Se realizará escrache al cnel. (retirado) Guillermo Cedrés, oficial durante la dictadura y ex presidente del Centro Militar, reconocido defensor de los crímenes de lesa humanidad cometidos por las FFAA.
Viernes 22 de diciembre de 2017

Plenaria Memoria y Justicia ha convocado a escrachar al militar retirado y ex presidente del Centro Militar, Guillermo Cedrés. El mismo empezará con una concentración a las 19 horas, en Av. Rivera e Hipólito Irigoyen, para luego continuar hacia su domicilio en Almería 4794.
Oficial de la dictadura en centros de tortura
Guillermo Cedrés fue oficial de la dictadura militar y sirvió en varios lugares que fueron reconocidos centros de tortura. Casualidades no hay. Estuvo en el penal de Punta de Rieles reconocido centro de reclusión y tortura de presas políticas en la dictadura, estuvo también en Batallón Florida Infantería 1 del Buceo que fue el núcleo de inteligencia militar, codeándose con lo más rancio de los oficiales torturadores y fusiladores de la dictadura y donde se registran algunos asesinatos, también estuvo en Artillería 1 del Cerro lugar donde actuó la OCOA y se registra el asesinato tres compañeras militantes (Silvia Reyes, Diana Maidanic y Laura Raggio). También fue responsable de destrucción de las pruebas, ordenando la demolición del cuartel que estaba a su cargo y está probado que se torturaba, actualmente en ese lugar hay un complejo de viviendas.
Defensor de los criminales de lesa humanidad
Como presidente del ultrarreaccionario Centro Militar, se caracterizó por hacer innumerables apariciones públicas para defender los crímenes de la dictadura y solidarizarse con los pocos torturadores y asesinos que la justicia logró condenar. Así fue el caso de cuando se condenó a Miguel Dalmao por el asesinato de Nibia Sabalsagaray, en particular declaró que "Se trata de un general en actividad, que era alférez en ese momento. No tuvo nada que ver, (y) por estar de guardia se come ese sapo" y luego de morir Dalmao amenazó: “La prosecución de los procesos contra militares, por tanto, puede alterar la paz social, en el sentido de provocar la resistencia por parte de personas inocentes acusadas sin pruebas”. Posteriormente también defendió a su “amigo” Pedro Barneix (que se suicidó cuando iba a ser encarcelado), torturador y asesino de Aldo Chiquito Perrini, asegurando Cedrés que Barneix no tuvo que ver con la muerte de Perrini, en contra de los comprobado por la justicia y los múltiples testigos del caso.
Llamada para Bonomi
El ultrarreaccionario Centro Militar ha salido, en las últimas horas en defensa de su esbirro y realizó gestiones ante la Fiscalía y el Ministerio del Interior, amenazando según su comunicado, que no tienen dudas que tales organismos actuaran oportunamente.
Si no hay justicia, hay escrache
Cedrés es un ejemplo de los cientos de casos de militares impunes por los crímenes de la dictadura, siendo un oscuro oficial en varios lugares que fueron centro de tortura, fue un engranaje (como varios) de la política sistemática de represión, cárcel, tortura y asesinato desplegados por el régimen y las instituciones del Estado. También según palabras de él mismo que reconoció que había coordinación internacional para reprimir al “terrorismo ideológico”, reconoció y justificó entonces el Plan Cóndor.
Ante el régimen de impunidad, fundado en el Pacto del Club Naval, el estancamiento de los casos de los crímenes de la dictadura, donde solo se ha juzgado a una ínfima parte de los represores y que en la mayoría de los casos se benefician de cárceles vip y prisiones domiciliarias que nadie controla, las amenazas del Comando Barneix (que casualmente tiene el nombre del “amigo” de Cedrés) contra figuras de DDHH y políticas, el robo y amenaza al Giaf, la amenaza contra el Fiscal de Corte, la formación del Partido Militar patrocinado por el Centro Militar, entre otros sucesos reaccionario en los últimos años, se hace necesario manifestarse y organizarse contra toda esta impunidad y accionar desbocado de la ultraderecha. En las calles para repudiar a la impunidad y los reaccionarios y luchar para imponer mediante la movilización popular la condena a todos y cada uno de los criminales de lesa humanidad que aún caminan entre nosotros.