Un cacicazgo ha nacido en la segunda universidad pública más grande de Sinaloa, la Universidad Autónoma de Occidente, el cual es dirigido por la exrectora de dicha institución académica, la Dra. Sylvia Paz Díaz Camacho.
Martes 9 de enero de 2024
Lo anterior fue dado a conocer por trabajadores, docentes y estudiantes de la mencionada casa de estudios quienes han llevado a cabo distintas manifestaciones en las calles de las principales ciudades sinaloenses, así tomas de extensiones y unidades académicas de la UAdeO en lugares como El Fuerte (al extremo norte de la entidad) y Mazatlán (en el sur), pasando por la capital, Culiacán (centro), con la finalidad de impedir el nombramiento del Dr. Pedro Flores Leal como rector de la institución.
Gran parte de la comunidad universitaria señala que Sylvia Paz, a través del control que ejerce sobre la junta de gobierno, ha impuesto a Flores Leal para dirigir a la UAdeO para el periodo 2024-2028. Profesores de las Unidades Regionales El Fuerte y Culiacán, quienes platicaron con corresponsales de este diario, refieren que Pedro Flores es un incondicional de la hoy exrectora Silvia Paz, quien será pieza clave para que ella pueda perpetuar negocios familiares dentro de la universidad.
Pedro llega a la rectoría totalmente carente de representatividad y legitimidad ante las bases de trabajadores, docentes y estudiantes; su elección se dio en un proceso que se llevó a cabo a espaldas de la comunidad, sin la votación de esta y en medio de una serie de irregularidades, según expresa el Movimiento para la Defensa de la Verdadera Autonomía de la Universidad Autónoma de Occidente en un pliego petitorio donde además exigen la renuncia de Flores Leal.
Hay que mencionar que la Ley Orgánica de la UAdeO establece este mecanismo antidemocrático donde una Junta de Gobierno es la encargada de realizar estos nombramientos. Dinámica muy similar, de corte cuasifeudal, que vemos también en universidades como la UNAM, donde una Junta de Notables se encarga de lo mismo a espaldas de la comunidad universitaria.
Además, profesores afirman que Pedro es recién llegado a la UAdeO como docente e investigador, teniendo apenas algunos meses de haber obtenido su tiempo completo gracias a la influencia de Silvia Paz. Esta última designación se dio pisoteando los derechos de otros trabajadores académicos que tienen años esperándola y son ignorados: la situación se repite con otros allegados a la exrectora que rápidamente han obtenido el beneficio mencionado.
“Sylvia Paz ha estado conformando su estructura desde que llegó en 2017, acomodando a familiares en puestos clave de la administración universitaria. Recientemente, durante el proceso de cambio de rector, la Dra. se ha valido de la antidemocrática Ley Orgánica de la UAdeO para imponer a Pedro Flores como rector… es algo muy parecido a lo que hace Melesio Cuén Ojeda en la Universidad Autónoma de Sinaloa… No es de sorprender, Silvia Paz fue investigadora de la UAS durante muchos años y se le consideraba la sucesora del cacique Cuén, pero este terminó optando por Antonio Corrales Burgueño como su sucesor…. si bien Silvia fue rechazada por el grupo de Cuén en 2009, lo cierto es que emana de ese tipo de estructuras académicas antidemocráticas que ven a las instituciones de educación pública como espacios para hacer negocios y llevarse a bolsillos privados parte de los presupuestos de estas instituciones públicas” señalan trabajadores.
Las protestas para evitar la imposición de Pedro Flores Leal como rector iniciaron el 15 de diciembre. Ha habido tomas de instalaciones de la universidad en El Fuerte, Los Mochis, Culiacán y Mazatlán, así como bloqueos de las principales avenidas de la capital sinaloense y el mencionado puerto turístico.
De hecho, la toma de protesta presencial de Flores no se pudo llevar a cabo el 5 de enero en Culiacán debido a las manifestaciones. Frente a ello las autoridades caciquiles tuvieron que hacerla vía virtual. Luego llegaron al extremo de hacer un videomontaje tratando de desmentir que el evento presencial había sido cancelado por las protestas. El uso de estos últimos recursos se lo copiaron a sus símiles, las autoridades de la UAS, quienes son famosas por el uso de fotomontajes y videomontajes para combatir a adversarios políticos democráticos.
Casos como el del cacicazgo universitario de Héctor Melesio Cuén Ojeda en la UAS, el de la familia Sosa Castelán (la Sosa Nostra) en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, el del difunto Raúl Padilla en la UdeG o el de Alfredo Femat en la Autónoma de Zacatecas, los cuales han nacido y se han sostenido al amparo de Leyes Orgánicas que establecen autonomías universitarias totalmente antidemocráticas, nos muestran la forma en que grupos empresariales convertidos en cúpulas burocráticas universitarias ─o viceversa─ se apoderan de instituciones públicas educativas para hacer jugosos negocios.
Es pertinente también recordar que los cacicazgos educativos han sido punta de lanza para la aplicación de políticas de corte neoliberal que han ido precarizando cada vez más las condiciones laborales trabajadores universitarios, docentes e investigadores. Estos fenómenos son, pues, propios del capitalismo tardío.
Ante esto, es necesario construir un fuerte movimiento universitario que arrebate a estas cúpulas burocráticas Leyes Orgánicas que garanticen una verdadera autonomía universitaria con voto universal en la elección de autoridades y que establezcan un gobierno tripartito de trabajadores académicos y administrativos, así como estudiantes, que decida qué, cómo, por qué y para qué se gasta le presupuesto, construyendo una universidad verdaderamente al servicio de las grandes mayorías.
La autonomía universitaria por la que se debe luchar es una autonomía al servicio de las mayorías, sectores populares y la clase trabajadora, no una autonomía de la que se valgan empresarios y castas doradas para enriquecerse.
Esto solo se podrá lograr a través de procesos democráticos de discusión impulsados desde las bases, en asambleas tripartitas ─de estudiantes y trabajadores académicos y administrativos-, con órganos de autoorganización y deliberación políticamente independientes de todos los partidos políticos del régimen ─y sin otorgarle la más mínima confianza al gobierno del Estado ni a legisladores-.
Sería a su vez valiosísimo que lograra consolidarse una alianza entre los movimientos democráticos universitarios de la UAdeO y la UAS, en una lógica unitaria también entre trabajadores académicos y administrativos ─tanto sindicalizados como de confianza- de ambas instituciones educativas.
También es imperativo discutir la problemática de la universidad incluso en horas clase, con miras a fortalecer un movimiento para la elaboración de una nueva Ley Orgánica. Una democratización “por arriba” ─es decir, por la supuesta buena voluntad y gracia del gobernador o de diputados locales- generará otro cacicazgo.