Clima. Huracán Enrique golpea estados del occidente mexicano

En su recorrido por las costas del Pacífico mexicano, el huracán Enrique ha provocado lluvias torrenciales, inundaciones, alto oleaje y el desbordamiento de algunos ríos y arroyos en los estados de Guerrero, Michoacán, Colima, Nayarit y Jalisco.

Además de las afectaciones a casas y negocios por las inundaciones, se reportan automóviles arrastrados y caída de árboles.

En Guerrero, el paso del huracán Enrique se ha cobrado la vida de al menos dos personas y provocó deslaves, derrumbes de carreteras y el colapso de más de 200 viviendas.

Según el último comunicado disponible del Servicio Meteorológico Nacional, a las 10 horas (tiempo del centro) de este lunes el huracán, de categoría 1 en la escala de Saffir-Simpson, se localizaba a 105 km al oeste de cabo corrientes, Jalisco, y a 430 km al sureste de Cabo San Lucas, Baja California Sur, desplazándose al nor-noroeste a 7 km por hora, con vientos máximos sostenidos de 140 km/h y rachas de 165 km/h.

Para hoy se prevén lluvias torrenciales en zonas de Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán y Sinaloa.

Debido al huracán se han emitido 14 boletines del Sistema de Alerta Temprana para Ciclones Tropicales a estados y municipios.

Para el transcurso de esta tarde y la madrugada del martes se espera que el centro del ciclón tropical se ubique aproximadamente a 190 km al oeste-noroeste de Cabo Corrientes, Jalisco, y a 240 km al sur-suroeste de Mazatlán, Sinaloa, manteniendo la categoría 1 de huracán.

Las próximas 24 horas se espera que se desplace de forma paralela y muy cercano a las costas de Nayarit y Sinaloa. Durante la noche del martes y madrugada del miércoles se prevé que se desplace hacia Baja California Sur, disminuyendo paulatinamente su intensidad a tormenta tropical.

El huracán Enrique se asocia al desplazamiento de un frente frío fuera de temporada. Esto, sumado al pronto inicio de la temporada de ciclones tropicales en México desde el 15 de mayo, remite al cambio climático provocado por la dinámica capitalista de explotación de los recursos naturales, cuyas consecuencias, como lo vemos en Guerrero, golpean a la población más vulnerable.

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