Han pasado 26 años de la transición pactada a la democracia, que se construyó en base a la continuidad de las políticas neoliberales y la impunidad, la huelga de ex prisioneros políticos desnuda otra más de estas consecuencias.
Natalia Cruces Santiago de Chile
Domingo 19 de junio de 2016
Van 62 días de huelga de hambre en Santiago, protagonizada por seis ex prisioneros políticos, una mujer y cinco varones. Seis personas que lucharon contra la dictadura, que fueron encarcelados y muchos torturados. Otras tres personas están en huelga de hambre en Concepción hace casi 40 días.
Mientras la mayor parte de las organizaciones de ex prisioneros suma su apoyo. Esta huelga tiene como antecedente otra, realizada el año pasado, que comenzó en Rancagua pero luego se extendió a casi todo el país, donde las demandas eran prácticamente las mismas que hoy: mejorar las condiciones de reparación, justicia y no más impunidad.
Varias organizaciones, personalidades y dirigentes se han acercado a los huelguistas, tanto en Santiago como en Concepción, estos últimos días se han acercado la actriz Rosa Ramírez, el activista Víctor Hugo Robles, Marcelo Nilo, de el grupo Schwenke y Nilo, diputados como Giorgio Jackson, Gabriel Boric, dirigentes estudiantiles de varias universidades en lucha, entre otras personas.
Pero el gobierno sigue ocultando la huelga y las demandas. Es que a la Nueva Mayoría no le interesa discutir los problemas de los ex prisioneros. Por el contrario, son los responsables de aumentar la criminalización y represión a todos los que luchan.
Los ex prisioneros señalan en su plataforma que se sienten “los grandes olivados” de esta “democracia” y señalan que “a huelga de hambre es una acción política, de denuncia y de lucha. No es un ejercicio personal, sino colectivo en representación de todos los ex presos políticos”.
Sus demandas:
1. Fin a los 50 años de silencio impuestos por la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura.
2. Reapertura, de forma permanente, de una Comisión Calificadora de Ex Prisioneros Políticos y Torturados.
3. Reparación integral a las víctimas de prisión política y tortura, pero siguiendo las normativas internacionales suscritas por el Estado de Chile: