La empresa automotriz estadounidense, General Motors ha visto frenada su cadena de producción hace ya cinco días, pues sus trabajadores han mantenido una huelga exigiendo sus derechos laborales básicos.
Sábado 21 de septiembre de 2019
La empresa automotriz estadounidense, General Motors ha visto frenada su cadena de producción hace ya cinco días, pues sus trabajadores han mantenido una huelga exigiendo sus derechos laborales básicos.
Esta política de la patronal automotriz de explotación laboral, no solo afecta a los trabajadores en su fábrica, sino también a cientos que trabajan para otras empresas que se dedican a la venta de componentes y fabricación de piezas de autopartes en todo el territorio.
En entrevista, Robert Jacobson, de empresas Android Industries, dijo que se han detenido 228 fuentes de empleo debido al paro en General Motors. Además de que la cadena de producción y de consumo tanto en el país como fuera de EEUU.
Mientras tanto las discusiones entre trabajadores, líderes sindicales y representantes de General Motors siguen sin encontrar un acuerdo, tanto que el miércoles pasado la empresa anunció, con todo y paro, el recorte del poco apoyo que otorgaba a los trabajadores para su seguro de salud.
Las mesas de negociación siguen y las operaciones en la automotriz de Canadá también comienza a tener repercusiones en sus plantas de Ottawa y Ontario en donde la producción está parada. Estas plantas aglomeran a 2000 trabajadores, miembros del sindicato Unifor.
Asimismo la transnacional que se beneficia del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) para explotar a los trabajadores en Canadá y México, está planeando cerrar también dos fábricas en Saint Catharines e Ingersoll, en donde se fabrican vehículos deportivos y que es fuente de 700 trabajadores.
En Michigan, la empresa de engranes, Nexteer, también está anunciando que puede cerrar las puertas de su producción debido a la falta de venta, amenazando con esto a 3000 trabajadores que tiene en sus filas, el sindicato Local 699, que los representa dijo que la empresa no les recibe ni llamadas ni correos electrónicos para resolver sus dudas después de la tentativa de cierre.
Tanto la patronal de General Motors y las otras empresas han decidido cargar el peso de la reducción de sus ganancias en los trabajadores por medio del recorte de personal y el recorte de las prestaciones, así como en el aumento de las horas de trabajo.
Por medio de las amenazas de cierre y de despidos pretenden manipular la opinión pública y amedrentar las ideas de otros obreros por secundar la lucha de los paristas de GM. La solidaridad internacional ya comenzó con muestras desde Brasil, Alemania y México, pero los esfuerzos deben multiplicarse.
Es por esto que tanto los trabajadores afectados en EEUU, como los de otros sectores y los del resto del mundo, tanto en la General Motors, como otras empresas deben de solidarizarse y llamar a un paro general para mostrar un puño de apoyo a sus colegas que se están enfrentando a la patronal y al gobierno de Trump, que ya comenzó a arrestar a algunos paristas.