Iglesia Católica reconoce haber mantenido silencio ante los casos de abusos sexuales al interior de la institución. Dejando en impunidad los crímenes y abusos cometidos por el clero.
Domingo 5 de agosto de 2018
Tras concluir la 116ª Asamblea Plenaria extraordinaria, en Punta de Tralca. El presidente de la Conferencia Episcopal y obispo castrense, Santiago Silva, junto al secretario general y administrador apostólico de Rancagua, obispo Fernando Ramos, leyeron un comunicado en el que reconocieron las graves negligencias frente a los casos de abusos sexuales al interior de la institución. Dando cuenta que no había disposición para escuchar, creer, atender o acompañar a las víctimas frente a los abusos cometidos por sacerdotes y religiosos. Por lo que, piden perdón a las víctimas y sobrevivientes.
Esta, es una más de las declaraciones públicas de perdón a las víctimas de abuso, tras la gran crisis de confianza y legitimidad abierta en la Iglesia, con una caída significativa de adherentes que cada vez disminuye más. Ahora, pretenden cambiar su obsoleta estrategia de “secreto de confesión” y mostrarse como una institución que colabora con la justicia. Sin embargo, la Iglesia presenta una histórica impunidad no sólo en los casos de abuso sexual, sino también ante los crímenes a los derechos humanos cometidos en dictadura. Por lo que, cada vez se hace más visible lo perjudicial de la moral conservadora que la Iglesia, que mientras mantiene en secreto crímenes y abusos, respaldando a los responsables, se posiciona con un discurso “pro-vida” frente al debate del aborto mediante el cual no hace más que seguir atentando contra los derechos históricos de la mujer.
