Conferencia matutina. Huracán Otis y Poder Judicial en la mañanera

José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina informó que se aumentaron los elementos para seguridad en Acapulco, del mismo modo Luis Crescencio Sandoval informó del despliegue de 11 mil 500 elementos de la Guardia Nacional y de las Fuerzas Armadas, supuestamente para apoyar a los damnificados.

López Obrador garantizó que las colonias populares están siendo atendidas. Al momento aún se encuentran incomunicadas comunidades indígenas y se espera que las cifras de fallecidos aumente pues aún no se han contabilizado las de las zonas más precarias de la región, esto, mientras la mayoría de los medios oficiales pone especial atención en la zona turística y hotelera de Acapulco.

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Además se habría enviado un millón de dólares a Acapulco y mil 48 profesionales de la salud de distintas instituciones federales. El presidente informó que el día de hoy realizará un viaje para supervisar la situación junto a las Fuerzas Aéreas. También dio a conocer que las secretarías de Hacienda y Economía tendrán una reunión con empresarios para “revisar las situación en Acapulco”.

Guillermo Nevárez, director de Distribución de CFE informó que se ha restablecido el 75% de la electricidad en Guerrero y en Acapulco un poco más del 50%. López Obrador aseguró que antes de Navidad se resolverá la situación y que “no habrá una amarga navidad”.

En los últimos días, después de una campaña de criminalización por parte de los medios de comunicación a los pobladores de Acapulco que acudieron a supermercados a abastecerse en medio por la insuficiencia de víveres, el gobierno declaró que solo el Ejército y la Marina podrán entregar la ayuda humanitaria, como explicamos en esta nota, “esto provocando un malestar, pues esto alentaba aún más la entrega de comida y agua, además de productos de primera necesidad, en un escenario de emergencia.”

Una y otra vez el gobierno ha incrementado las funciones de las Fuerzas Armadas en momentos de catástrofe. Otorgar al Ejército y la Marina el monopolio de la distribución de víveres no solo obstaculiza el propio envío de ayuda humanitaria sino que propicia que esta sea instrumentalizada con fines políticos.

Como lo planteamos aquí, desde La Izquierda Diario México, consideramos que las donaciones deberían ser administradas y entregadas por la clase trabajadora y los sectores populares organizados desde las bases en forma democrática por centro de trabajo, de escuela y por colonia.

El presidente aseguró que la gente está conforme con su gobierno, pues de no ser así habrán movilizaciones y llenarían el zócalo, se refirió a la movilización reciente de trabajadores del poder judicial para “mantener sus privilegios”.

Es importante señalar que las movilizaciones del Poder Judicial expresaron un descontento real por parte de sus trabajadores y trabajadores quienes ven el peligro de perder sus prestaciones las cuales dependen de los fideicomisos. Sin embargo, los ministros, jueces y la oposición de derecho ha instrumentalizado una genuina preocupación para hacerla parte de su disputa política y electoral con el oficialismo.

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Además sería falso admitir, como lo hace el presidente, que no han habido movilizaciones durante su gobierno, o que las que han habido han sido únicamente de la derecha. Tan solo la semana pasada hubo una movilización de los pueblos y barrios de la CDMX que fue brutalmente reprimida por el supuestamente extinto grupo de granaderos.

Respecto al recorte de fideicomisos al Poder Judicial, propuso el presidente destinar esos 15 mil millones de pesos para apoyar a las personas damnificadas por el huracán Otis y que los ministros formen parte de un comité que vigile la aplicación de los fondos.

Sobre las elecciones en Guatemala en las que ganó Bernardo Arévalo, llamó a la “reconciliación del país”, aseguró que Arévalo es “una gente de buenos sentimientos” y que hay resistencias para dejarlo gobernar porque “quieren seguir con la corrupción”.