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CRONOLOGÍA DEL CONFLICTO. Hospital Posadas: dos meses de lucha, unidad y coordinación

A continuación detallamos una síntesis de las principales acciones y hechos de los cuales fueron protagonistas los trabajadores del Hospital Posadas, que La Izquierda Diario fue reflejando desde el inicio del conflicto.

Juan Manuel Astiazarán

Juan Manuel Astiazarán @juanmastiazaran

Domingo 18 de marzo de 2018 18:58

Los primeros mensajes de WhatsApp comenzaron a correr entre los trabajadores la noche del 15 de enero. El rumor pasaba de teléfono en teléfono y se confirmaba a la mañana siguiente: la dirección del Hospital había decidido no renovar los contratos a más de un centenar de trabajo a quienes dejaba sin previo aviso en la calle.

Desde ese momento dos cosas quedaron en claro. Por un lado, el desprecio del Directorio encabezado por Pablo Bertoldi Hepbur y Juan Ignacio Leonardi (Director de RRHH) hacia quienes sostienen todos los días la salud pública y el funcionamiento del hospital. Por el otro, la determinación por parte de las trabajadoras y trabajadores del nosocomio de luchar contra estos despidos injustificados, ilegales y persecutorios. “Estoy convencido de que no vamos a pelearla solos” aseguraba Luis Sucher, camillero despedido después de trabajar 19 años de manera precaria. “Desde que llegó esta dirección al hospital de la mano del gobierno, no dudó en perseguir, despedir cientos de compañeros y querer aumentar la jornada laboral que ya es insalubre” afirmaba.

Es que la lucha por la defensa de los puestos de trabajo es inseparable de la lucha por el derecho a la salud pública, gratuita y de calidad. El despido de personal altamente calificado de áreas críticas como terapia intensiva pediátrica y adultos, unidad coronaria, neonatología, guardia de pediatría, hematoncología pediátrica y de adultos, salud mental, internación de clínica y cirugía pediátrica, entre otros, afecta directamente la atención de miles de personas que día a día asisten al nosocomio.

Repasemos.

La lucha de las enfermeras como antecedente

El año pasado las enfermeras del hospital protagonizaron una importante lucha contra el intento de las autoridades que quisieron imponer por decreto la jornada laboral de 12 horas al turno noche. “En cualquier servicio trabajar más horas implica menor rendimiento y mayor desgaste físico, en el turno noche se siente el doble. Si piensan que vamos a resignar nuestra salud y la atención a los pacientes, se equivocan”. La pelea logró que la Justicia Federal declarara “nula e inconstitucional” la resolución del directorio y ordenara restituir los descuentos aplicados compulsivamente sobre el salario de quienes rechazaron la extensión de la jornada desde el primer día. “La imposición de jornadas agotadoras aumenta el riesgo de cometer errores e influye en la calidad de la atención sanitaria” sentenciaba el escrito judicial con fecha 13 de noviembre de 2017. A pesar de eso, el Directorio se negó a respetar el fallo, en una posición abiertamente discriminatoria, persecutoria e ilegal.

¡Ningún despido. Todos adentro!

La mañana del martes 16 de enero, los trabajadores realizaron una concentración en el hall del Hospital contra las cesantías. Sin ser escuchados ni recibidos por la dirección del nosocomio, se movilizaron al predio gremial de ATE Morón para reclamar asamblea. La respuesta del sindicato fue el ataque de una patota comandada por el Secretario General, Darío Silva, quienes al grito de “váyanse de acá” y “acá no entra nadie” agredieron con palos a los trabajadores. Al igual que UPCN, que ese día directamente había bajado la persiana de su cuarto gremial, ATE Morón se paraba en la vereda de enfrente de los despedidos, avalando los despidos ilegales y naturalizando la precarización laboral, en complicidad con el Directorio.

La necesidad de funcionar en asambleas unificadas y poner en pie cuerpos de delegados por sector, sin importar la afiliación sindical, resultaba indispensable para superar la división de los trabajadores en 5 sindicatos y luchar en unidad, mientras que debía servir para que los afiliados de ATE Morón y UPCN que simpatizaran con la lucha puedan sumarse y exigir a sus direcciones que abandonen la postura de boicot y dejen de darle la espalda al conflicto.

La precarización como modelo

A pesar de que la ley que regula el empleo público nacional establece que “el régimen de contrataciones de personal por tiempo determinado comprenderá exclusivamente la prestación de servicios de carácter transitorio o estacionales”, muchos de los trabajadores despedidos llevaban más de 15 y 20 años como contratados. Bajo la modalidad “Contrato Posadas”, desde 1995 han ingresado muchos trabajadores que nunca fueron pasados a planta permanente a pesar de décadas de servicio, renovándose su contratación de manera manual y automática y manteniendo en el tiempo esta situación de irregularidad. Esta situación de base, mantenida por los gobiernos anteriores, sirvió como “excusa” para los despidos que pretende imponer la dirección actual en complicidad con el Gobierno.

Asamblea, paro y corte de Acceso Oeste contra los despidos

El viernes 19 de enero se realizó la primera asamblea general. Con la presencia de los sindicatos Cicop y STS, rodeados por decenas de organizaciones solidarias, referentes de organizaciones políticas, sindicales y de derechos humanos votaron el inicio de un plan de lucha con paro y cortes para el día martes 23. Ratificado en una nueva asamblea el mismo martes, los trabajadores realizaron una gran jornada de lucha. A pesar de la militarización que dispuso el ministerio de Seguridad, que puso cientos de gendarmes sobre el Acceso Oeste y carros hidrantes para amedrentar, una numerosa columna encabezada por trabajadores y trabajadoras del hospital junto a Nora Cortiñas y la legisladora porteña del PTS-FIT Myriam Bregman intentó subir a la autopista, mientras arriba de ella una caravana solidaria de autos se manifestaba con carteles de apoyo. La lucha del Posadas irrumpió así en los grandes medios de comunicación: lejos de poder ocultarlo, debieron dar cuenta de lo que sucedía. Comenzaban a mostrar un camino de resistencia, con decisiones discutidas y votadas en asamblea, con acciones que tomaran gran repercusión pública para sacar el conflicto hacia afuera y demostrando que era posible hacer de la lucha del Posadas una gran causa popular.

Un millón de pesos para el fondo de lucha

Una nueva asamblea realizada el jueves 25 de enero resolvió cómo continuar. Los descuentos compulsivos que las enfermeras comenzaron a sufrir desde 2017 y el despido de más de un centenar de trabajadores volvía urgente la necesidad de poner en pie un gran fondo de lucha para que el conflicto no sea quebrado por hambre. Abrieron una cuenta en el Banco Provincia para recibir aportes solidarios y propusieron realizar colectas recorriendo servicio por servicio dentro del hospital para fortalecer la unidad con los de adentro. Asimismo, el Movimiento de Agrupaciones Clasistas que impulsa el PTS resolvió lanzar la campaña “Un millón de pesos para el Posadas”, comenzando con el aporte de $30.000 por la legisladora porteña del PTS-FIT Myriam Bregman. Al día de hoy, el fondo de lucha ya superó los $600.000 con las más diversas iniciativas, siendo el PTS y sus agrupaciones la organización política que más aportó para ello.

El apoyo de la comunidad

Aquella asamblea del 25 de enero dejó otro dato sobresaliente. “Fuerza para mis enfermeras” decía el cartel que sostenía entre sus manos un pequeño niño de tan sólo 12 años entre los trabajadores. Máximo Agustín se llevaba todas las miradas de los presentes que lo escuchaban repetir con seguridad: “Las enfermeras me salvaron la vida”. Hoy estoy acá para agradecerles y darles fuerza”. Él es sólo un ejemplo de los miles de niños y niñas que se atienden en el hospital. Muchos de ellos son vecinos del barrio Carlos Gardel, ubicado frente al Posadas, donde sus habitantes vienen manifestando el apoyo a la lucha desde un comienzo.

Así se ve en la campaña de fotos, las volanteadas y los testimonios recogidos por La Izquierda Diario entre quienes conocen muy bien la relación entre el barrio y el hospital. Es el caso de Mirta, quien lucha todos los días por la vida de su hija que padece una epilepsia severa y se atiende en el área de neurología del hospital. O Margarita Cejas, quien relata que toda su vida está ligada al hospital. Allí estuvo internada más de una vez, ahí nacieron sus hijos y se compromete a seguir apoyando y luchando junto a los trabajadores. Haydeé, miembro de la Asociación Civil “Amigos, vecinos y pacientes del Hospital Posadas”, relata: Es desgarrador llegar al hospital y ver que hay un vaciamiento. Apoyamos a los trabajadores, acompañamos de corazón, queremos que vuelvan nuestros profesionales, nos parece injusto llegar al hospital y que no los encontremos, sabemos que trabajan sin insumos y hacen las cosas con amor hacia nosotros. Los vamos a seguir acompañando”.

“Viva la lucha del Posadas” gritaron en una movilización contra el cierre de Secundarias para Adultos, realizada en el distrito de Morón, donde los despedidos se acercaron para brindar su apoyo y plantear la necesidad de unir la defensa de la salud y la educación. Así van tejiendo lazos, a cada lugar que se acercan la gente demuestra que el Hospital Posadas es suyo y de todos.

La alianza con la comunidad es sin duda una de las mayores muestras de lo que está en juego en esta pelea.

Unidad de los trabajadores: un ejemplo de coordinación

El 27 de enero una masiva movilización de los trabajadores fabriqueros conmovió a la ciudad de Azul. Una enorme solidaridad obrera y popular rodeó la marcha y hasta allí fueron los trabajadores del hospital para acompañar esa lucha. “Quiero agradecerles porque nos vamos fortalecidos por ver cómo han transformado esta pelea en una gran causa popular, que es lo que tenemos que lograr también los trabajadores del Posadas, que nos sentimos hermanados con su lucha” decía Luis Sucher en el acto de cierre de la movilización. Tres días después, serían ellos quienes protagonizarían una nueva jornada de lucha acompañados por otras organizaciones, con paro de 24 horas en el hospital, corte en la Avenida 9 de Julio y una movilización a los ministerios de Salud y Modernización.

Comenzaba a germinar así la coordinación entre distintos sectores que enfrentaban cierres y despidos, y la propuesta que se terminaría votando en una nueva asamblea del Posadas el 5 de febrero para reunir a todos en un encuentro nacional de trabajadores en lucha.

El 17 de febrero fue la fecha elegida, donde se reunieron 2000 trabajadoras y trabajadores en el playón del hospital. Además de los trabajadores del Posadas y los gremios del hospital STS y Cicop que son parte de la lucha, allí estuvieron los mineros de Río Turbio, los trabajadores del Inti, Senasa, Ingenio La Esperanza, UEP de La Plata, Ferrobaires, Diario Hoy de La Plata, Cresta Roja, Stockl, los aeronáuticos de Red Guard y delegaciones de los Sutebas combativos como La Matanza, Tigre, Quilmes, Bahía Blanca, Ensenada y Escobar, entre otros. Muchos de ellos discutieron y votaron en asambleas de base su participación en el encuentro. “Es el método que defendemos para que los trabajadores decidan”, afirmaba Sucher.

Entre las resoluciones centrales definieron por amplia mayoría marchar el 21 de febrero en la convocatoria realizada por el Sindicato de Camioneros, las dos CTA, Ctera y gremios como bancarios, judiciales, aeronavegantes, entre otros; con una columna independiente y donde se destacaron los protagonistas de los principales conflictos en curso junto al sindicalismo combativo.

El camino de la unidad y la coordinación se fortalecía así y mostraba una perspectiva distinta al aislamiento y la división que mantienen las direcciones burocráticas de los sindicatos. La bronca expresada en la multitudinaria marcha contra la política del Gobierno renovaba las fuerzas para seguir peleando y la participación del bloque independiente planteaba la exigencia de paro nacional y plan de lucha unificado hacia las centrales que buscan contener esa bronca y utilizarla en función de sus propios intereses.

El 3 de marzo, una nueva cita encontraría al Posadas junto al Inti en el centro porteño para profundizar esa unidad y coordinación en las calles.

“Nos verán sonriendo”

La tarde del 6 de marzo marcó otro importante momento en la pelea del Posadas. Más de 1000 personas participaron del festival realizado en el Auditorio Oeste donde artistas como Karamelo Santo, Bersuit Vergarabat y Javier Malosetti, entre otros, brindaron un gran show solidario. Allí nuevamente estuvieron los trabajadores aeronáuticos y los mineros del Turbio, haciendo el aguante y demostrando no sólo que la unión es necesaria sino está más firme que nunca. Las renovadas energías quedaron reflejadas en las palabras de los trabajadores al subir al escenario, quienes agradecieron a todos los presentes y principalmente muchos de los trabajadores que aún continúan en funciones en el hospital y que estaban ahí bancando a los despedidos. Antes de finalizar dejaron un compromiso: encontrarse en las calles con los docentes que enfrentan los ataques de Vidal y defienden la educación pública de sus hijos todos los días, hermanando sus peleas.

8M: las enfermeras, grandes protagonistas

Si las enfermeras del hospital comenzaron siendo las grandes protagonistas desde el momento que se plantaron y dijeron “no” a la extensión de su jornada, el 8 de marzo volvió a encontrarlas decididas y dispuestas a obtener una respuesta del Gobierno en una histórica jornada. Ellas fueron las que desde el primer #NiUnaMenos se organizaron en el nosocomio conformando una comisión de mujeres, las que participaron de las masivas asambleas de preparación del paro internacional, las que estuvieron en el pañuelazo frente al Congreso reclamando por el derecho a decidir y las que nuevamente salieron a la calle en su día para poner su reclamo a la vista de todos.

“En el Día Internacional de las Mujeres no pueden decir que no nos va a recibir. Necesitamos nuestros puestos de trabajo. Deciles que se les va a llenar la calle de mujeres” le contestaban al funcionario del ministerio de Modernización que en un balbuceo nervioso intentaba que se retiren. Finalmente lograron ser recibidas en ese mismo momento, siendo la primera vez desde que comenzó el conflicto, y se fueron con el compromiso de reunirse el jueves 15 de marzo con funcionarios de esa cartera, con el Director de Recursos Humanos del hospital Juan Ignacio Leonardi y una delegación de trabajadores despedidos, algunos de ellos delegados de los gremios STS y Cicop.

“El Gobierno de Macri avala los despidos ilegales”

El miércoles 14 de marzo, el jefe de Gabinete Marcos Peña apareció en el Congreso para responder las preguntas y pedidos de informe de la Cámara de Diputados. Allí Nicolás del Caño del PTS-FIT lo interpeló sobre los despidos ilegales en el hospital y pidió explicaciones sobre los mismos. Lo que siguió fue una catarata de mentiras por parte del funcionario para justificar el accionar del Directorio.

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La respuesta de Peña fue la misma que un día después dieron los funcionarios de Modernización y el Director de Recursos Humanos del hospital en la reunión que se realizó en el ministerio.

“Sobran pruebas para demostrar el accionar ilegal de las autoridades, pero el Director de Recursos Humanos defendió la decisión que tomó con los mismos argumentos que utilizó el Jefe de Gabinete Marcos Peña en su primer informe de gestión, lo que demuestra que el Gobierno de Macri avala los despidos ilegales en el Hospital Posadas. Argumentan que “normalizaron” las irregularidades contractuales, cuando en verdad se apoyaron en la precarización laboral que heredamos los trabajadores del Gobierno anterior para despedirnos, pasando por encima de todos nuestros derechos” afirmó Cynthia Bernabitti, enfermera despedida e integrante de la Agrupación Marrón en el Movimiento de Agrupaciones Clasistas.

Frente a esta situación y tras cumplirse dos meses de una dura lucha, los trabajadores realizaron una nueva asamblea el viernes 16 por la mañana donde definieron nuevas medidas y pasos a seguir. El próximo martes 20 desde las 8 AM, una nueva acción los encontrará cortando el Obelisco, como parte del plan de lucha que mantienen por la reincorporación, el pase a planta de los contratados y la defensa de la salud pública.