La Coordinadora resolvió no apoyar a ningún partido, sino impulsar la unidad de los trabajadores contra la represión y las reformas estructurales.
Arturo Méndez Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase
Lunes 2 de abril de 2018
En la “Declaración Política” del 17 de marzo, en los “Resolutivos” del IV Congreso y en las declaraciones a la prensa, se destaca la determinación de no orientar el voto del magisterio democrático que adhiere a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) a favor de ningún partido de los que participe en las elecciones.
En los “Resolutivos” se lee: “Ratificamos nuestra independencia ideológica, política y económica de todos los partidos que participan en la contienda electoral, del gobierno y del charrismo sindical.”
Éstos, de sostenerse consecuentemente, son muy importantes en este momento en que el cuestionado régimen político intenta recomponerse mediante las elecciones, buscando desviar el profundo descontento social hacia las urnas.
También hacen explícito que: “La CNTE repudia y condena a los partidos políticos que aprobaron las reformas estructurales y firmaron el Pacto por México.”
Si bien es correcta la denuncia a los principales responsables del brutal ataque que padecemos los trabajadores y el pueblo, mal haríamos en asumirla como un apoyo velado al MORENA, como lamentablemente lo hace la dirigencia de la sección 22.
Hoy muchos trabajadores y padres de familia ven en AMLO una alternativa a los partidos del Pacto por México, y confían en su promesa de echar atrás la reforma educativa.
Sin embargo, no es suficiente con eso. Si queremos lograr una educación con alto nivel académico, con salarios y condiciones de trabajo dignas, y donde todas y todos puedan acceder a todos los niveles educativos (desde inicial a superior) es necesario -por ejemplo- impuestos progresivos a las grandes fortunas y el no pago de la deuda externa, entre otras medidas.
Esto implica atacar los intereses de los empresarios y las trasnacionales. No obstante, el candidato presidencial del Morena ya dijo que garantizará la estabilidad de los negocios capitalistas, mientras se alía con empresarios, políticos de la “mafia en el poder” y charros “opositores” como los del STUNAM, telefonistas, mineros y Elba Esther Gordillo, de quienes no podemos esperar nada bueno.
Por eso, imponer una salida favorable a los trabajadores de la educación y el conjunto del pueblo, debe basarse en la movilización más amplia y la confianza en nuestras propias fuerzas.
Partiendo del correcto pronunciamiento de la CNTE por la independencia frente a todos los partidos del régimen político, consideramos fundamental que la Coordinadora haga un llamado explícito a todos los trabajadores de la educación que confían honestamente en AMLO, así como al sindicalismo opositor, a no confiar en que las elecciones o las instituciones resolverán nuestros problemas y a movilizarnos unitariamente por nuestras demandas, ya que es la única forma de conquistarlas.
Por otra parte, Enrique Enríquez, Secretario General de la Sección 9 Democrática de la Ciudad de México declaró:
No creemos que López Obrador o quien llegue vaya a resolver los problemas de México. Como CNTE estamos aquí como referente histórico para exigir que el que llegue a la Presidencia, quien sea, tome las demandas más sentidas de la sociedad mexicana, pero de todos, no sólo de los maestros.
Coincidimos en que sea cual fuere que llegue a la presidencia, no debemos confiar en que vaya a resolver los problemas de México, pues implicaría que ataque las bases del capitalismo semicolonial mexicano, sustentado en la explotación y opresión de millones por un puñado de grandes empresarios y la subordinación al imperialismo estadounidense. Sin embargo, opinamos que el magisterio debe prepararse para, junto a los sectores más explotados y oprimidos de la sociedad, arrebatarle al gobierno de turno cada una de las conquistas que hemos perdido.
Para conquistar nuestras demandas: Unidad de los trabajadores
Si bien la CNTE llama a la unidad de todos los sectores agraviados de la sociedad, desde nuestro punto de vista, esa unidad, debe trascender las “reuniones de articulación” con poca capacidad resolutiva y concretarse en la convocatoria a un gran Encuentro con delegados de base de todas las organizaciones, centrales sindicales que se reivindican democráticas y demás sectores combativos, donde acordemos un verdadero plan de lucha nacional para hacerle frente a los ataques del gobierno y los organismos internacionales.
Entre las principales demandas del Congreso están: la abrogación de la reforma educativa, reinstalación a los 586 maestros cesados del país, libertad a los presos políticos de la CNTE, reinstalación de la mesa nacional única de negociación. Reconstrucción de las escuelas, viviendas y reparación de otros daños causados por los sismos de 2017 y 2018 con recursos del FONDEN y el mantenimiento permanente de la infraestructura educativa.
También el rechazo a la Ley de Seguridad Interior, la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa y justicia para Nochixtlán; incremento el presupuesto educativo, rechazo al Nuevo Modelo Educativo, fortalecimiento de todas las escuelas normales y Universidad Pedagógica Nacional, y el otorgamiento de plazas automáticas de manera inmediata y sin condiciones de todos los egresados de normales públicas a nivel nacional; la defensa de los derechos de todos los trabajadores jubilados y pensionados, la aplicación inmediata del FONDEN y la ayuda internacional a los damnificados de los sismos.
Desde la Agrupación Nuestra Clase consideramos que, para lograr nuestras demandas, es fundamental soldar la unidad de las filas magisteriales, y para ello es indispensable desarrollar la democracia sindical desde las bases, escuela por escuela, zona por zona, con plena libertad de expresión, el respeto a las minorías y a los mandatos de la base. En ese sentido, vemos necesario que la CNTE permanezca abierta al debate interno y a la participación de los maestros que representen el sentir de sus escuelas y zonas, como las delegadas y delegados de Guerrero y Chiapas, a los que lamentablemente se les impidió el paso al Congreso.
En este sentido, vemos un déficit en el poco espacio que se dedicó en los Resolutivos del IV Congreso a la lucha por la democratización del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), pues la recuperación de nuestro sindicato es una tarea crucial para fortalecer al movimiento magisterial, así como una importante posición ganada para el conjunto de nuestra clase.
Desde la Agrupación Nuestra Clase nos sumamos al impulso de la “Jornada de lucha 2018” de la CNTE que consta del paro de 48 horas el 9 y 10 de abril y el paro de 72 horas el 30 de abril y 1 y 2 de mayo, aunque por falta de condiciones, a la mayoría de los docentes de la Ciudad de México nos será muy difícil llevar su plan de acción adelante.