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Red Internacional
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Educación para adultos. INEA: la autoridad busca no cumplir las demandas de los trabajadores

Trabajadores sindicalizados y no sindicalizados del INEA están en lucha a partir de la ofensiva patronal contra sus derechos laborales, lo que plantea varias cuestiones, como la unidad de los trabajadores.

Miércoles 27 de abril de 2022

Desde mediados de marzo del presente año, los trabajadores de la sección 09 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Educación para Adultos (SNTEA), se han movilizado ya que, a pesar del prometido cambio que ofreció el gobierno del Morena, la realidad es que sus condiciones no han mejorado. Señalan entre otras cosas que se congelaron las plazas, se frenó el proceso escalafonario a pesar de que los trabajadores realizaron las actividades a distancia. Y a pesar del cumplimiento, los funcionarios del INEA se han negado a otorgar los derechos correspondientes, afectado el pago de cláusulas del CCT.

No se establecieron protocolos durante la emergencia sanitaria de la Covid-19. Cuando ocurrieron los contagios en los centros de trabajo, las áreas afectadas siguieron funcionando, lo que agravó la ya de por sí difícil situación de los trabajadores precarizados, bajo la figura de asesores, donde algunos se encuentran contratados en calidad de “solidarios”. Es decir, son profesores que están sometidos a la inestabilidad laboral y al trabajo a destajo (ya que su ingreso depende del número de exámenes acreditados de los adultos que atiende). Es personal que está siendo despedido por mandato de la institución, lo cual también afecta las actividades de los sindicalizados.

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El INEA y el patronato

Cuando los trabajadores precarizados salieron a protestar para exigir a las
autoridades del INEA que respetaran sus derechos laborales, la institución respondió que no tenían ninguna responsabilidad frente a los trabajadores, pues no era su patrón, sino que esa función era cubierta precisamente por el patronato, lo que ponía a los trabajadores en dificultades. Acudieron a la dirección del instituto y el patronato, pero ambos se deslindaban de toda responsabilidad frente a los asalariados, buscando no darles respuesta.
Pero ¿En qué consiste este patronato? En la página de la Secretaría de la Función Pública, el ramo al que pertenece el INEA, establece que: “El objetivo general del INEA es definir, normar y desarrollar los modelos pedagógicos, materiales y contenidos, la inscripción, acreditación y certificación de la educación básica para adultos y dar cabal cumplimiento a las políticas nacionales en la materia (…)”.

En otro párrafo dice que “El INEA, los institutos estatales y delegaciones establecen vínculos con instancias gubernamentales, sociedad civil, organismos y empresas del sector productivo y social, para obtener su colaboración en la educación de adultos”. Así el texto continúa con la afirmación: “De la sociedad civil, se busca principalmente la participación voluntaria de figuras solidarias quienes no tienen ninguna relación laboral con el Instituto, sus delegaciones o con los institutos estatales en las tareas de orientación y asesoría educativa que requieren los adultos, como una aportación a los sectores más desprotegidos de la sociedad”. A lo que se agrega que “La participación de las figuras solidarias se acuerda mediante un convenio con los patronatos de Fomento Educativo A.C. o Pro Educación de Adultos A.C., integrados en cada entidad federativa”.

Lo que podemos observar es que la figura del patronato y los solidarios es una especie de terciarización o mejor conocida por su nombre en inglés, outsourcing, que es la acción de buscar un tercero que satisfaga las necesidades que tiene una empresa, subcontratando personal para que haga un servicio. Por ejemplo, cuando se contrata personal de limpieza para un centro de trabajo, con el fin de que no se reconozca la relación laboral, la implicación de dicha situación es la total precarización laboral para quienes se encuentran en ese tipo de contratación, donde sufren de inestabilidad laboral, bajos salarios, nulas prestaciones, negación del derecho a la sindicalización etc.

Si la autoridad que no escucha, movilicémonos en unidad

Actualmente las negociaciones del SNTEA con el INEA se están cerrando. De los 24 puntos del pliego petitorio planteados por el sindicato, la autoridad sólo ha aceptado seis, lo cual tampoco es garantía, pues ha demostrado una enorme falta de voluntad para satisfacer las demandas de los trabajadores. La autoridad ha mostrado negarse sistemáticamente a aceptar los acuerdos y a asumir un compromiso real para hacerlos valer, afectando tanto a los sindicalizados como a los no sindicalizados.

Por otro lado, el programa de Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES) está siendo usado para atacar a los sindicalizados, pues se pretende que el grupo de trabajadores precarizados que conforman este programa sustituyan las funciones que cumplen los agremiados del SNTEA, aún cuando los trabajadores de PILARES no están de acuerdo. Lo cual es parte de la política de esas autoridades intransigentes para no sólo no escuchar a los trabajadores, también para acabar con sus conquistas, pero ¿qué se puede hacer frente a esa situación?

En nuestra humilde opinión como Nuestra Clase y el MTS, impulsores de La Izquierda Diario, ante la cerrazón gubernamental, se tendría que exigir la reinstalación y basificación de los trabajadores “solidarios”, para fortalecer al sindicato ya que es una necesidad histórica que los sindicalizados y los no sindicalizados se conviertan en una sola fuerza. Premisa que también tendría que aplicarse a los trabajadores de cultura y de PILARES, para que no existan choques entre trabajadores sino plena unidad.

Así, la unidad se expresa mejor en la acción y la movilización común, con planes unitarios de lucha. Por esa razón, la Asamblea de Trabajadoras y Trabajadores en Lucha hace el llamado a marchar el Primero de mayo junto con la Asamblea de las Resistencias, la cita es a las 10:00 am en el Monumento a la Revolución, para dar un ejemplo de unidad entre los de abajo.