El juez federal enfrenta una acusación por enriquecimiento ilícito. Antes de ser suspendido había repartido favores para el kirchnerismo y el macrismo.
Martes 24 de octubre de 2017 11:19
Hoy comienza el Jury -órgano de enjuciamiento conformado por representantes de los tres poderes- contra el juez federal Eduardo Freiler, titular de la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal.
El macrismo desde principio de año buscaba desplazarlo de su cargo, por la acusación que pesa sobre el magistrado es por mal desempeño de sus funciones y presunto enriquecimiento desmedido.
La acusación tiene su fundamento real ya que el magistrado posee un patrimonio de 17.000.000 de pesos que no pudo justificar. Se suma en la riqueza personal del juez una casa de 282 metros cuadrados en Olivos, dos departamentos, una casa y cuatro lotes en Necochea, un departamento en Mar del Plata y once lotes por más de 200 mil metros cuadrados en Villa Garibaldi, una localidad en las afueras de La Plata. Reportó, además, tres autos, un jeep y un yate, todos compartidos con su ex esposa, la camarista en lo civil Marcela Pérez Pardo.
Freiler , bajo el gobierno de Cristina Kirchner, había sido acusado de favorecer a funcionarios de la antigua administración por cerrar causas de corrupción como el caso Hotesur, como así también desviar la investigación en el caso Nisman.
Pero Freiler no sólo favoreció al kirchnerismo. El juez también favoreció al propio Macri, cuando dictaminó el sobreseimiento del presidente en la causa de las escuchas ilegales, cuando era jefe de Gobierno de la CABA. A partir de este sobreseimiento, el juez fue acusado de recibir coimas.
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Hoy el magistrado caído en desgracia, enfrenta un Jurado de Enjuiciamiento y el dictamen. Se espera que para noviembre, posiblemente, se determine el alejamiento del cargo de Freiler.
Como bien muestra el caso de Eduardo Freiler, ser un juez amigo del poder, paga bien, siempre y cuando no se termine del otro lado de la "grieta". Una "grieta" inventada tanto por el macrismo como el kirchnerismo para favorecer una polarización falsa, que como muestra también este caso, a la hora de hacer negocios sin que la justicia se meta, vale todo para ambos lados.