Sorpresivamente, el ente financiero redujo las expectaivas de crecimiento hasta un 2.75% anual y , como no se veía desde la crisis del 2008, se propone disminuir la tasa de interés para los distintos tipos de créditos hasta un 2.5%. Ante el bajo crecimiento: más endeudamiento es la fórmula del gobierno para sobrevivir a las crisis del capital.
Lunes 10 de junio de 2019
Este lunes se presenta el Informe de Política Monetaria (IPoM), donde el Banco Central (BC) ya se adelantó este viernes y nuevamente proyectó a la baja las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) a un 2.75%. Tendencia que viene haciéndose persistente desde diciembre del año pasado: de entre un rango de 3.25 - 4.25%, el informe de mayo viene a confirmar los problemas de crecimiento estimando que Chile crecería sólo entre un 2.75% a 3.5%.
En su comunicado el BC admite: "a la luz de la actualización de los parámetros estructurales, la recuperación de la economía no ha sido suficiente para cerrar la brecha de actividad e impulsar la inflación. Por ello (el Consejo) estimó necesario recalibrar el impulso monetario". Con estas palabras el mercado se remeció el pasado viernes.
La clave para esta entidad y el Ministerio de Hacienda viene con una vieja fórmula para tiempos de crisis, ya que repitiendo lo impulsado el 2009, ante la crisis subprime, se reducirá la tasa de interés de un 3 a un 2.5% ¡algo no visto desde esa época!
Por parte del Gobierno, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, salió declarando “El efecto, para las personas, son condiciones crediticias más favorables. Esperaríamos ver una reducción en las tasas de créditos, créditos de consumo y en algunos otros créditos, créditos para las pymes”, agregó. “El efecto para las personas viene fundamentalmente a través de eso, de la actividad económica, que esto debería contribuir a estimular”.
Es decir se cargará en la capacidad de endeudamiento de la población (créditos de consumo, vivienda, internacional. etc) la posibilidad de repuntar en la dinámica de la economía nacional. Sin embargo, la realidad ya es preocupante, este mismo año el Banco Central informó que las deudas en los hogares alcanzaron un nuevo récord: 73,3 % del ingreso disponible en el 2018, reflejando un aumento del 3,2 % con respecto al año anterior al tiempo que la riqueza financiera neta de los hogares disminuyó en 3,6 %
Los contextos económicos nacional e internacional vienen con muchas complicaciones donde la guerra económica de imperios comerciales como EEUU y China repercuten profundamente en un país dependiente como Chile, donde la fuga de utilidades de inversión quedan por fuera de la decisión de quienes las producen.
Ante estas políticas de ajuste para enfrentar la crisis internacional que pone en los hombros de la clase trabajadora todo su peso, desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios creemos que es indispensable organizarnos entre trabajadores, trabajadoras y estudiantes para que todos los bancos pasen a conformar una banca nacionalizada que unifique el ahorro nacional y el sistema de crédito en manos del Estado, con control de los trabajadores bancarios (no por su burocracia sindical); conjuntamente, monopolizando el comercio exterior de manera que todos los exportadores entreguen lo que se va a exportar a una institución creada por el Estado quien toma las riendas de la comercialización, la relación con las potencias imperialistas, con los otros países.
Ambas políticas apuntan a ocupar esas ganancias y ahorros en función de las necesidades de las mayorías, en contra de la apropiación de una minoría empresarial que sólo engorda sus arcas privadas a costa de la explotación y salud de las masas de trabajadores y trabajadoras a lo largo y ancho del planeta.
