Martes 26 de abril de 2022
Ya se siente en nuestros bolsillos la crisis económica que dejó la pandemia y las políticas neoliberales del gobierno de Piñera, y que se ha profundizado debido a la situación internacional y la guerra en Ucrania. La inflación llegó a niveles históricos desde los 90’, subiendo especialmente los precios de los alimentos en un 13%, y en general llegando a una inflación del 9,4% anual.
Al aumento de los costos en general, donde la Beca de Alimentación Estudiantil (BAES) no alcanza para comprar alimentos para todo el mes y sufrió un irrisorio aumento de $4 mil que solo incluyen una botella de aceite más a la lista de compras, se suman los exorbitantes aumentos de aranceles y matrículas en Universidades y liceos en que algunos superan los $4 millones e implican un gasto mensual mayor al sueldo mínimo.
Sin mencionar el aumento del costo de la vivienda, que para les estudiantes que son de regiones distintas a la que estudian ha significado un enorme problema con la vuelta a la presencialidad, la necesidad de tener trabajos precarios e inestables y hacer magia para convalidarlos con las horas de estudio y, por qué no decirlo, un nuevo dolor de cabeza que afrontar cada fin de mes. Y para quienes son mamá o papá, es aún más complejo el escenario.
Un mes de Boric, entre represión y sueños inconclusos
Pero a pesar de que hay quienes no se cansan de decir (Bart, di lo tuyo) que "Boric solo lleva un mes", no hemos visto en este tiempo soluciones acorde a la problemática que afrontamos les jóvenes y nuestras familias trabajadoras. Al contrario de eso, lxs parlamentarixs (y también los del Partido Comunista y del Frente Amplio de Boric) rechazaron el 5to retiro de 10% de las AFPs, incluso el proyecto acotado y neoliberal del gobierno, y sin dar ninguna solución inmediata a los bolsillos de millones de familias que hoy pagan las consecuencias de la inflación.
De lo que tienen razón quienes defienden a Boric, es de que hay sectores que presionan en el régimen y de parte del empresariado -y sus medios de comunicación- que buscan desplazar todo hacia la derecha. Parte de esa tensión es el paro facho que estamos viviendo hoy de parte de los camioneros. Pero el Gobierno, buscando no romper la unidad entre la vieja ex Concertación y Apruebo Dignidad, no se queda atrás en esa operación, cuando fortalece la represión contra el pueblo mapuche y lxs secundarixs e impulsa todo un discurso de orden público y criminalización.
Esa tensión en las instituciones, lleva la situación a la derecha, moderando las reformas y planteándonos tiempos largos y gradualidad para no enojar los bolsillos de los grandes empresarios. Esa es la línea que ha llevado el Gobierno, pero también la Convención Constitucional, cada vez más moderada, buscando grandes acuerdos que dejen a todos felices manteniendo en pie los pilares económicos del Chile neoliberal. ¿Nueva transición? Es lo que busca el conjunto de los partidos del régimen para acabar de una vez por todas con lo que abrió la rebelión.
Educación en crisis y el poder de la unidad
Pero a la crisis de las instituciones por arriba, se le suman luchas parciales por abajo, como respuesta a que las demandas de la rebelión aún no han sido resueltas e incluso las condiciones de vida están peor que entonces. Decenas de trabajadores de la construcción protestaron con barricadas en contra de los despidos de 220 obreros de un proyecto inmobiliario en Ñuñoa, incluso tomándose la municipalidad por algunas horas. Trabajadores despedidos de la CMPS-Softys en Puente Alto (Papelera) luchan por no más despidos en la empresa de los Matte, una de las familias más millonarias del país. Trabajadores de la salud de distintos hospitales exigen mejores sueldos y contra la sobre-carga laboral.
La vuelta a clases presenciales ha abierto una nueva crisis en la educación pública. El cambio radical luego de dos años de encierro, para muchxs jóvenes viviendo violencia machista y opresión en sus familias y para otrxs teniendo que enfrentar graves problemas económicos en sus hogares, y ahora volver ahora a clases como si nada hubiera pasado y sin asistencia psicológica o pedagógica garantizada en las instituciones públicas, generó la inestabilidad emocional en lxs estudiantes y el fallo de los planes educativos que vimos las primeras semanas de marzo. Por eso diversos secundarios se movilizan en sus liceos, como el Liceo de Aplicaciones y el Instituto Nacional, contra el machismo en la educación, por la falta de protocolos ante el acoso y abuso sexual, y contra las condiciones precarias de vuelta a clases, exigiendo mejor infraestructura y mayor contratación de docentes.
A esto, sumado los pocos recursos destinados desde el Estado a la educación, con la falta de contratación de más docentes, funcionarixs, trabajadores de educación, asistentes, etc. Y una mala infraestrcutura que era precaria antes de la pandemia y que hoy es la misma pese a que la situación de la salud exige que sean mejores. En la Universidad de Chile las y los funcionarios de la Facultas de Ciencias Sociales denunciaron que había seis funcionarios para 36 salas y 9 baños, nulas medidas sanitarias y mala infraestructura, que llevó al colapso de las salas de clases. En Antofagasta, en decenas de liceos se movilizan estudiantes y profesores, mostrando un ejemplo de unidad al tener asambleas comunes y petitorios unificados.
Retomemos el camino de la organización y la movilización independiente en las calles
Los ejemplos de luchas y de unidad que mostramos más arriba, son aún pequeños, pero muestran un potencial. No solo para conquistar las demandas que se proponen, sino que son sectores que en este mes de ilusiones y sueños inconclusos, comienzan a romper sus expectativas en Boric, y pese a que la derecha busca canalizar esa desilusión, esos sectores lo hacen por izquierda, en el camino de la movilización y la organización.
Mientras la derecha y la Centro Izquierda buscan "orden social", Boric, junto al Frente Amplio y el Partido Comunista, se pliega a ese discurso para no romper la unidad. Las direcciones del Movimiento Estudiantil, militantes o cercanas a Apruebo Dignidad, en las Federaciones Estudiantiles y el Confech, son un engranaje de esa unidad por el orden. Por esa razón, dejaron de convocar a asambleas y movilizaciones luego del 25 de marzo, movilización en que la vocería del Confech terminó avalando la represión del Gobierno, y han buscado por el camino de la desmovilización, que aceptemos el insuficiente aumento de la BAES, contribuyendo a que cada lucha educativa, de secundarixs, de profesores, funcionarixs o de universitarixs, se mantenga dividida.
Por eso, necesitamos unificar y coordinar esas luchas que hoy están divididas. Hay que retomar el camino de la organización y la movilización independiente en las calles. La unidad de lxs estudiantes -universitarixs y secundarixs-, con funcionarixs, profesorxs, el conjunto de la clase trabajadora y con otros movimientos sociales como el de mujeres o el medioambiental. Solo así, podremos conquistar realmente una solución a las problemáticas que vivimos, y construir una alternativa distinta a la del Gobierno y de la derecha para darle salida a la crisis actual.
Por un pliego unificado de demandas y un plan de movilización a nivel nacional: ¡Impulsemos asambleas de base en liceos y universidades!
La dirección del Frente Amplio y el Partido Comunista en nuestras federaciones y centros de estudiantes, y su estrategia de presión parlamentaria que impusieron al movimiento estudiantil durante años después del 2011, forjó una tradición de decisiones por arriba y antidemocráticas, de asambleas que no son resolutivas, y de votaciones sin discusión en que lxs estudiantes de base no somos sujetos. Esto, después de dos años sin presencialidad, ha varios nos ha cansado, y sabemos que si queremos enfrentar la crisis actual, necesitamos una forma distinta de organizarnos.
Debemos retomar la tradición democrática que caracterizaba al Movimiento Estudiantil, con petitorios discutidos desde la base en asambleas estudiantiles y junto a los demás estamentos, con votaciones a mano alzada y planes de movilización. Necesitamos recuperar nuestros organismos estudiantiles para que sirvan para nuestras luchas, con cuerpos de delegados y representantes mandatados y revocables.
Hacemos un llamado a los Centros de Estudiantes, y una exigencia a la Federaciones Estudiantiles y el Confech, a impulsar ya jornadas reflexivas en todas la universidades, para discutir e impulsar un pliego unificado de demandas entre todos los sectores educativos, y discutir un plan de movilización ascendente que comience con un paro nacional y marcha unitaria en todo el país.
¡Educación gratuita 100% financiada por el Estado! En base a impuestos progresivos a los grandes empresarios, con la renacionalización de los recursos naturales bajo control de sus trabajadores.
¡No a los Servicios Locales y la falsa desmunicipalización de los liceos! Basta de financiamiento a los privados, por un sistema nacional de educación gratuita, laica, democrática y no sexista.
Democratización de la Universidades y liceos. ¡Elección universal de las autoridades! Peleemos por gobiernos multiestamentales.
¡Aumento de la BAES!, donde se discuta en asambleas el monto, con un mínimo de $100 mil, y que el Estado garantice la matención y residencia de quienes los necesiten para estudiar.
¡Fin al CAE y todas las deudas educativas! Suspensión ya del cobro de estas. Y condonación sin pago a la banca.
Educación sexual integral, financiada por el Estado. Con comisiones multiestamentales, conformadas por la comunidad educativa y especialistas, que decidan cómo implemantarla. Protocolos contra el acoso y el abuso sexual, independientes de la autoridades.
Sueldo mínimo y pensiones de $650 mil AHORA, y el aumento automático del salario según la inflación, como medida urgente para enfrentar la carestía de la vida.
No más despidos. Reducción de la jornada laboral, y reparto de las horas de trabajo entre ocupados y cesantes. Reducción de los sueldos millonarios de rectores y autoridades. Que la crisis la paguen los empresarios y no les trabajadores.
Libertad a todxs lxs presxs políticxs de la rebelión, del Wallmapu y a lxs condenadxs. ¡Fuera Yañez! ¡Abajo Aula Segura! ¡Disolución de la policía!