La pandemia llegó con un sistema de salud devastado por los años de abandono y escasos recursos, sin el sostén económico para los trabajadores, ni seguridad laboral. Poner en pie comisiones de seguridad e higiene para cuidarnos entre todos se vuelve una tarea de primer orden.
Agrupación Marrón Clasista PTS + independientes
Miércoles 17 de junio de 2020 20:27
En el Hospital Posadas, centro de referencia nacional, vemos cómo aumentan las casos entre compañeros: ya hay más de 22 denuncias de contacto estrecho y algunos cierres de servicio. A su vez, comenzó a crecer la cantidad de pacientes contagiados internados. Muchos de ellos son de barrios con muchas necesidades descubiertas, que fueron desoídas por años.
El barrio Carlos Gardel no tiene agua en un tercio de sus hogares, tiene problemas estructurales de falta de luz y edificaciones precarias donde viven una cantidad de habitantes que los obliga al hacinamiento. Son familias que salen a trabajar pese a los descuentos de sueldos, porque de ello depende su plato de comida, cuando no los suspenden o despiden.
En estos barrios hasta cuestiones esenciales, como tener espacios para entretener a los niños o acceso a Internet para los adolescentes y sus tareas escolares, son herramientas con las que no cuentan muchas de las familias.
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El contagio entre los trabajadores de la salud pone en riesgo la correcta atención a nuestros pacientes y la propia vida de uno. Así sucedió con la pérdida de profesionales valiosos como Maria Esther, enfermera del Hospital Gandulfo, a quien le rechazaron 6 veces el pedido de licencia, o del enfermero Julio Gutiérrez del Hospital Durand. Estos son solo algunos ejemplos de tantos otros crímenes laborales que se fueron sucediendo en el país desde que comenzó la pandemia. Con estas cifras alarmantes, queda claro que si no comenzamos a cuidar la vida y salud de los trabajadores entre nosotros mismos, ni los empresarios ni los gobiernos de turno lo harán.
Para los Gobiernos y empresarios, solo cifras. Para nosotros, nuestra propia vida, la de nuestras familias y pacientes.
En nuestro Hospital, la dirección implementó protocolos de forma tardía y con grandes deficiencias que no permiten en varios casos actuar de forma prevenida y clara. Por otro lado, han reducido sectores como el del comedor, sin ofrecerles otros espacios a las y los trabajadores.
Asimismo, en vez de contratar más personal en un momento de excepción sanitaria, aumentaron las jornadas laborales para algunos sectores como el de alimentación, profundizando así el régimen de precarización que se vivió bajo el macrismo (cuando a enfermería también le habían aumentado a 12 hs el trabajo). Los ritmos laborales generan cansancio y malestar entre los trabajadores, en un momento donde es clave que estemos en buenas condiciones de salud para enfrentar la pandemia.
“La jornada laboral se me hace muy larga, por momentos estoy muy cansada y no sé si es por las horas en el hospital o si estoy comenzando a tener síntomas”, refiere una trabajadora del nosocomio.
“En nuestro sector una compañera dio positivo y nadie vino a preguntar cómo estábamos, ni tuvimos el espacio para intercambiar cómo proseguir. No nos aislaron siquiera”, comenta otro trabajador.
“Hace unos días una paciente de mi sector dio positivo, nos preocupamos mucho ya que en el piso hay espacios de uso común con los pacientes como el dispenser o el baño. Ese mismo día nadie nos dijo si teníamos que aislarnos, o qué medidas tomar. Eso generó mucha bronca” dice otra trabajadora.
Falta de protocolos claros, protocolos insuficientes, ausencia de respuestas de los superiores, son solo algunas de las tantas falencias que se ven estos días en el Hospital Posadas. La bronca entre los trabajadores se empieza a sentir, bronca de sentir que puertas afuera los grandes medios de comunicación y los gobiernos nos tildan de héroes, pero en nuestro labor diario se vuelve muy difícil la tarea si no contamos con medidas de seguridad y salubridad básicas.
Hay una salida: la unidad entre los trabajadores y pacientes en espacios de debate y organización.
Desde la Agrupación Marrón del PTS en el Hospital Posadas, denunciamos desde un primer momento la responsabilidad del gobierno de llevar a cabo una cuarentena sin garantizar en cantidad y calidad testeos para la población y barrios más humildes.
Exigimos desde el comienzo los elementos de protección personal (EPP) en todos los sectores, incorporando el personal necesario y con las seguridades laborales que requieren estas situaciones, realizar capacitaciones y fomentar espacios democráticos entre trabajadores y pacientes para pensar protocolos de intervención y prevención.
Proponemos la centralización del sistema de salud, para que sea unificado y que los trabajadores podamos contar con las camas, respiradores e instalaciones necesarias para enfrentar esta pandemia.
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Porque vemos muchas falencias, que día a día agravan las condiciones de trabajo poniéndonos en riesgo, a nuestras familias y pacientes, necesitamos organizarnos en espacios donde poder discutir esta situación, y poner en pie una comisión de seguridad e higiene de trabajadores y pacientes, junto con las demás agrupaciones y corrientes del hospital, para cuidarnos entre todos.
Desde el PTS proponemos unificar todos los reclamos de los trabajadores en cada zona, invitando al conjunto de la izquierda a debatir y pensar una salida para que esta vez la crisis sanitaria y económica no la tengamos que pagar nosotros. Te invitamos este sábado 20 a las 17 hs a participar de la asamblea virtual de la zona oeste. Nuestras vidas, la de los pacientes y nuestra familia están primero!