×
×
Red Internacional
lid bot

Obsceno. Hospital Zonal de Esquel: un ejemplo de la salud pública como mercancía en Chubut

Una tendencia progresiva e invariable en la Argentina de los últimos años y que ha sido una constante tanto en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, como en el de Cambiemos y el del Frente de Todos. También se reproduce en la provincia con el gobierno de Mariano Arcioni como se hizo público con el Hospital de Esquel que no da turnos a pacientes de Chile.

Martes 6 de diciembre de 2022 10:42

El Hospital Zonal de Esquel, en Chubut, anunció que dejará de darles turnos a pacientes de Chile, como forma de priorizar a la población local ante las largas demoras para encontrar citas médicas y la saturación del sistema. La decisión se produce semanas después del restablecimiento de un acuerdo firmado entre el Gobierno provincial y el país vecino, por el que el gobierno chileno debe pagar el costo de la atención de ciudadanos trasandinos.

Justificar la no atención de los pacientes chilenos, es una trampa, porque lejos de mejorar la salud de todos, hace que se siga reduciendo el presupuesto de salud y que el derecho a la salud se le niegue a las mayorías. O acaso las largas colas de pacientes en el Hospital de Esquel se deben a los pacientes de las localidades cercanas de Chile o a la baja del presupuesto de salud que año tras año reduce sus partidas para cumplir con el pago de la deuda externa. Queda claro que los responsables de los problemas sanitarios y de la crisis de la salud publica son los gobiernos, provincial y nacional.

La medida está impulsada por el sector de Estadística del centro médico y por la filial local del gremio UPCN. Tiene como objetivo exponer el "abandono del área de gestión al usuario e información de salud" del hospital.

El acuerdo establece, que el Gobierno de Chile debía hacerse cargo de los gastos de las derivaciones de pacientes chilenos residentes en tres localidades del país vecino que no pudieran realizarse "tomografías, cirugías o estudios complejos" en los centros de salud locales. Se trata de Chaitén, Futaleufú y Palena, ubicadas a menos de 10 kilómetros de la frontera.

Este ejemplo, en el área de salud, aunque no solo en ella, hace evidente que las políticas fueron signadas por la visión capitalista del lucro y la mercantilización de todo lo que debiera ser un derecho.

El ataque a la salud, la regla

El Hospital Zonal de Esquel es un centro médico de cabecera para 14 poblaciones rurales, además de proveer la atención a la población local. Es por eso que el gobierno de Chubut regresó a los lineamientos del convenio que estuvo vigente durante seis años, antes de la emergencia sanitaria por el Covid.

El gobierno de Mariano Arcioni en la provincia de Chubut le asignó a salud el presupuesto más bajo del siglo, castigando a los trabajadores de la salud con paritarias a la baja (con la valiosa ayuda de la burocracia sindical) y pérdidas del poder adquisitivo y profundizando la crisis del sistema de salud provincial.

Esto se profundiza en el marco del cogobierno con el FMI. Con un presupuesto, que como denunciamos, aplica un ajuste brutal en educación, salud y vivienda entre otras carteras.

Hay que invertir las prioridades

La tarea de hoy es la defensa irrestricta e incondicional y el fortalecimiento del sistema de salud público, gratuito, igualitario y de calidad. Debemos defender cada una de las conquistas logradas por los trabajadores bajo el capitalismo. La Salud Pública es una prioridad.

Contra la provincialización (descentralización), debemos luchar por la renacionalización, para que el Estado Nacional garantice el presupuesto necesario para sostener una salud al servicio de las necesidades populares. Es necesario presupuesto para insumos, infraestructura, aparatología, recurso humano y salario, con el fin de lograr condiciones dignas de trabajo. Pase a planta de todos los precarizados y apoyo a las reivindicaciones de los residentes. Aplicación del desgaste laboral y 82 % móvil para los jubilados. Reestatización de los sectores privatizados.

Si entendemos que la salud es un derecho, los medicamentos tiene que dejar de ser una mercancía para transformarse en un bien social. Por lo tanto, la accesibilidad debe estar garantizada por el Estado mediante la producción pública de medicamentos.

La Salud es un derecho humano básico y no puede tratarse como mercancía, limitando el acceso en función de la capacidad de pago. Necesitamos un Sistema Único de Salud, financiado exclusivamente por el Estado, que garantice el acceso en forma igualitaria a toda la población, sin barreras sociales ni económicas, y de forma universal y gratuita, basado en la prevención, la promoción y la Atención Primaria de la Salud.

La pelea por la salud pública y gratuita para todos, por salarios dignos, ingreso profesional y no profesional, como también mejoras en la infraestructura edilicia, continúa.

Es que mientras los gobiernos piensan en la salud como una variable de ajuste, son las y los trabajadores quienes sostienen los hospitales a diario. Por eso es que son las y los únicos que, junto a las y los pacientes, organizados en asambleas de manera democrática y llamando a los sindicatos a ponerse a la cabeza de esta lucha, pueden pensar una salida frente a la crisis de la salud pública.

En este camino es preciso defender la independencia frente a los gobiernos ajustadores, porque como demuestra la lucha de salud, desde Monasterolo, la sucesora de Fabián Puratich a Vizzoti todos buscan atacar la salud pública en beneficio del FMI.

En un marco de ajuste generalizado, donde ya se sienten los recortes en áreas sensibles, la unidad de las y los trabajadores no puede acotarse al ámbito de salud, es necesaria la unidad de todos los sectores en lucha.

Sólo un sistema social que termine con el lucro en la salud, con la ganancia capitalista y disponga de la riqueza, el desarrollo científico y tecnológico para el bienestar común, podrá brindar «Salud para todos».