El Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) anunció el jueves 25 cambios a la evaluación docente para el 2017, aunque sigue reivindicando la primera evaluación que mutila los derechos de los maestros en el país.

Diana Valdez México D.F. / @yellikann
Martes 30 de agosto de 2016
Foto: ADN Sureste
La Junta de Gobierno del INEE anunció las modificaciones al modelo de evaluación que se aplicó durante el año 2015, y a pesar de reconocer la necesidad de cambios a este tipo de evaluaciones, la presidenta de dicho organismo calificó de “válida y con resultados justos” a la pasada evaluación.
El modelo de evaluación ha recibido fuertes críticas por parte de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), intelectuales expertos en materia educativa y maestros que se han visto obligados a presentarla. Esto aunado a la presión en las calles, ha orillado a las autoridades a darle una “manita de gato” a la evaluación, no así a su carácter punitivo.
Sylvia Schmelkes, directora del INEE, quien ya en una ocasión indicó que “la reforma educativa puede no ser la necesita el país y el magisterio”, insistió en que la evaluación se mantendrá en el marco de lo que indica la “reforma educativa”, por lo que la ley no tiene que ser modificada y afirmó que los cambios pretendían atender las críticas de los profesores, así como contextualizar la evaluación en la localización y realidad de la escuela.
Las modificaciones:
El modelo de evaluación 2016 será de transición para llegar al modelo 2017 y será de carácter obligatorio para los maestros que obtuvieron “malos resultados” en la pasada evaluación 2015.
Asimismo, la Secretaría de Educación Pública (SEP), pretende que 24 mil profesores sean evaluados en 2016 y aunque existen algunas modificaciones, como la sede que para 2017 podrá elegirla el profesor o profesora a evaluarse, así como la fecha del examen, el carácter punitivo de la evaluación, que es la crítica más dura que hace el magisterio disidente, permanece.
La evaluación docente se ha intentado llevar a cabo a punta de rifle en estados como Chiapas y Oaxaca, y a pesar de las muchas protestas de los profesores por el país, el gobierno federal se ha empeñado en llevarla adelante. ¿Será que reflexionaron?
A pesar de que la propia directora del INEE reconoció que “la única forma de saber cómo se desempeña un maestro es observándolo en el aula” las modificaciones a la evaluación de ninguna manera se acercan a esto, sino por el contrario, continúan siendo instrumentos que representan una enorme carga de trabajo extra para los docentes y que atentan contra su estabilidad laboral.
El INEE afirma que ha escuchado las críticas de las maestras y maestros de la CNTE, sin embargo al revisar las modificaciones podemos ver la mentira de esta institución. El carácter punitivo y obligatorio permanece y el examen no ha sido modificado en su contenido. El gobierno y sus instituciones intentan hacer creer al pueblo que lo ha escuchado, y también a sus maestros, pero estas leves modificaciones no provienen de la buena voluntad, sino de la pelea que se ha dado en las calles y en las escuelas.
Los maestros sabemos que ninguna modificación que se le haga a las evaluaciones o a la misma Reforma cambiará el espíritu punitivo y violatorio de nuestros derechos laborales, por ello pensamos que debemos fortalecer la lucha por la abrogación de la Reforma y respaldar a las centenas de escuelas en el país que se mantienen en paro indefinido, sobre todo en los estados de Oaxaca y Chiapas.
Para ello, desde la agrupación magisterial y normalista Nuestra Clase pensamos que es necesario que la CNTE convoque a un gran Encuentro Nacional de trabajadores, organizaciones y sindicatos en lucha, para discutir un plan de acción unificado, continuo y escalonado que nos permita fortalecer la lucha hasta llegar al paro nacional que logre tirar la reforma educativa.