Corte Suprema en el aberrante fallo del “2x1”, que generó el rechazo y movilización de miles.
En diciembre pasado fueron encontrados los restos de un médico desaparecido. Jorge Roitman, del Hospital Posadas fue detenido ilegalmente en 1976. Años más tarde, Gladys Cuervo sobreviviente del CCD que allí funcionaba, contó que había visto al Dr. Roitman agonizando y con signos de tortura.
Un nuevo juicio está previsto para iniciar en marzo de este año. Allí pelearemos por cárcel a los genocidas en memoria de aquellos valientes compañeras y compañeros del Posadas que nos dejaron tanto para aprender de su lucha. Al gobierno de Macri que hoy quiere callar la voz de los que pelean en defensa de la salud pública con despidos y represión le decimos que no vamos a parar hasta lograr la reincorporación de todos los despedidos.
Myriam Bregman
Diputada Nacional por el PTS-Frente de Izquierda Unidad. Abogada del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) y el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Intervino en numerosos juicios contra los genocidas de la última dictadura militar, como el de Etchecolatz, Von Wernich y la megacausa ESMA. Fue abogada de Jorge Julio López y una de las impulsoras de la lucha ante su desaparición. Impulsó, junto a trabajadores de Pepsico y Kraft-Mondelez, la denuncia por el espionaje ilegal de la Gendarmería, conocido como "Proyecto X".