Después de 400 años, este lunes 21 de diciembre, se podrá observar sin telescopio este evento astronómico desde cualquier lugar del mundo. Al fenómeno se lo asocia con la llamada "Estrella de Belén" de la religión cristiana, sin embargo no hay evidencia que muestre una asociación entre ambas cosas.
Lunes 21 de diciembre de 2020 10:10
Imagen: EFE
El encuentro de los dos planetas, que coincide con la primer parte del invierno en el hemisferio norte y con el comienzo del verano en el hemisferio sur, se podrá ver después del atardecer.
El 16 de julio de 1623 fue la última vez que sucedió el evento y no se podrá volver a apreciar hasta el 15 de marzo de 2080, según indicó la Federación de Asociaciones Astronómicas de España.
Para ver el fenómeno solo hay que mirar el cielo hacia el suroeste una hora después de la puesta del sol, Saturno se verá con luz más tenue y levemente arriba de Júpiter, la estrella brillante que será fácilmente visible hasta este 21 de diciembre que invertirán posiciones en el cielo.
Con unos prismáticos o con telescopio simple se podrá ver además de ambos planetas con excelente claridad, los anillos de Saturno, las bandas de Júpiter y las principales lunas de ambos astros. Todo en el mismo campo visual, ya que “La distancia aparente entre Júpiter y Saturno llegará a ser tan pequeña como 1/10 de grado, casi una quinta parte del ancho de la luna llena que se ve en nuestro cielo”, explicaron los astrónomos.
Y aunque entre ambos planetas existen cientos de millones de kilómetros de distancia, aproximadamente cinco veces más que la distancia de la Tierra al Sol, “Aparecerán tan juntos que se podrán tapar con la punta de un bolígrafo si se sujeta con la mano extendida”.
Después de meses de aproximarse muy lentamente, el gran encuentro entre Júpiter y Saturno será inconfundible porque en esa parte del cielo y en este momento del año no hay estrellas con un brillo similar al de Júpiter.
La Tierra se demora un año en darle la vuelta al Sol, mientras Júpiter lo hace en 12 años y Saturno en 30, esto hace difícil que el encuentro se dé de manera regular.