Trabajadores del sector ferroviario irán a la huelga a finales de junio, luego de votar abrumadoramente a favor de una acción industrial a gran escala, en una medida que podría desembocar en la mayor huelga del sector ferroviario de la historia moderna de Gran Bretaña.
Viernes 10 de junio de 2022 19:33
Más de 40.000 trabajadores ferroviarios pertenecientes al Sindicato Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y del Transporte (RMT, por sus siglas en inglés de Rail, Maritime and Transport) de toda Gran Bretaña se están preparando para tres días de huelga que tendrán lugar los días 21, 23 y 25 de junio.
En el Reino Unido, un sindicato solamente puede convocar una huelga si la mayoría de sus miembros implicados la apoyan en una votación por correo debidamente organizada. El RMT convocó a sus miembros a votar a favor de la huelga contra los planes de Network Rail (la empresa estatal que gestiona la infraestructura de la red ferroviaria de Inglaterra, Escocia y Gales) y 13 operadores ferroviarios de recortar al menos 2.500 puestos de trabajo de mantenimiento.
La votación, que duró del 26 de abril al 24 de mayo, contó con un 71% de participación en la votación y un 89% a favor de esta. El RMT ha declarado que se trata de la mayor votación realizada entre sus miembros para un solo conflicto desde la creación del sindicato en 1990 y les ha pedido a sus miembros que se preparen para "cerrar el sistema ferroviario".
Ni Network Rail ni los operadores ferroviarios han amenazado aún con realizar despidos obligatorios entre los trabajadores del ferrocarril, pero como el número de pasajeros se mantiene obstinadamente por debajo de los niveles anteriores a la crisis, las empresas buscan un ahorro anual de hasta 2.000 millones de libras esterlinas. Network Rail, cree que puede ahorrar mediante una reforma laboral, que incluye el uso de más tecnología, en lugar de tener tantas botas en el suelo.
Además, unos 10.000 trabajadores del metro de Londres, también pertenecientes al RMT, se unirán a ellos el primer día en un movimiento coordinado diseñado para evitar posibles recortes de empleo en Transport for London (TfL). La huelga paralela en el metro de Londres es la continuación de un paro menor realizado esta semana, que cerró la mayoría de las estaciones del centro londinense. El RMT se opone a los planes de TfL de reducir el personal de las estaciones en unas 600 personas, entre el 10 y el 15% de la plantilla, como parte de los planes de reducción de costes para la capital.
Los maquinistas y el personal de mantenimiento de la estructura ferroviaria también podrían sumarse a las huelgas en todo el ferrocarril, lo que podría provocar un paro nacional completo. El sindicato TSSA, cuyos miembros gestionan las salas de control, la señalización y la energía, ha lanzado su primera votación de huelga, mientras que el sindicato Aslef, que representa a los maquinistas, ha convocado los primeros paros regionales de los conductores. El sindicato TSSA es más pequeño que el RMT, pero sus miembros proporcionan el personal de contingencia que permitirá que algunos trenes circulen durante las huelgas del RMT a finales de junio.
La huelga probablemente paralizará gran parte de la red ferroviaria nacional de Gran Bretaña y es probable que los efectos también interrumpan muchos servicios en los días en que los trabajadores no estén en huelga. Las huelgas previstas, tendrán lugar en la semana de dos elecciones extraordinarias e interrumpirán los viajes a grandes eventos como el festival de Glastonbury y los conciertos de Elton John y los Rolling Stones en el Hyde Park de Londres.
Pero no hay bronca solo ante las posibles amenazas de recortes y despidos. Los salarios del sector del ferrocarril se encuentran congelados desde 2020, la inflación se ha disparado y miles de trabajadores ferroviarios" han visto "caer en picado" su nivel de vida y se les ha agotado la paciencia.
Inflación, inseguridad alimentaria y crisis de los alquileres
La inflación en el Reino Unido alcanzó el 9% en abril, la tasa más alta en más de 40 años, con una escalada del coste de los alimentos, la energía y el transporte, según cifras oficiales.
Trabajadorxs de la sanidad y la asistencia sanitaria de baja remuneración están dando parte de enfermos porque no pueden permitirse llenar sus coches de gasolina para ir al trabajo, ha advertido Christina McAnea, secretaria general del sindicato de servicios públicos Unison. La dirigente del mayor sindicato del Reino Unido dijo que algunos de sus miembros probablemente irán a la huelga en los próximos meses, enfrentados a recortes salariales en términos reales a medida que la crisis del coste de la vida se hace sentir.
Por otra parte, los alquileres mensuales alcanzaron un récord esta semana, con un aumento medio del 11%; en Londres, los alquileres medios se han disparado un 14%, hasta las 2.195 libras mensuales. Y para empeorar las cosas, cada vez es más difícil encontrar un lugar donde vivir. Un nuevo informe ha descubierto que las propiedades disponibles para alquilar a través de agentes se han reducido a la mitad desde 2019. Los codiciosos propietarios se están aprovechando de la escasez para subir el alquiler a los inquilinos ya existentes. Los desahucios también han aumentado. Entre enero y marzo de este año, 5.890 propietarios de Inglaterra iniciaron procedimientos judiciales de desahucio sin culpa contra los inquilinos. Esto supone un aumento del 41% respecto a antes de la pandemia.
Asimismo, una investigación llevada a cabo por la Agencia de Normas Alimentarias (FSA) revela que para la gran mayoría de los británicos que el coste de los alimentos es una gran preocupación futura en los próximos tres años para más de tres cuartas partes de los consumidores británicos (76%), mientras que el número de personas que se saltan comidas o recurren a un banco de alimentos ha aumentado en el último año y el y el número de personas que recurren a un banco de alimentos ha aumentado de alrededor de uno de cada 10 en marzo de 2021, a casi uno de cada seis este mes.
El gobierno, golpeado por el escándalo del partygate y con un primer ministro que ganara la moción de confianza por apenas un estrecho margen, ha buscado enfrentar a la población contra el personal ferroviario. Sin embargo, la carestía de la vida, la inseguridad alimentaria y la crisis de los alquileres retratan otra realidad que pega muy fuerte en la economía de las familias trabajadoras y no permiten que el ataque del gobierno cale fuerte.
Los miembros de la bancada laborista con puestos destacados en su partido han guardado un llamativo silencio sobre la cuestión, mientras que el líder del partido, Sir Keir Starmer, ha dicho que apoya el derecho general de los trabajadores a retirarse del trabajo, pero cree que las huelgas ferroviarias no deberían seguir adelante. La formación del Partido Laborista británico estuvo íntimamente unida con el movimiento sindical, ya que fueron los sindicatos quienes crearon el partido laborista en los albores del siglo XX. La postura de la dirigencia laborista frente a las huelgas en el contexto actual podría abrir tensiones en esta relación histórica.