30 internos del Centro de Internación de Extranjeros (CIE) de Zona Franca en Barcelona se han puesto en huelga de hambre durante más de 20 horas para conocer su estado jurídico.
Viernes 16 de diciembre de 2016
Fotografía: wikimedia
Este miércoles empezaba una huelga de hambre en el CIE -Centro de Internamiento para Extranjeros- de Zona Franca (Barcelona).
Una treintena de inmigrantes, mayoría de origen argelino, se negaron a cenar y empezaban así una medida de protesta con el objetivo de conocer su situación jurídica actual y reclamando su libertad. Además, según se ha podido saber por fuentes de la Policía Nacional, los internos habrían redactado también un comunicado con sus exigencias.
No obstante, transcurridas 20 horas de la puesta en marcha de la protesta, la cónsul de Argelia visitaba el centro para hablar con los internos y conocer su situación. Según fuentes internas, la llegada de la diplomática a mediodía del jueves habría servido para poner fin a la huelga de hambre. Algunos de los internos que habrían participado de la protesta serán devueltos a sus países de origen.
El plazo fijado de internamiento en los CIE’s es de 60 días. Una vez pasado este tiempo, el Grupo Operativo de Extranjeros de la Policía Nacional procede a la devolución de los internos a sus paises de origen. Por otra parte, como informa La Directa, lo normal en caso de dejar en libertad al interno, es que ésta se efectúe entre los días 53 y 56, ya que se necesita más de una semana para tramitar la expulsión.
La protesta de esta semana por parte de los internos del CIE de Zona Franca es un nuevo grito por exigir la libertad. En los últimos meses han sido varias las protestas que se han llevado a cabo, no solo en Zona Franca, donde el pasado mes de noviembre más de 60 internos fueron duramente reprimidospor intentar rebelarse ante la situación que se vive en el centro.
En el CIE de Aluche (Madrid), la madrugada del 19 de octubre más de cuarenta internos se subieron a la terraza para hacerse escuchar. Posteriormente, varias organizaciones, entre ellasSOS Racismo, presentaron denuncias por los maltratos que sufrieron tras la protesta.
Todo ello tan solo por mencionar los casos más recientes. Sin duda, la privación de libertad, los malos tratos y las pésimas condiciones en las que se encuentran las instalaciones, hacen de los centros de internamiento para extranjeros verdaderas cárceles para los inmigrantes que no disponen de “papeles”. ¿Su crimen? Intentar sobrevivir, expulsados de sus países por conflictos, guerras, hambre o persecuciones.